Capítulo 9.

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Me volví a despertar,no por ningún ruido ni nada,solo que dudas me impedían dormir a gusto.

Me levanté sentándome en la cama y dí un trago a la botella de agua que seguía sobre mi mesita de noche, dejándola por la mitad más o menos,al parecer no había dormido mucho y todo el resto de personas seguía en su profundo sueño,me acerqué a la puerta y absolutamente nada se oía.

En ese momento pensé en hacer una locura que quizás me salía caro, no estaba segura pero sentía que no había otra opción,no quería acabar como el resto de chicas matadas sin motivo por estos chicos,así que me decidí por hacerlo.

Me coloqué enfrente de la puerta de metal, la miré por un par de minutos, planteándome seriamente lo que estaba apunto de hacer y si valdría la pena, subí una mano formando un puño en esta, cogí aire hinchando mis pulmones y di un gran golpe que resonó en todo el lugar.

Ya no podía parar,tenía que seguir, comencé a dar golpe tras golpe, en ese momento pensaba como tendría que actuar con la persona que entrara, no tenía un plan asegurado, ni nada pensado que decirle, solo sabía que tenía que mantenerme firme.

Una voz en tono enfadado me hizo parar de dar golpes.

—Me cago en todo¡joder!¡te vas a cagar!—un fuerte grito con seriedad y sin piedad escuché del otro lado de la puerta,un poco alejado pero seguro que venía hacia este sitio.

En ese momento me arrepentí de lo que había hecho, sabiendo que no había vuelta atrás, me aleje de la puerta corriendo y me acerqué a la cama cerca del baño por si tenía en algún momento que esconderme, estaba atemorizada y las piernas me temblaban cuando escuché la llave girar.

De un fuerte empujón se abrió la puerta dejando ver a una figura que me inquietaba tanto,era el de comprensión delgada pero sus ojos verdes transmitían odio creandome pánico, sus pupilas estaban dilatadas y caía una gota de sudor de su frente del enfado, ya que obviamente no era de calor.

Entró cerrando la puerta a sus espaldas y avanzando rápidamente.
Yo entreabri la boca,mis ojos por primera vez se ponían vidriosos.

—¿Que coño pretendes?puta malcriada—escupió sin ataduras y empezó a rodear la cama.

—Yo-yo de verda-ad e-es—no pude hablar por los nervios, a la mierda la idea de mantenerme firme, cuando ya lo tenía delante mia,no tuve otra cosa que hacer y me eché al suelo en llanto, yo, que casi nunca lloraba si no era por dolor físico, arrodillada en llanto ante un desconocido.

Me sentía estúpida además sabiendo que era totalmente culpa mía ,miré hacia arriba, él me observaba sin piedad y en el momento que abrí la boca para formular palabra un fuerte puñetazo se estrelló en mi cachete izquierdo, me hizo caer hacía un lado y que lágrimas de dolor cayeran con más fuerza por mi mejilla.

Él se dio la vuelta y se dirigía hacía la puerta pero conseguí decir algo, casi sin pensar, ya que tengo la estúpida manía de preguntar por todo.

—Por-¿porqué?—él me miro ya desde la puerta y formuló una única frase antes de cerrar de nuevo la puerta con un portazo y con llave "tu sabrás".

Esa frase cambiaba las cosas,algo me decía que no estábamos ahí por gusto y que cada una tenía un motivo,pero no comprendía cual era el mío .

CNCO «Encarcelados»||TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora