– Mamá – me dijo Val – ¿Podemos ir a la playa?
– Si hija, estamos yendo hacia allí – contesté divertida.
– ¿Y va a estar Thomas? – preguntó de nuevo jugando con sus pequeños dedos.
– Valeria, querida. Llevas preguntando lo mismo media hora – dijo Nick con la vista al frente.
– Es que soy como Dori.
– ¡Dori! – miré a mi hija emocionada –
Sigue nadando, sigue nadando... – cantamos al unísono.Más infantil no podía ser.
Era un viaje de tres horas. Esperaba que hubiera valido la pena.
Tras unos minutos divisamos el mar.
– Hemos llegado – dijo Nick bajándose del coche. Después bajó a Val.
– Cariño. ¡NO TENGO COBERTURA! – me gritó Emma nada más bajar del coche.
– Tampoco te iba a hacer falta – le contesté riendo.
– ¡Eh! – dijo y yo le saqué la lengua.
Caminamos y una vez en la arena, nos asentamos.
– ¡Thomas! – todos miramos a mi hija – ¡Entiérrame! – esta abrió los brazos en forma de cruz.
Reí.
– ¡Papá! – llamó a Lucas – ¡La pala! Hay mucho trabajo que hacer – dijo poniendo sus pequeñas manos en la cintura.
– ¡Oyé! No estoy gorda – habló mi hija cruzándose de brazos.
– No Val. En eso has salido a mi – dije señalándome.
– Lena. No te mientas. Eres una foca andante – contestó Nick. Yo en respuesta le enseñé el dedo del medio.
El sonrió de lado.
– Sabes que te amo más que a nada – dijo mi marido cogiéndome de la mano.
– ¿Más que a mi? – habló Lucas ofendido – Okay baby. Lo nuestro se acabó – fingió estar ofendido.
– Lo siento, amor mío. Pero mi corazón ya tiene dueña – dijo Nick mirándome.
Sonreí y le besé.
– ¡Puaj! – se quejó Val – ¡Qué asco!
– Da asco, tia Lena – dijo Thomas.
– Ya me reiré de vosotros cuando seáis mayores – dije riéndome.
– ¡Yo no haré eso! – habló mi hija.
– ¿Qué no? – preguntó Nick.
– ¡Y yo tampoco! – dijo mi sobrino.
– Os recordaré este día – intervino Emma.
– ¡Vale! – gritaron ambos niños a la vez.
– Bien – Lucas se puso de pie – ¿Quién se viene al agua?
– ¡Yo! – Val y Thomas saltaron.
Nos acercamos al agua. Nick y Lucas se tiraron de cabeza y yo me quedé en la orilla junto con Emma y los niños. Nick vino hacia mi y me cogió en brazos. Dejé pasar lo frío que estaba porque de alguna manera me transmitía un calor que reconfortaba.
– Te quiero – dije y le volví a besar.
– Yo más – dijo y finalmente me tiró al agua.
***
– Buenos días, princesa – dijo Nick dándome besos por toda la cara.
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Mi Mejor Error #MME2
Teen FictionSegunda parte de la trilogía MME A veces, un pequeño fallo te causa un gran problema y otras veces el problema no llega a existir. Desgraciadamente ese no va a ser el caso de Lena. Ella ha formado una familia con la persona a la que más ama en el mu...