Era un colgante de una chapa. Leí el nombre que había en ella.
Iván.
Apoyé toda mi espalda en la pared y eché la cabeza hacia atrás.
Aquello no era posible. Estaba encerrado, no tenía que salir todavía, le quedan dos años... Y si le hubieran reducido la condena o si hubiera escapado me lo hubieran dicho, ¿o no?
Pero había muchas teorías... ¿Y si no era él? Igual era alguien muy parecido con el mismo nombre.
Aun así, esos ojos lo contradecían. Podía ser indecisa en muchas cosas pero en eso estaba muy segura. Esos ojos eran de Iván, el mismo que me había hecho la vida imposible años atrás.
Enseguida me di cuenta de que Nick había salido tras él.
Me levanté rápido y como consecuencia sufrí un mareo. Me apoyé en la pared y cuando estuve lista salí del apartamento. Bajé lo más deprisa que pude las escaleras y llegué al portal. Miré alrededor y al no ver a nadie y estar todo apagado salí a la callé.
Al otro lado estaba Nick encima del encapuchado. Lo estaba inmovilizando. Un coche de policía llegó. Se bajaron dos policías ocuparon el lugar de Nick.
Crucé la calle y llegué a su altura.
– ¿Quién es? – pregunté nada más llegar al lado de Nick.
Él no dijo nada, solo respiraba entrecortadamente por la carrera que se había metido.
Le agarré el brazo y me junté a él.
Un policía le puso unas esposas y lo levantó.
El corazón me empezó a latir a mil por hora hasta que vi la cara del chico.
No era Iván.
Todo el puzzle que tenía hecho en mi cabeza se desencajó por completo. No tenía sentido. El colgante, los ojos, eran de él...
Sin embargo, a ese no lo conocía, de hecho nunca lo había visto.
Un policía se acercó a Nick y le dijo algo al oido. Mientras, yo observaba al encapuchado, como lo empujaban hasta el coche patrulla. Giró la cabeza y me miró. Me impulsé hacia atrás por instinto pero al ver su cara de terror y tristeza me paré en seco.
– Lo siento – dijo con los labios.
Abrí los ojos más de lo normal. Estaba alucinando. Nada de aquello tenía sentido.
– Tendremos que ir a comisaría – me habló Nick.
Le miré durante una fracción de segundos y seguido asentí.
Volví a mirar el colgante que tenía en la mano. Me acordaba de él. Se lo había regalado yo misma, de ese tamaño, con esa letra... imposible que fuera de ese tipo.
***
Estuvimos el resto de la noche en comisaría y cuando el sol estaba a punto de salir llegamos a casa.
– Eso que dices es imposible Lena – dijo Nick cerrando la puerta – Ya nos dijeron que Ivan sigue en la cárcel, como Clara.
– ¿Y cómo me explicas que haya estado aquí? – me pasé las manos por la cara – Era él, de verdad. Nunca he estado tan segura en mi vida – entré en el salón seguida de él y me dejé caer en el sofá – Y el colgante... Dios, se lo regalé yo. ¿Cómo podía tenerlo?
Nick se acercó a mi y se sentó a mi lado.
– Mírame – solté un suspiro y lo hice – Deja de preocuparte...
– ¡Me pides algo imposible! – le interrumpí cansada de oír todo el rato lo mismo.
Y era verdad. Los policías me dijeron: "ya no tiene nada de que preocuparse. Hemos atrapado al culpable y no podrá volver a hacer nada más. Ya puede dormir tranquila".
¿Enserio? Les repetía una y otra vez que habían cogido a la persona equivocada. Iván había encontrado la manera de salir de su celda sin ser visto, venir a ahogarme y luego irse.
Me ignoraron y me dieron el número de un psicólogo al contarles mi hipótesis de que la profesora de mi hija estaba con pinchada con él.
Sí, eso pensaba. Si no... ¿que podía ser? ¿Una profesora normal?
No.
– Por dios, Lena. Es muy descabellado lo que dices. Y aunque fuera verdad... – hizo una pausa y gruñó – Prometí protegerte con mi vida y no lo estoy haciendo bien. Hoy por poco te...
– Ey, ey – le puse la mano en la mejilla – No es tu culpa. No quiero que te sientas mal por esto. Además, si no fuera por ti, ese chico hubiera escapado – puso su mano sobre la mía y sonrió levemente.
– Mira, si quieres... Vamos a un hotel a pasar unos días si así te sientes mejor y más cómoda – negué.
– Eso mismo hicimos cuando fuimos con Dani y no dio resultado. Además, pronto nos vamos de vacaciones.
– ¿Estás para ello? Ya sabes, es mucho lo que se nos está viniendo encima...
Me encogí de hombros.
– Creo que sí. Se supone que ya han cogido al culpable ¿no? Aunque yo no lo crea – dije lo último más bajo – Creo que nos vendrá bien desconectar un poco...
Sonreí.
Durante los días siguientes no pude comerme más la cabeza. Decidimos no contar nada de momento para evitar meterlos a ellos en este problema.
En lo que no dejé de pensar era en el "lo siento" del chico. Lo peor es que sentí que lo decía de verdad y además, su cara lo decía todo.
Y menos mal que Val se había quedado con Emma y Lucas porque imaginaos si ella hubiera estado en casa... Lo que le hubieran podido hacer.
Se me ponía la carne de gallina cuando lo pensaba y no paraba de reparar en ello.
Igual si necesitaba un psicólogo...
♥️
Todo el mundo al perfil de mi mejor amiga a ver su historia: "te necesito". Es genial y a mi me encanta. ¡Estoy segura de que a vosotros también os encantará!💙
eleaurrea
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Mi Mejor Error #MME2
Teen FictionSegunda parte de la trilogía MME A veces, un pequeño fallo te causa un gran problema y otras veces el problema no llega a existir. Desgraciadamente ese no va a ser el caso de Lena. Ella ha formado una familia con la persona a la que más ama en el mu...