-Gr-Grandote...- llamó Josh con voz apagada -No te alejes...- suplicó sintiendo como sus entrañas se comprimían a cada segundo -No me dejes...-
-Siempre estaré aquí...a tu lado...- habló el italiano y mientras llevaba el dorso de su mano a sus labios y lo besaba -Siempre...- agregó
Cerró sus ojos cuando vio a Stella alzar la camisa de su pijama. No podía ver como la mujer más sabia de la manada le abría para sacar a su bebé. Además de que el líquido algo extraño que ella le había dado lo adormeció en minutos. Solo esperaba que cuando abriera los ojos su bebé estuviese en sus manos.
Siseó de dolor cuando sintió como si un pincel le acariciara su vejiga cuando Stella le hizo la herida para sacar al bebé. Porqué sí, era un bebé y no lobo...Stella comenzó a sacar al bebé con todo el cuidado del mundo.
-¿Q-Que es?- preguntó el menor aún adormecido -¿Está completito?- murmuró con los ojos cerrados. No podía tenerlo más de cinco segundos abiertos.
-Sí bebé, está completito...- suspiró con una sonrisa Francesco cuando vio como Stella sacaba al bebé envuelto en sangre y líquidos amnióticos.
-Completita, papá, completita- dijo Stella con una sonrisa.
-N-No me digas nonna...- dijo incrédulo -¿Es una n-niña?- preguntó muy emocionado y ella asintió.
Las lágrimas que escaparon de sus ojos fueron unas de pura alegría. Su bolita, su pedacito de cielo, su milagro era una niña. Lo que por tanto tiempo anheló estaba en los brazos de Stella. Una niña con la esencia de su chiquillo y suya. Una niña...
-Josh, bebé...- llamó Francesco con su rostro inundado en lágrimas.
-Fran, déjalo descansar.- pidió amablemente Stella mientras le daba la bebé al italiano -Es hermosa sabes- murmuró con una sonrisa en los labios.
Él sentimiento que floreció en ese momento fue uno indescriptible. Cuando sus brazos envolvieron aquel bultito de amor su mundo se detuvo. La miraba con tanta adoración que de seguro parecería un loco. Pero es que así estaba, loco de amor por su niña y sobre todo por su mate. En ese momento prometió dar su vida por aquella niña con las mejillas sonrojadas, de tanto llorar, y por su chiquillo si ellos estuviesen en peligro. Y es que eso era lo mínimo que podía hacer. Su vida dependía de su mate ahora también dependía de la personita que dividió su corazón en dos. Algo que estaba seguro que Josh no se molestaría.
Aún tenía la mano de Josh aferrada a la suya mientras que con la otra cargaba a la bebé. Llevó la mano del menor y tocó la mejilla de la bebé a lo que la niña se apegó al toque. Aunque no estaba despierto, pues aquel menjunje que Stella le dio podía durar en su organismo varios minutos más, él decidió hacerlo. Ya no podía esperar más porque su mate conociera a su bolita de cachetes.
-Grandote...- llamó después de casi media hora durmiendo plácidamente.
-Felicidades papá...- dijo Francesco con una sonrisa enorme mientras ayudaba a Josh a sentarse.
-Dónde está quiero verlo...- de un momento estaba muy ansioso por tener a su bebé en sus brazos.
-Junto a ti...- dijo sin dejar de sonreír.
La misma reacción que tuvo el italiano, el menor la tuvo el doble. Sus manos temblaban al verla y no saber cómo tomarla. Todo su ser temblaba de felicidad al ver su pedacito de cielo envuelto en las sábanas junto a él. Retiró con cuidado el brazito que tenía en el rostro y soltó un gemido de sorpresa. Aquella niña era hermosa, su bolita era una hermosa bebé. Era simplemente perfecta y su corazón no le cabía en el pecho de tanta emoción.
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Tú eres mi mate「 Heart of Wolves II 」
Manusia SerigalaJosh, en un viaje, para acompañar a su mejor amiga, Altair, conoce a Francesco, un italiano con un secreto interesante. Historia entrelazada con Tú, mi alfa. #218 en Hombre Lobo 6/9/17 #156 en Hombre Lobo 14/9/17 #95 en Hombre Lobo 18/10/17 #78 en H...