-Josh Hutcherson- llamó una mujer de algunos treinta y seis años.
Nervioso se levantó y caminó temeroso hasta estar frente a la doctora. Esos minutos esperando habían sido una tortura. Su mente no paraba de gritarle que corriera porque él no estaba loco. Y estuvo a punto de hacerlo e irse antes de que la doctora saliera pero cuándo se había decidido a hacerlo su nombre retumbó en la sala de espera.
-Mucho gusto Josh, me llamo Kalis- dijo con una sonrisa en los labios mientras estiraba su mano para saludarlo formalmente.
-Mucho gusto doctora- dijo algo nervioso.
-Puedes llamarme por mi nombre si te sientes más en confianza- dijo acomodándose su cabello rizado. Se presentó y le dijo cuánto llevaba siendo psicóloga y también le habló un poco de su vida -Bien vamos a plantear las reglas del juego-
Josh asintió y la miró expectante. Al momento el menor supo que ella era una mujer amable y con mucho carácter. Secó sus manos de su pantalón y escuchó detalladamente lo que decía.
-Todo lo que hablemos aquí no saldrá de estás cuatro paredes a menos de que haya sido un delito. Si es el caso tengo toda la autoridad de comunicarme con la policía. Por eso cada sección se graba y me gusta que mis pacientes lo sepan.- dijo Kalis viendo a Josh -También tengo todo el derecho de contactar a los policías y al hospital si veo que tienes indicios de querer hacerte daño o hacerle daño a alguien- Josh asintió muy asustado pero aún así estuvo de acuerdo con lo que decía ella. Kalis sonrió dulcemente y continuó -Perfecto, ahora cuéntame de ti. ¿Cuantos años tienes?-
-Veinticuatro- dijo aún asustado viendo como ella apuntaba.
-¿Oh de verdad? ¿Recién cumplidos?- preguntó y él negó.
-En abril los cumplí.-
-Mi hija cumplió los quince en abril también-
Y comenzaron a conversar sobre la vida de él y también la de ella, para crear una confianza y así abrir la caja de Pandora que tenía ese chico. Josh le comentó sobre sus padres, su abuela, su mejor amiga, sobre su trabajo en Estados Unidos y allí. También habló de su fatídica relación con Dana y como esta había terminado mal. Vio como Kalis había hecho anotaciones y decidió parar.
-¿Para que hace tantas anotaciones?- preguntó Josh. No quería sonar grosero pero eso lo estaba poniendo muy nervioso y sobretodo expuesto de cierto modo.
-Las hago para ver cuánto haz avanzado en un futuro. No es nada malo pero si te sientes incómodo puedo dejar de hacerlo.- dijo muy comprensible la doctora.
-Siento escucharme así pero no lo puedo evitar- dijo Josh bajando la mirada hasta sus manos las cuales jugaban entre sí.
-¿Porque? ¿Que pasó para que no te guste ver que tomo notas sobre ti?-
Las lágrimas amenazaron con volver y dejar un desastre en su rostro. Nuevamente volvían los recuerdos, nuevamente volvía a escuchar como la piel de ese hombre hacía un sonido desagradable al chocar con la suya. Su pierna izquierda comenzó a moverse rápidamente y sus uñas se enterraban en su brazo. ¡No podía seguir así! Ahora había caído en cuenta que no se podía vivir eternamente así. Su mirada estaba fija en un punto, todo su alrededor se había vuelto oscuro.
-Josh...- llamó Kalis y vio el pequeño salto que dio antes de mirarla con los ojos inundados en lágrimas -Sécate por favor-
Las manos temblorosas tomaron el papel e hizo lo que la doctora le pidió. Secó sus mejillas y sus ojos mientras trataba de tranquilizar su descontrolado corazón. Miró a Kalis y con aquella mirada le suplicó que no le hiciera preguntas aún sobre eso.
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Tú eres mi mate「 Heart of Wolves II 」
Hombres LoboJosh, en un viaje, para acompañar a su mejor amiga, Altair, conoce a Francesco, un italiano con un secreto interesante. Historia entrelazada con Tú, mi alfa. #218 en Hombre Lobo 6/9/17 #156 en Hombre Lobo 14/9/17 #95 en Hombre Lobo 18/10/17 #78 en H...