Tú eres mi mate「 Heart of Wolves II 」

46. Bolita

Josh no dijo nada, y ¿que se podía decir? Tenía las piernas débiles de solo pensar en como explicarle a Altair la situación. Porqué no tenía las palabras exactas para decirle que estaba esperando un bebé.

-¿D-De que hablas...?- preguntó en susurros Josh

-Lo que dije. Cuando pensabas decírmelo. Soy como tú hermana, Josh- dijo Altair decepcionada.

-E-Estás loca...- soltó una risita nerviosa -no sé de qué hablas-

Altair se levantó y caminó hasta estar frente a Josh. Frunció el ceño cuando lo vio dar un paso atrás y poner una mano en su estómago. Sonrió porqué sí, era cierto, su mejor amigo estaba esperando un bebé. Porqué eso haría ella si sintiera que su hijo estuviese en peligro. Aunque ella no podía enojarse porque Josh pensara en que le haría daño. Acercó con cuidado sus manos y apartó la mano de él bajo la mirada asustada de Josh. Alzó la camisa y vio el pequeño bulto con incredulidad.

-No soy un rarito, ¿verdad?- preguntó bajito Josh.

-Por Dios Joshy, ¿porque piensas eso?-

-Ummm Al, voy a ser papá y no precisamente porque adopté, embaracé a una mujer o por vientre alquilado. ¡Tengo un bebé completo dentro de mi!- gritó desesperado.

-A ver Josh, nuestros novios son mitad lobos. Vivimos, prácticamente, entre lobos. Tuve un hijo que también es lobo y no sólo eso nació siendo lobo. ¿Y tú piensas que es rarito salir embarazado?- preguntó con una sonrisa cínica.

Josh bajó de mala manera la camisa y caminó hasta el sofá. Sus piernas no podían sostenerlo así que se sentó. Altair se sentó a su lado y lo abrazó cuando escuchó el suspiro tembloroso que soltó. Entendía que era una situación algo difícil de creer pero en el mundo de lobos en el que vivían todo era posible. ¡TODO!

-S-Sí, porque esto...e-esto es en contra de la naturaleza...- susurró hipando

-Una pregunta Josh...- dijo llamando la atención del menor -¿quieres a ese bebé? De verdad, tú, el que primero no quería saber de hijos, luego decide adoptar, estás dispuesto pasar por todo lo que sea necesario para tenerlo en tus brazos y amarlo como se debe?- preguntó Altair muy sincera.

Josh tomó una bocanada de aire y le miró. ¿Que sí estaba dispuesto a tener a ese bebé? No lo sabía ¿Que si estaba dispuesto pasar lo que sea necesario para tenerlo? Quién sabe ¿Que si lo quería? De eso estaba seguro. Los primeros días, después de que se hubiese enterado, estaba reacio y aún estaba en negación. A ningún hombre le dicen: tendrás un bebé y este lo toma como si fuese lo más deseado. Pero de solo pensar que le cumpliría el deseo más anhelado por el rubio lo hacía sentir feliz, fuerte y capaz de tenerlo.

-Todavía estoy bien confundido y llegué a pensar en lo peor. Cuando Stella nos dijo, te juro que hasta pensé en abortar o que sea lo que me hagan para sacarlo. ¡Estaba...estoy asustado!- dijo y Altair lo fulminó con la mirada -Pero cuando lo pensé mejor, tratando de ver lo positivo de todo esto y vi lo emocionado que estaba Fran, te juro que me sentí el peor patán en la historia de los patanes...-

-Yo ni siquiera sé el porqué te pregunté eso. Cuando me acerque a ti me demostraste que no permitirías que le hicieran daño a ese bebé y eso se hace cuando amas a una persona. La proteges de todo lo que consideres peligro para esa persona- habló con una sonrisa en su labios mientras acariciaba las mejillas de su mejor amigo.

Josh sonrió antes de sorber por la nariz -Entonces, no lo quiero...lo amo...- dijo y cerró sus ojos por unos segundos -Gracias...- susurró antes de abrir los ojos y ver a Al frunciendo el ceño.

-¿Porqué?-

-Por...por no pensar que soy un rarito...- dijo torpemente

-Vuelve a llamarte rarito y ya verás...- Al advirtió y él levantó sus manos en son de paz.