The summer without you|Daniel Seavey T2

Capítulo 13

"I don't even mind"-"Ni siquiera me importa"

Narra Daniel

—Y sé que Bailey ha estado en todos mis momentos difíciles, pero no quiero romperle el corazón—le dije a Jonah mirándome al espejo.

—Pero en algún momento tienes que decirle que sigues enamorado de ____(Tn), sí no sé lo dices será peor—aconsejó Jonah del otro lado de la línea.

—Lo sé, pero no encuentro el momento. Siempre que me llama antes de dormir, sólo pienso en cómo decirle, pero nunca consigo como—suspiré frustrado—Bailey no merece esto, Jonah.

—¿Y ____(Tn) merece seguir creyendo que sigues saliendo con Bailey?—preguntó mi amigo llenando mi cabeza de incógnitas—Por lo que dices de ____(Tn) es obvio que sigue sintiendo algo por ti—comentó y yo salí del baño.

—Deberías ver lo hermosa que está, no puedo quitar mis ojos de ella ni un segundo. Y ella tampoco de mí. Estoy seguro de que siente lo mismo que yo—hablé bajando las escaleras.

—Si estás tan seguro, pues es hora de llamar a Bailey y decirle la verdad, que sigues loco por la chica del campamento y que sólo quieres ser su amigo—sugirió Jonah.

—Suena fácil si lo dices así—comenté riendo desanimado llegando al último escalón.

—Es fácil, bro. Hazlo esta noche, no dejes que pase más tiempo—dijo Jonah.

—Está bien, lo haré—dije viendo que la puerta principal estaba entre abierta—Te llamó luego—me despedí rápido.

—Eso espero, Seavey—dijo Jonah antes de terminar la llamada.

Guardé mi teléfono en el bolsillo de mi pantalón. Abrí la puerta y entonces la vi sentada en el primer peldaño de las escaleras del pórtico. Su cabello danzaba con el viendo nocturno. Me senté a su lado sonriendo.

—Siento haberte dejado sola, prometo lavar los platos la próxima vez—me disculpé viendo su rostro iluminado por la poca luz del pórtico.

—Como sea—dijo cortante sin mirarme.

Fruncí el ceño sin entender ¿Qué le pasaba?

—¿Estás bien?—pregunté tocando su rodilla cariñoso.

—Estaré mejor si te vas—respondió quitando mi mano de su rodilla.

—¿Qué te pasa? No entiendo nada—hablé confundido.

—No me pasa nada. Sólo déjame en paz—dijo levantándose y bajando los otros escalones.

—¿Qué no te pasa nada? Primero estábamos a punto de besarnos y ahora ni siquiera me miras—la seguí, estaba caminando sin rumbo hacia el bosque—¿Qué estuvo mal? ¿Intentar besarte? Está bien, no lo haré de nuevo, pero mírame cuando te hablo...maldita sea—la tomé del brazo y la obligue a mirarme.

Estaba enojada y triste a la vez. Sus ojos estaban llenos de lágrimas que aún no salían. ¿Qué rayos le ocurría?

—Te oí hablar con Jonah—dijo por fin.

Narras tú

—¿Qué oíste?—preguntó soltándome del brazo.

—Ni siquiera me importa—mentí dándole la espalda y continuando mi caminata desesperada.

Estaba tan confundida, enojada y desquiciada. No entendía a Daniel, luego de reflexionar un rato, no tenía sentido que él me haya intentado besar dos veces, y que luego le dijera esas cosas a Jonah. No tenía ningún sentido, y odiaba no entender.