CAPÍTULO 12

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Oí un pitido, a lo lejos pero no era capaz de averiguar lo que era.

Entonces me di cuenta. El timbre de la puerta. ¿Quién era capaz de estar llamando a las 5 de la mañana?

Me levanté sigilosa. No quería ni imaginarme a la persona que estuviera detrás de la puerta. Fui rápido hacia la puerta sin hacer ruido y miré por la mirilla. Para mi sorpresa, no había nadie.

Volví a la habitación y volvieron a picar. Miré por la mirilla de nuevo pero el rellano seguía vacío.

Abrí la puerta y miré en todas las direcciones. Ni rastro de personas pero si que vi algo en el felpudo. Un sobre.

Que no sea lo que pienso, por favor.

Me agaché y lo cogí. Volví a mirar a mi alrededor para después cerrar la puerta.

Sin esperar más abrí el papel y vi lo que ponía. Me descolocó.

B=M : (3-1) = (2-1) = 1 + V = 0

Estaba segura que aquello no era una ecuación de matemáticas.

Le di la vuelta al papel y vi algo más escrito.

A la tercera no avisaré. Te quitaré tus recuerdos a ti también, o algo más.
Besos.

El mundo pareció moverse a mi alrededor. Todo me daba vueltas.

¿Quién coño estaba dejándome estas cosas?

Estaba empezando a acojonarme de verdad.

Estaba segura de en cuanto llegara Nick se lo contaría todo.

Me senté en una silla de la cocina y estuve mirando el papel durante un buen rato intentando descifrar aquella cosa.

Nada. No lo entendía.

– Ey. ¿Qué haces ahí?

No me caí de la silla de milagro.

– ¿Estás bien? – se acercó a mi y me puso una mano en la espalda.

– ¿No tenías que volver más tarde?

– Me han dejado salir antes – me miró con el ceño fruncido – ¿Qué haces despierta a estas horas?

Bajó la vista hasta mis manos las cuales estaban apoyadas en la mesa.

Me miró de nuevo y cogió el papel. Lo leyó unas cuantas veces y después le dio la vuelta.

– ¿Qué significa esto? – se sentó a mi lado – ¿Quién te lo ha dado?

– No lo sé – susurré – Alguien está empezando a torturarme.

Su cara de asombro mezclada con rabia lo describió todo.

– Ayer, por la noche, alguien entró aquí – le conté mirándole fijamente. Estaba a punto de llorar – Dejó un enorme regalo. Lo abrí y me encontré con una nota y un adorno – Me levanté para sacarlo de su escondite y enseñárselo.

– ¿Por qué no me lo dijiste, Lena? – dijo – Esto no puede traer nada bueno.

– Si, lo sé. Pero pensé que era una broma. Casi no me ha dado tiempo a asimilarlo.

– ¿Y ahora? – hizo una pausa – Debías de habérmelo contado... Incluso interrumpirme en el trabajo si hubiera hecho falta. Hubiera venido aquí corriendo sin importar lo que me dijeran. no iba a dejarte sola cuando alguien desconocido entra aquí por la noche y deja algo como esto. Es serio, muy serio. ¿Y su esta noche os hubiera pasado algo a los tres? No me lo perdonaría nunca...

Lágrimas se desplazaron por mis mejillas. Me abrazó.

– Tienes razón, lo siento mucho – sollocé.

Tras unos minutos logré tranquilizarme.

– ¿Qué podemos hacer? – pregunté volviendo a leer el papel.

– Quedarnos aquí no es una buena idea – dijo con un tono sereno – No es seguro. Le pediré a Dani que nos deje estar en su casa por unos días. Yo me encargo de esto. Tu solo preocúpate de que los niños estén bien – asentí.

Me asombró la calma que guardaba afrontando todo esto, pero también cabe decir que está acostumbrado a situaciones similares.

– Menos mal que te tengo a mi lado... No sabría que hacer si no estuvieras conmigo. Te quiero.

Sonrió de lado.

– Y yo a ti.

♥️

Espero que os haya gustado🤪🖤

Mi Mejor Error #MME2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora