Seguía en blanco. No sabría definir bien que sentía. Por un lado estaba aterrada por el estado en el que podía estar Val a pesar de que Thomas estuviera sano y salvo. Por otro lado estaba enfada y rabiosa. No podía creer que la profesora de mi hija, Ane estuviera en el barco y decidiera llevarse a los niños sin consentimiento alguno. No me explicaba dos cosas; la primera, ¿por qué lo hizo? Y la segunda, ¿por qué dejarían las cuidadoras que se fueran con ella? Estaba claro que les iría a preguntar pero cuando encontrara a mi hija. Y por último, estaba frustrada por no saber donde se encontraba.
Puede que pareciera tonta sentada en la cubierta del barco, esperando, como si todas las respuestas que buscaba estuvieran a mi lado en vez de recorrer de nuevo toda la cubierta buscándola. Pero necesitaba pararme a pensar. No sé cuanto tiempo estuve allí pero no fue agradable. En el fondo sentía culpa por no haber cuidado mejor a mi hija, por no haberla protegido del todo. Siento que dejé una grieta lo suficientemente grande para que una persona ajena a nuestra familia se colara por ella. No entendía las razones que tenía aquella mujer para hacer lo que hizo y quería que me lo explicara.
Quise pensar que todo fue un mal entendido. Por lo que dijo Thom, dieron un paseo por el barco y comieron helado... Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Si no hubiera estado muy atenta cualquiera de los niños podría haberse acercado a la barandilla y... Dios. No quería ni pensarlo. Pero aquello era imposible. Es de sentido común. Val y Thom no se hubieran ido con ella. Tuvo que haberlos convencido de alguna manera, con el helado igual.
Dirigí mi vista al frente. El enorme barco se mostraba reluciente y enorme ante mi. Al estar en el principio podía admirar su inmensidad. No era pequeño pero tampoco grande. Atravesar... ¿No debía de atravesar el barco? ¿Rodearlo? ¿Por el mar? En mi mente se produjo un clic que lo cambió todo. Incluso pareció que todo se había vuelto más claro.
Igual no tenía que pasear por cubierta y buscar por el interior. Igual tenía que rodearlo, es decir, buscar por los laterales del barco mirando a través de la barandilla. Sé que sonaba absurdo pero de aquella manera no había buscado y prefería arriesgar y gastar el tiempo en eso que no pasármelo sentada y comiéndome la cabeza.
Me levanté de golpe lo que me produjo un mareo. No esperé y corrí. No encontré nada hasta el centro de la parte derecha del barco. Allí había una pequeña puerta camuflada con la barandilla que daba a una escalera pegada a la pared. No lo pensé y bajé por ella sin importar la gente que me miraba mal mientras lo hacía. Llegué hasta un saliente en el que había una lancha. Me extrañé de que estuviera ahí, a la vista y de que no la hubiera visto antes pero dejé esas preguntas a un lado y me concentré en lo que de verdad era importante. Busqué en su interior pero no encontré nada. Entonces me fijé en que había una puerta que daba al interior del barco. Estaba entrecerrada por lo que me acerqué a ella y la abrí.
Detrás se encontraba un estrecho y largo pasillo llenos de conductos y cables de todos los tamaños. Entré y enseguida escuché el fuerte ruido de las turbinas funcionando. Arrugué la nariz por el molesto estruendo. No reparé en a donde me llevaría ese pasillo pero lo crucé con prisa. Llegué a una sala llena también de conductos y formada por paredes que llegaban al techo. A su vez, formaba cortos pasillos. Parecía una biblioteca de tuberías.
Entonces escuché una conversación entre dos personas. Me atreví a decir de que eran un hombre y una mujer pero era difícil de acertar por el potente ruido de fondo. Hice un gran esfuerzo por seguir las voces. Poco después pude confirmar que eran dos personas de distinto sexo aunque me era imposible escuchar nada de lo que decían pero me eran demasiado familiares. Llegué hasta una pared enorme que comunicaba la mayoría de los pasillos que se colocaban paralelamente al que estaba. Curiosamente no tenía conductos ni cables. Era gris y parecía que tenía un grosor enorme. Pude escuchar las voces con mayor claridad.
Me estrujé el cerebro intentando recordar dónde las había escuchando antes y a quien pertenecían. No fui capaz por lo que fui caminando junto a la pared con cuidado para llegar a donde estaban. Necesitaba saber quienes eran y debía darme prisa porque no quería que nadie me tomase por una loca que se cuela en los bajos de los barcos porque pinta de trabajadora de aquel lugar no tenía. Además, igual sabían algo de Val.
Cualquiera pensaría que buscar por ese sitio no tenía sentido. ¿Qué razón tendría Ana para llevarse a mi hija a aquel lugar? Todavía tenía la esperanza de que todo hubiera sido un malentendido, que sus intenciones eran buenas y estuvieran en alguna parte del barco sentadas hablando de hadas y unicornios. Aun me quedaba ese pensamiento.
Seguí caminando hasta que oí la conversación con más nitidez por lo que me paré para escuchar mejor. A unos 7 metros de mi se acaba a la pared y el descansillo debía de dar a la sala en la que las dos personas estaban hablando.
– ¿Crees que va a funcionar? – preguntó el chico. Por su voz parecía joven.
Me fui acercando poco a poco para escuchar mejor.
– Por supuesto – respondió la chica – Nunca se les va a ocurrir entrar aquí. Ha sido muy buena idea, lo reconozco – rió. Una risa muy conocida.
El ruido de las turbinas fue disminuyendo considerablemente pero no llegaba a desparecer. Era lo suficientemente alto como para que incordiara pero lo suficientemente bajo como para seguir escuchando. Llegué hasta el extremo de la pared y me paré antes de asomar la cabeza para mirar.
– ¿Desde cuando Clara Rodriguez es amable conmigo?
Me quedé sin respiración y mi corazón dejó de latir. Como si de una alarma se tratase, alguien se acercó por mi espalda y me puso una mano en la boca evitando que chillase. El susto que me provocó hizo que no me desplomara al suelo de inmediato.
♥️
MARATÓN 2/3🤪
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Mi Mejor Error #MME2
Novela JuvenilSegunda parte de la trilogía MME A veces, un pequeño fallo te causa un gran problema y otras veces el problema no llega a existir. Desgraciadamente ese no va a ser el caso de Lena. Ella ha formado una familia con la persona a la que más ama en el mu...