CAPÍTULO 5

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– Eres una perra. Estás más morena que yo – dijo la rubia nada más ver a Alba.

– Yo también me alegro de verte – contestó ella. Ambas rieron.

– ¿Y yo qué? ¿No estoy moreno? – habló Dani poniendo una cara bella.

Lo miré de arriba a bajo. Seguía igual que siempre.

– ¿Tu? ¿Para qué? Si más feo no puedes ser – respondí divertida.

Me asesinó con la mirada.

– ¿Siempre tan graciosa?

– ¿Siempre tan gracioso? – repetí imitándolo.

Y dicho esto le abracé fuertemente y después a Alba. Los echaba de menos. ¿Que puede que hayamos tenido nuestras indiferencias? Claro que si pero todo pasa y después viene lo mejor.

Comenzamos a hablar sobre los lugares donde estuvieron. Según Alba fue lo mejor de lo mejor. Se fue a las Bahamas. Ella decía que no había mejor lugar para pasar una larga temporada desconectada del mundo. Y Dani se pasó 4 meses en Francia trabajando en diferentes pasarelas. Según él, lo mejor era ver a las modelos en bikini.

– Bien, chicos – habló Nick mientras se frotaba las manos – Una palabra: Vacaciones.

– Oh, Oh – interrumpió Emma – ¡Parque acuático! ¡Porfa! – pidió al igual que una niña pequeña.

– ¿Qué te parece MarinaDor? – preguntó con burla Lucas.

– Dígame – dijeron Nick y Dani a la vez.

– Muy graciosos pero yo quiero agua – dijo.

– Ahí tienes un grifo – contesté señalando la cocina a mis espaldas y Alba quien estaba a mi lado soltó una carcajada.

– Otra graciosa.

– Bienvenida al club – dijo el rubio.

– Haber. MarinaDor tiene agua... Y está cerca – añadió Alba pensativa.

En ese momento alguien dio unos toquecitos en mi esplada. Me giré y vi a mi sobrino frente a mi.

– ¿Tu también quieres agua? – le pregunté a Thomas y Emma me asesinó con la mirada. Yo solamente reí.

Negó.

– Entonces... ¿qué pasó?

– Para mi cumple queda mucho – dijo inocentemente – Yo quiero el juego ya.

Volví a reír.

– Pero hay que ser paciente, Thomas – hice una pausa tocando su nariz – ¿No puedes esperar?

– No – respondió.

Miré a su madre. Ella estaba distraída escuchando lo que los demás decían. Si le compro otro juego a Thomas me mata... Aún así, el niño tiene muchos por lo que no se dará cuenta de que hay otro más.

– ¿Qué te parece si vamos luego?

En su cara apareció una sonrisa enorme. Gritó ilusionado.

– Pero no le digas nada a tu prima si no va a querer que le compre algo a ella también – dije en un tono más bajo antes de que se fuera.

Él asintió mientras intentaba ocultar su risa.

– ¿Por dónde íbamos? – pregunté una vez que me giré de nuevo.

– Por una lancha en el mar – respondió mi estupendo marido.

– ¡Oye! Vale ya, ¿no? – todos rieron menos Emma.

– Podríamos ir a un crucero de unos días... Que desembarque en Roma, por ejemplo. Tuve que ir un par de días y es precioso. Iría una y otra vez hasta que no me dejaran subir más a un avión – dijo Alba – Eso si, donde haya actividades para los niños, para que no se aburran... Aunque no los vea mucho sé de sobra que no les gusta hablar de manicuras ni de quien ganó ayer el partido.

Asentimos.

– Fue el Madrid – habló Nick.

Todos le miramos.

– ¿Qué? Has preguntado...

Alba puso los ojos en blanco.

– Buscaré ofertas – habló Dani sacando el móvil y poniéndose a teclear – Como no nos hagan un descuento cada uno se va a tener que dejar un riñón y medio pulmón.

Hablamos un rato más para organizarnos y decidí bajar con Thomas a una juguetería. Gracias al cielo había una al final de la calle donde ellos vivían.

♥️

La próxima semana solo podré publicar el domingo ya que estoy llena de exámenes. Lo siento mucho, de verdad.

Ojalá fuera verano😂🙄

Mi Mejor Error #MME2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora