Tú eres mi mate「 Heart of Wolves II 」

54. Lukah

-¿Ahora que vamos hacer con Zoé, grandote?- preguntó Josh alzando las sábanas de su cama.

-¿Con?- preguntó frunciendo el ceño

-Con el lío en el que nos has metido al decirle a Zoé que pronto tendrá un hermanito.- dijo y Francesco sonrió disculpándose.

-¿No será así? Ya hemos hablado con Adriana y sabes que muy pronto adoptáremos-

-Lo sé, pero si las cosas no salen como esperamos. No quiero ilusionarla...- bajó la mirada evitando tener contacto visual con su mate -No quiero ilusionarme...-

Francesco abrazó a Josh y acarició su espalda con cariño. Sintió lo asustado, preocupado y nervioso que se sentía el menor. Él también estaba nervioso, asustado y sobretodo ansioso porqué él quería tener ya otro hijo. Lo abrazó más a él y dejó un beso en la frente de él.

-Saldrá como hemos estado pensando. Adriana nos ayudará, créeme.-

El celular de Francesco se iluminó en la mesita de noche y a regañadientes se giró. Cuando ya tuvo el celular en su mano volvió a abrazar al menor quien no dejaba de pensar en lo que él le había dicho.

-Es de Adriana, precisamente...-

-¿Que dice?-

-Que mañana quiere vernos y que tiene buenas noticias- dijo sonriendo -de seguro nos quiere decir que ya todos está listo para traernos a ese bebé con nosotros- dijo antes de tumbar a Josh contra la cama.

Sus labios fueron directo a los del menor los cuáles lo recibieron con una sonrisa. Estaba deseoso por sentir sus labios, estar por más de diez minutos sin hacerlo podía sentirse como si entrara en contacto con acónito. Sintió como las manos del menor se aferraban a su espalda y supo que su noche terminaría como siempre, acalorada y apasionada.

-N-Nunca me podré...enojar contigo...- dijo Josh entre el beso a lo que el mayor soltó una sonrisa.

-Nunca haría algo para enojarte- añadió y volvió a besarlo.

—•Mañana siguiente•—

-Zoé, despierta...- susurró Josh para no asustarla.

Le quitó el peluche con el que ella dormía cada noche, un lobo. Un lobo con el cual Zoé era muy celosa pues ese peluche había sido un regalo de Matías para su cumpleaños. La niña le gruñó cuándo no sintió al peluche y él sólo rio. Tenía esa misma reacción cada mañana desde hace un año. Así que al gruñido no le hacía mucho caso aunque las primeras semanas se enojaba.

-Baba y papito te tenemos una sorpresa- canturreó con una sonrisa.

Zoé se levantó aún adormilada pero la palabra sorpresa en sus oídos fue como un despertador al instante. Adoraba las sorpresas y que sus papitos le tengan una la ponía muy feliz. Miró a Josh y cuando él asintió se tiró a los brazos de él cayendo de lleno a la cama. Comenzó a besarle las mejillas haciendo sonreír al menor.

-¡Sorpresa para mi!- gritó feliz la niña.

-¿Sorpresa para quién?- entró Francesco con dos tazas de café en sus manos

-Le estaba diciendo a esta hermosura que tú y yo le tenemos una sorpresa...- dijo y Francesco frunció el ceño -Lo que hablamos anoche...- dijo abriéndole los ojos de par en par.

-Ohhh...¿eso?- y Josh asintió -Ahhh sí...princesa te tenemos una enorme sorpresa-

-¡Sííí!- gritó de felicidad.