Capítulo 40

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"No, again!"-"¡No otra vez!"

(...)

Narras tú

—Supe que tu hermano se casó—comentó Alan meciéndonos en la hamaca.

¡Rayos, estaba más atractivo que antes!

—Así es—respondí viendo lo bien que le sentaba el vello facial.

Alan sonrió mirándome, estábamos los tres sentados en la hamaca. Alan, el oso panda de peluche y yo.

—Te ves diferente—notó Alan pasando un mechón de cabello detrás de mi oreja.

—¿Cómo diferente?—pregunté desviando la mirada a las cercas del jardín trasero. Los chicos habían hecho un gran trabajo pintándolas, debo admitir.

—Diferente, más feliz—susurró lo ultimo dejándome de mirarme.

Sus ojos grises estaban mucho más claros y parecía cansado.

—Tú también te ves diferente—comenté sonriéndole.

—La universidad es mundo totalmente nuevo—aseguró meciendo la hamaca un poco más rápido.

—No me lo recuerdes—mascullé al recordar lo que hablaron mis padres hacia un rato.

—Oh, cierto ¿Cómo vas con eso? ¿Qué vas a estudiar? ¿Ya elegiste universidad?—me preguntó Alan muy curioso.

—Creo que voy en proceso, quiero estudiar fotografía pero aún no sé a qué universidad aplicar. Ni siquiera sé si tenga como pagarla—hablé desanimada  recorriendo con mi dedo la costura del peluche de oso panda.

—Hey, te verías increíble de fotógrafa—comentó coqueto acariciando juguetón mi brazo. Le sonreí en respuesta—Opino, que no deberías afligirte por como pagar la universidad. Tengo muchos compañeros de clases que han obtenido unas becas grandiosas ¿Por qué no aplicas para una beca?—preguntó animado.

—¿Crees que mi promedio...—Alan me tomó de la mano y algo extraño se sintió dentro de mí.

—Creo que puedes conseguir lo que sea, y una beca, no será un problema para ti—besó el dorso de mi mano y sentí un escalofrío—Eres asombrosa—añadió dulcemente sonriéndome.

Mis mejillas se sintieron calientes ¿Por qué demonios me estaba sonrojando con Alan?

—¿Y tú de casualidad sabes que debo hacer para obtener una beca?—pregunté curiosa y divertida a la vez.

Alan hizo un leve sonido, podía haber sido una risita o un gemido. Mi piel se erizó ¿Qué estaba pasándome?

—Sé lo que debes hacer para obtener una beca en mi universidad—respondió tomando al oso gigante de peluche—¿Te gustaría estudiar con Alan en Luisiana?—me preguntó el oso panda.

Solté una carcajada, la voz que había hecho Alan era épica. Comenzamos a reírnos sin parar. Realmente había extrañado reír con él. Nuestras risas fueron atenuando a sonrisas, nos quedamos viendo como idiotas. Alan miraba mis labios y luego mis ojos. ¡No, otra vez no!

The summer without you|Daniel Seavey T2Where stories live. Discover now