Sólo Tú ✔

44. Novia

//Esperamos que su vuelo haya sido satisfactorio.
Vuelva a viajar con nosotros//

Nos ordenaron bajar y al poco tiempo conseguimos nuestro equipaje.

Evan y yo caminabamos en dirección a la salida del aeropuerto de Portland en silencio, ambos pensando en nuestras cosas.

Yo había acabado mi última semana de trabajo y ahora, literalmente, mi tiempo era libre.

Harvey comprendió, de buena manera, que no podríamos salir y prometió invitarme a un jugo cuando regresara.

Ibamos pasando por la puerta electrica a la calle cuando, de pronto, un grito nos regresó a la realidad.

Evan corrió, dejando a medio camino su maleta, y abrazó al hombre que había gritado.

Antes de prestarles atención me agaché y tomé el equipaje del suelo. Con una maleta en cada mano y un bolso bajo el brazo llegué a los dos hombres saludandose.

-¡Hijo! -dijo un señor algo canoso de las patillas-, ¡Dios santo, que alegría tenerte aquí! ¿Qué tal tu viaje? ¿Todo bien? ¡Espera!, ¿estás más delgado?

Evan rió.

-Hola, papá. -Ambos mantenían una sonrisa en el rostro-. Me alegra volver a verte.

Los ojos de su padre se trasladaron a mí, inspeccionandome de arriba a abajo. Evan también lo notó y al voltear a verme su rostro palideció.

-Mierda, Olivia, perdoname -exclamó. Tomó su equipaje junto con mi bolso de viaje, quitandome peso, y los dejó en el suelo. Luego me agarró del brazo y me atrajó a su lado.

-Papá, ella es Olivia, mi novia. -Lo dijo sin dudar.

Elevé mi mano para saludarle.

-Hola, señor Reyes. Es un pla...-Antes de terminar de hablar el padre de Evan me envolvió en un abrazo.

-Hola, Olivia. Es un completo gusto conocerte -dijo y me alejó, aún sosteniendome de los brazos-. Por favor llamame Arthur.

Sonreí simplemente y dejé que regresara su atención a su hijo.

-Tu madre está esperandote en casa -anunció-. Vamos. Estará feliz de verlos a ambos. -Cuando iba a agarrar mi equipaje, Arthur se me adelantó y levantó cada maleta, dejando a Evan con mi bolso de mano.

Puso todo en el maletero. No pude evitar quedarme mirando a su bonito auto.

-¿Te gusta? -preguntó Arthur al seguir mirada-. Un Honda Civic 2012 -dijo orgulloso-. Es mi cuarto hijo.

Sip, igual a su hijo...

Esperé que Arthur subiera al asiento del conductor y me acerqué a Evan, que pasó un brazo por mis hombros para abrazarme.

-Se nota que es tu padre -le dije al oido.

Él sonrió de oreja a oreja.

-Y ahora tu suegro -respondió en voz baja.

Le di un empujon en el pecho mientras trataba de contener una risa y abrí la puerta de la parte de atrás. Evan se fue en el asiento del copiloto, pero poco después de arrancar, pasó una mano entre los asientos. No comprendí hasta que movió los dedos, abriendo y cerrando la mano: quería que la tomara.

El trayecto lo pasamos agarrados de las manos, y conmigo algo inclinada hacia adelante. La conversación se basó sobre un partido de futbol americano; deporte que yo para nada entendía, y un poco de baseball.