Capítulo 38

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"Why do you keep doing that?"-"¿Por qué sigues haciendo eso?"

Narras tú

Había pasado largo rato y no sabía si era por el leve movimiento del yate o por lo que acababa de confesar Daniel, pero sentía náuseas. Todo me daba vueltas, y quería vomitar. Me sentía horrible, y aunque era algo que había pasado hacia ya bastante tiempo, dolía pensar que él había estado con alguien más. Daniel ha sido el único para mí, el único chico que me ha tocado de aquel modo, que ha besado cada centímetro de mi piel, el único con el que he hecho el amor. Pero, yo no era lo mismo para él. Me enojaba, me llenaba de rabia sentirme así por una cosa que había ocurrido cuando no estábamos juntos, pero simplemente no podía sacarme de la cabeza que yo en su lugar jamás hubiera hecho lo mismo.

Me recosté en las almohadas y tomé la chaqueta del smoking de Daniel. Lo amaba demasiado, no podía enojarme con él del todo. Abracé la chaqueta y respiré toda su colonia. Hemos vivido tantas cosas juntos, y él me ha demostrado tantas veces que lo nuestro es real, me ha demostrado que me ama y eso no puedo negarlo o ignorarlo por esta estupidez. Debía ser más adulta y razonable, ya no era una niña de 15 años, no podía gritarle o darle una cachetada, aunque quería hacerlo. Debía ser más...¡Al diablo! Me incorporé y caminé hasta la puerta, iría a gritarle y a darle una cachetada ¿POR QUÉ DEMONIOS ME DECÍA ESTO AHORA?

Abrí la puerta de golpe y entonces Daniel, quien estaba recostado a la puerta se tambaleó y se quedó viéndome con un plato con pastel en la mano.

—Te traje pastel—murmuró tímido extendiendo el plato hacia mí—Es de chocolate, tu favorito—añadió mirándome con esos perfectos ojos azules.

¿Cómo había pensado siquiera gritarle? ¿CÓMO PODÍA HABER PENSADO EN...Tomé el pastel, pensaría mejor si comía algo.

—¿Ya podemos hablar?—preguntó adentrándose en la habitación.

—No, Daniel. Y gracias por el pastel, pero ahora lárgate—pedí tomando la puerta para sacarlo de la habitación.

—Amor, hablemos. No puedo pasar otro segundo así—dijo bloqueando la puerta con su fuerte brazo.

—¿¡Qué parte de lárgate no entiendes!?—casi grité.

—Quiero explicarte todo, yo...—lo interrumpí.

—¡FUERA DE AQUÍ, NO QUIERO QUE ME EXPLIQUES NADA!—exploté y Daniel simplemente retrocedió un paso quedando fuera de la habitación—No quiero saber nada más—murmuré cerrando la puerta en su cara.

Mordí mi labio inferior, no quiera llorar. Comí una cucharada de pastel y sentí las lágrimas formarse en mis ojos. Maldita sea, el pastel estaba delicioso. Entonces, oí la perilla y la puerta se abrió. Me giré sobre mis talones y vi como Daniel se adentró en la habitación y con el pie cerró la puerta.

—¿Qué no te dije que te fueras?—pregunté con la voz algo temblorosa, di un paso atrás—¡Vete!—exclamé pero parecía no escucharme.

Fue cuando de pronto me tomó de los brazos  y me besó a la fuerza.

Narra Daniel

Tardó en seguirme el besó pero cuando lo hizo, cuando comenzó a besarme como siempre lo hacía, se alejó bruscamente de mí.

—¿Por qué sigues haciendo eso?—preguntó sonrojada.

—Porque sigue funcionando—respondí acariciando sus suaves brazos.

The summer without you|Daniel Seavey T2Where stories live. Discover now