-Gracias, vuelva pronto -exclamé a un par de chicas que salían de la tienda.
Limpié un poco una de las mesas y fui detrás del mostrador. En realidad, eran a penas cinco mesas, pero varias veces se llenaban. Ahora que el local era más comercial y la hermana de Harvey había hecho la propaganda apropiada, las personas llegaban más seguido.
También ayudaba que hubieran añadido al menú sandwiches y algunos postres.
Con un pequeño plato de vidrio llevé una porción mediana de pastel de chocolate caminé a una de laa mesas.
-Toma -dije y me senté en la silla de acompañante-.
Steph inmediatamente se comió un bocado y pareció disfrutarlo genuinamente.
-¿Sabes? -dijo terminando de tragar-. Amo los pasteles de aquí. Son tan... -otro bocado- ¡riquisimos!
-Creo que es más por tu antojo que por la calidad -bromeé.
-Quizá. -Se encogió de hombros.
La dejé comer un poco más antes de seguir hablando.
-¿Ya vas a decirme qué haces aquí?
-¿No es obvio? -rió-. Porque me encanta la comida y decidí pasar viendote.
-Has estado viniedo a verme durante casi dos semanas. No es normal en ti, cuando deberías estar, no sé, preparando el cuarto del bebé.
-Antes que nada -anunció-: el cuarto del bebé ya está decorado de amarillo y verde, ya que no sabemos el sexo. Y segundo: los pasteles de aquí son perfectos -reiteró.
-Steph... -dije en tono de no creerle.
Noté un leve sonrojo en su rostro. Y eso sólo ocurría en una situación: cuando mentía.
Bajó los ojos a las migajas que quedaban de su pastel. Luego tomó el plato en sus manos y me lo tendió.
-¿Más? -preguntó.
-No hasta que me digas por qué tu repentino interés en ver mi salud cada dos días.
Hizo un puchero.
-Bueno... Phill me contó que te habías peleado con Evan y pensé que...
-¿Qué estaría hecha un martir de llanto y pena? -cuestioné.
-¡No! Bueno, sí -tartamudeó-, es decir... sólo...
-Stephanie, cariño, estoy bien.
-Pero...
-Pero nada -interrumpí-. Pareces no comprender que él y yo no somos novios ni nada por el estilo. No tengo porqué estar triste. Fue una... ligera discusión.
-Pero a penas se hablan, y ahora ya de vacaciones tú te la pasas todo el día aquí con tu alto pretendiente y él solo en su apartamento.
-¿Alto pretendiente? -enarqué una ceja.
-El chico del que me hablaste. Herbie.
-Harvey -corregí-. Y sólo es por las mañanas. No tiene nada de malo.
-Es malo cuando sabes que le gustas a uno y vienes a pasar tiempo con el otro.
Junté mis cejas, avergonzada de la pequeña revelación.
-Yo no... -empecé- no vengo aquí para estar con Harvey.
-Es para huir de Evan -afirmó.
Analicé sus palabras y armé de valor para preguntar:
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Sólo Tú ✔
Romantizm[Libro I Trilogía Silly Cliché] Olivia Estrada es una agradable y alegre chica de 21 años, estudiante de una universidad en Colorado. Cuando recibe una irremediable noticia, junto con su mejor amiga y confidente, Steph, deciden ir a un bar por un pa...