The summer without you|Daniel Seavey T2

Capítulo 14

"I thought that I gonna die"-"Pensé que iba a morir"

Narra Daniel

No sabía cómo podía sentirme exactamente igual que hacia dos años, sus labios me besaban de la misma forma, y la lluvia caía incluso del mismo modo que aquella vez. Todo se sentía igual, como si jamás hubiéramos terminado aquel primer beso.

Entreabrí la boca sintiendo la humedad de su boca, lamí suavemente sus labios y ella sonrió, pude sentir su sonrisa sobre mis labios y entonces abrió su boca un poco para que nuestras lenguas jugarán como antes. Había olvidado cuánto amaba besarla, pegué su cuerpo al mío y me di cuenta que ya nada me hacía falta. La tenía de vuelta, y eso era todo lo que necesitaba para vivir o para morir en paz.

—Creo que deberíamos discutir esto en casa—susurró ____(Tn) cuando nos alejamos a respirar.

Besé sus labios un segundo y luego su mojada frente. No quería abrir los ojos, no quería que nos fuéramos de ahí.

—¿Por qué no lo discutimos aquí?—pregunté tomando sus manos.

—Me estoy muriendo de frío, Daniel—habló ___(Tn) temblando en mis brazos.

Cierto, estábamos congelándonos. Con tantas emociones ni siquiera le había dado importancia a mis dedos congelados.

—Tienes razón, vamos a casa—le dije entrelazando nuestros dedos y sacando mi celular para alumbrar el camino.

Sentí mi corazón latir fuerte al decir "vamos a casa" no tenía idea de porque, pero algo se sentía bien, muy bien.

Narras tú

Aunque ya casi no sentía los dedos por el frío, podía sentir su mano sujetar la mía firme, como si el piso bajo mis pies en cualquier momento se pudiese romper.

De pronto el celular de Daniel se apagó.

—¡Rayos!—exclamó Daniel tratando de encenderlo de nuevo.

—Creo que tengo el mío—informé buscando mi celular en mis bolsillos, sin encontrar nada—No, no lo traje—le dije desanimada.

—Tranquila, me sé el camino a casa de memoria—aseguró tomando mi mano de nuevo.

Continuamos caminando bajo la lluvia que no se detenía por nada del mundo, cada vez había más truenos y relámpagos. Pero no importaba, ya nada me importaba, estábamos tomados de la mano de nuevo.

—Daniel, siento que estamos caminando en círculos—noté sobre el ruido de la torrencial lluvia.

—Claro que no. Esa rama no estaba ahí antes—exclamó señalando una rama caída de algún árbol.

—¿Estás seguro que te sabes el camino?—pregunté quitando el cabello que se caía en mis ojos con el agua.

—¿De nuevo estás desconfiando de mí?—preguntó tomándome de la cintura.

—Estoy desconfiando de tu sentido de la ubicación—le dije rodeando su cuello con mis manos.

Amaba como su cabello caía en su frente, y como sus pestañas lucían llenas de gotas de lluvia. Quería besarle toda la cara.