La noche y los negocios después de aquel pequeño problemita ambos transcurrieron bastante bien. Ambos italianos y Altair discutieron los pros y los contra de hacer la venta. Marcelo aceptó el monto que le ofrecieron ambos compradores. Cenaron y hablaron de los planes futuros del viñedo y ambos compradores prometieron seguir haciendo negocios con vinos Bendetti.
-Buenas noches y es un placer hacer negocios con ustedes- dijo el mayor de los compradores despidiéndose dándole un apretón a los cuatro.
-Señores...- saludó James con otro apretón de manos.
Francesco casi lo mata con la mirada y con el apretón de mano. Vio como James frunció el ceño al apretón, sabía que fue más fuerte de lo que se suponía pero no le importó. Eso era lo más mínimo que podía hacer para que el muy atrevido aprendiera a no desnudar a la mirada a alguien con pareja y mucho menos a Josh. James no se atrevió a despedirse de Josh y es que el gruñido que soltó su novio le dio algo de miedo.
-Les juro que quería arrancarle la cabeza a ese idiota- gruñó Francesco viendo como salían ambos hombres del restaurante.
-No tienes ni que decirlo. Dudé en que te controlarías- dijo Marcelo riendo.
-¿Nos vamos?- preguntó Altair y todos asintieron.
Entre Marcelo y Francesco pagaron la cuenta, claro después de una pequeña pelea con sus parejas los cuáles querían aportar. Cinco minutos después estaban en camino al viñedo y comenzaron a hablar de todo un poco. Francesco le había pedido unos días porque quería viajar con Josh a ver a sus padres. Llevaba meses sin viajar a verlos y la costumbre que tenía de viajar se había esfumado. Ahora no hay santo que lo haga subirse a un avión sólo. Por eso le había pedido ese favor a Marcelo quién sabía el pavor que Josh le tenía a viajar solo.
-Gracias, rulitos- dijo Josh riéndose del apodo que le había puesto a su cuñado, por así decirlo.
Todos rieron menos Marcelo que lo miró serio pero luego no tuvo más remedio que unirse a las risas de los otros tres. Casi una hora después cruzaban el portón del viñedo y vieron a Camelia con Matías, de algunos dos años, en sus brazos. Todos se bajaron y caminaron hasta donde estaba Camelia. Marcelo tomó a su niño en los brazos de su madre y lo llenó de besos. Matías reía a carcajada suelta pero Marcelo perdió toda atención cuando el niño escuchó a Francesco hacer sonidos de animales muy reales.
-¡Tío Fan!- gritó emocionado removiéndose entre los brazos de su padre.
-Es injusto que mi hijo me ignore cuando tú llegues- gruñó pasándole a Matías.
-¿Verdad que te cansas de ver esa cara fea todos los días Matías?- le preguntó Francesco al niño quién soltó una carcajada graciosa.
-Matías, recuerda que tío se va- advirtió riendo Marcelo -Piensa bien lo que vayas a contestar-
Josh sonrió y vio cómo Francesco jugaba con Matías haciendo el sonido de un caballo. Francesco se veía feliz jugando con su sobrino. Así que estaba cien por ciento seguro que sería mucho más feliz con su propio hijo. Contempló seriamente lo que habían hablado y la verdad era que no le desagradaba la idea de tener un hijo. Claro, sabía que sería un proceso largo pero sabía que con eso haría feliz a su novio. Él le había dado mucho, había sacrificado algunas cosas por él y ahora era momento de él sacrificar.
Y verdaderamente no le desagradaba tener un hijo. Quizás una niña de algún par de años o un niño, no importaría. Sólo importaba el amor que le darían. Porqué sí, él y Francesco estaban dispuesto a darle el amor que le faltaría. No era del todo un sacrificio y de verdad disfrutaría estar al pendiente de alguien más que no sea él ni el italiano.
-Grandote, quiero que adoptemos- dijo Josh viendo a Francesco quién se quedó paralizado viéndolo sorprendido.
-¿Quieren entrar?- preguntó Altair con una sonrisa. Ella lo había escuchado y más feliz por su mejor amigo no estaba.
-No Al, Francesco y yo nos vamos a casa- dijo Josh con una sonrisa. Altair asintió y Josh tomó a Francesco del hombro y lo llevó hasta su casa.
Francesco parecía que estaba en estado de shock. Cierto, él le había dicho que sí, que podían adoptar pero como se lo había dicho había sonado cómo que no tenía más remedio. Ahora no, ahora él se lo había dicho entusiasmado y estaba que brincaba de felicidad. Entraron a la casa y se giró a ver a Josh que lo veía expectante.
-¿Escuché lo que escuché?-
-¿Que escuchaste?- preguntó Josh riendo
-¿Quieres adoptar?- Josh asintió y por fin Francesco reaccionó alzándolo en un abrazo -¿Seguro?-
-No hay nada que quiera más que verte con un hijo.- dijo separándose del cuello de Francesco.
Francesco le comenzaron a brillar los ojos y acercó sus labios a los de su novio. Lo recibieron gustoso y sonrió al sentir como Josh abría su boca otorgándole el permiso de invadirlo con su lengua. Los brazos del menor se aferraron a su cuello y sintió como sus piernas se aferraron a su cintura profundizando más el abrazo. Los brazos de él se cerraron más al rededor de la espalda de su novio.
-Y-Y si te pido...- comenzó a hablar y Francesco volvió a besarlo muy despacio -que...- habló entre el beso
-Pídeme lo que quieras- habló Francesco y Josh se acercó al oído del mayor y le susurró algo.
-Ámame...hazme...- dijo y escuchó el timbre de la puerta.
Francesco se acercó a la puerta, aún con Josh en su cintura. Gruñó cuándo escuchó a Altair y abrió la puerta un poco. Josh, con el rostro completamente sonrojado vio a su mejor amiga.
-¿Que quieres Lucía 2.0?- dijo Josh y Altair por un segundo lo miró confundido.
-Dejaste tú teléfono en la guagua.- dijo riéndose y Josh rodó los ojos.
-¿Y no podías dárselo mañana, Al?- preguntó con fastidio Francesco atrás de la puerta -Estamos a principio de algo-
-Oye, no soy loba para oler que estaban a punto de meterse mano- dijo y Josh casi muere de vergüenza.
-¡Adiós, Altair!- se despidió y cerró la puerta.
Pero la verdad es que estaban tan concentrados el uno en el otro que no cogieron el teléfono. Volvieron a besarse entre risas y volvieron a escuchar el timbre.
-¡Dile a Marcelo que te folle, Al!- gritó Josh entre risas y besos.
-Créeme, lo hará pero cuando tú decidas coger el teléfono. Ahí me iré y estaré igual de ocupada que tú.- gritó Altair desde afuera. Escuchó un gruñido y soltó una risita.
-¡Tíralo dónde quieras!- gritó Francesco y cerró con seguro la puerta.
-¡Bien!- gritó Al y lo dejó en la mesita que estaba debajo del timbre -¡Ahhhh Fran dale duro!- gritó y se fue corriendo.
Las carcajadas de ambos inundaron el recibidor y Josh se deslizó hasta descansar sus pies en el suelo. Lo tomó de una mano y lo arrastró hasta la habitación de ambos, la que hace algunos semanas volvían a compartir.
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Hola hola mis amoresEspero que les hay gustado. Un poquito de todo, enojo, felicidad y humor.
Próximo capítulo mañana lo tendremos tempranito. No puedo esperar a que lo lean, ya hace falta.
"Venganza 😡😡😡😡"
Bueno pero no se me enojen. Pronto. Sí sé que llevo desde varios capítulos con el pronto pero esta vez si. Ya trabajo en la venganza y prometo que será una muy buena y bien merecida.
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Tú eres mi mate「 Heart of Wolves II 」
LobisomemJosh, en un viaje, para acompañar a su mejor amiga, Altair, conoce a Francesco, un italiano con un secreto interesante. Historia entrelazada con Tú, mi alfa. #218 en Hombre Lobo 6/9/17 #156 en Hombre Lobo 14/9/17 #95 en Hombre Lobo 18/10/17 #78 en H...