The summer without you|Daniel Seavey T2

Capítulo 45

"Mr. Watermelon"-"Sr. Sandía"

Narras tú

—Daniel, por favor—exclamé sintiendo como mis ojos se llamaban de lágrimas. Daniel estaba por saltar del tejado, salí por la ventana siguiéndolo—Daniel...—lo llamé con la voz rota y con los ojos ardiendo.

Daniel me miró, estaba enojado, decepcionado y dolido. Todo era culpa mía.

—Déjame explicarte—susurré acercándome a él.

—No tienes que explicarme nada...—lo interrumpí.

—Claro que tengo que hacerlo eres mi novio...

—Pero preferiste ir a la misma universidad que Alan—Daniel saltó del tejado dejándome con las palabras en la boca.

—Daniel, no es así...yo no preferí nada...—estaba en la orilla del tejado—Si quieres no la acepto, Daniel, dime algo ¿Qué es lo que quieres que haga?

Daniel limpió sus rodillas y me miró en lo alto.

—No saltes, tengo que irme. No tengo tiempo para atraparte—sus palabras me dejaron sin aliento.

Me quedé sentada en la orilla del tejado, sin poder moverme, con un par de lágrimas corriendo por mis mejillas. Vi como se alejó caminando...esto era culpa mía, me odiaba. ¿En que demonios estaba pensando al no contarle que Alan había enviando la solicitud por mí? Sandy vino al tejado y se acostó en mis piernas.

—¡____(Tn)! ¿Dónde estás? Necesito ayuda en la cocina!—gritó mi madre entrando en mi habitación.

(...)

15 días más tarde

Día del baile de graduación

—Vamos, tienes que salir de estas cuatro paredes—animó Ashley abriendo las cortinas de mi habitación.

La luz del sol me hizo doler los ojos.

—No, no pienso ir a ningún lado—dije tapando mi cara con una de mis almohadas.

—Necesitas ir por un vestido para el baile—Ashley me quitó las sabanas y me dio frío, así que me acurruqué en posición fetal.

—¿Estás sorda? Dije que no iría a ningún lado, eso incluye el estúpido baile de graduación—hablé aún con la almohada cubriéndome la cara.

—¿Y a la entrada de diplomas?

Me quedé pensando unos segundos, mis padres realmente necesitaban una foto mía con toga y birrete encima de la chimenea para morir en paz, así que...

—¿A qué hora dijiste que era la entrada de di...—Ashley me arrojó un vestido en la cara cuando apenas me estaba quitando la almohada.

—Ponte ese vestido, salimos en 5 minutos—habló la castaña sacando unos zapatos de tacón de mi closet.

Tomé el vestido y mi corazón se arrugó. Era el vestido que había usado en el baile de invierno, lo olí y sentí en el fondo ese peculiar olor a Daniel.