Una alarma muy irritante comenzó a sonar despertándome, recordé en la gran mierda que estaba y que deberían ser las 6 de la mañana y sería la hora de la ducha en la que no pensaba ir en mucho tiempo, así que me senté sobre la cama mirando hacia fuera de la celda, en ese momento me di cuenta de la ausencia de Erick, seguramente estaba en las duchas aunque debían de tener cuidado, podrían ser violado por muy heterosexual que fueran y aunque no quisieran.
Veía a la gente que caminaba en dirección a las duchas, tenía ganas de entrar al baño pero me seguía dando miedo entrar sola, también tenía hambre pero tendría que esperar a la hora del desayuno.
Al final me decidí en entrar al baño ya que me imaginaba que no habría nadie porque la mayoría estarían en las duchas.
Caminé por el pasillo hasta el baño y me adentre sin llamar mucho la atención, como era de esperar no había nadie, así que me metí en el cuarto del retrete y al terminar de hacer mis necesidades tiré de la cadena y al salir me encontré con un chico grande mirándome.
—Uy uy,tenemos chica nueva, una más para violar—dijo mirándome de arriba abajo y yo me quedé en shock abriendo los ojos por la sorpresa—avisaré a mis amigos de que tenemos un nuevo juguetito—empezó a reirse de una manera un poco rara, aquí todo el mundo estaba loco al parecer.
En un movimiento rápido me escabulli de enfrente suya y me dirigí a la puerta rápidamente para salir.
—Adiós hermosa, nos vemos luego.
Salí abriendo la puerta del baño un poco apurada y me dirigí a la celda, quedaba ya poco para el desayuno así que me senté en mi cama a esperar.
Justo llegó Erick y me dirigió la mirada a modo de saludo, prefería no contarle nada sobre lo que acababa de ocurrir minutos antes en el baño, pues no le importaría.
—¿Qué estabas en las duchas?
—No.
—¿Y entonces?
—Hablando de cosas que no te importan.
Preferí no seguir insistiéndo pues no tenía un buen genio asi que me callé, este chico era bipolar.
—Ven si quieres a desayunar—dijo saliendo rápidamente de la celda y yo lo seguí a sus espaldas.
Entrando al comedor nos encontramos con Joel y Chris, agarramos la comida sentandonos en la mesa del día anterior, llegaron Richard, Zabdiel y Alan a los minutos, al parecer les habían concedido el cambio de habitación y ahora Alan dormía con Zabdi tras una pequeña amenaza a un policía.
Desayunamos una comida asquerosa en silencio, no teníamos mucho que contar, hoy ninguno se había duchado y yo no pretendía hacerlo, tenía un poco de curiosidad de saber sobre lo que había hablado Erick con los demás chicos pero no pregunté.
Terminamos de desayunar y salimos, en la mañana no hay gran cosa por hacer, por la tarde al menos está el patio y me ha contado Alan que hay pistas para jugar a fútbol y baloncesto.
Iba camino a mi celda cuando entró un policía en el sitio de las celdas y empezó a gritar mi nombre completo para que fuera a la puerta.
Yo que quería pasar de inadvertida y ahora todo el mundo me vería y conocería mi nombre, comencé a caminar por el pasillo y la gente se me quedó mirando yo bajé la mirada un poco avergonzada.
Me acerqué a la puerta dónde había un policía con dos guardias a su lado, abrieron la puerta con un montón de pestillos para poder salir de la zona de celdas, nada más salir me agarró un guardia sosteniendo mis manos en la espalda para que no me pudiera mover.
Me sacaron y fuimos caminando por algunas pasillos hasta entrar en una sala con muchos teléfonos y algunos presos hablando por ellos, ahí ya sabía lo que me esperaba y no era bueno, hablaría con mis padres...
Me llevaron hasta en frente de un teléfono y el guardia me soltó quedándose a unos metros, luego vino un policía con unos papeles en la mano y comenzó a marcar unos números sobre el teléfono, era el número de mi padre.
Se fue el policía dejandome con el guardia mirándome.
Agarré el telefono, lo miré, suspire y mis ojos empezaron a ponerse vidriosos, no sabía que hacer ni que decir, me lo acerqué a la oreja y escuché un par de pitidos cuando se escuchó el teléfono descolgarse desde la otra línea.
—Si¿Dígame?
—Pa..pá—pude decir apenas en un susurro ya que me temblaba la voz.
—¿Cloe?¿¡Eres tu?!—en ese momento escuché unos pasos por detrás acercándose a él y hablando, seguro que era mi "madre".
—¿¡Cloe que coño has hecho?!¡nos han llamado hace un rato!¿mataste a un puto policía,estás de coña?!¡Eres una puta asesina!—mis lágrimas comenzaron a salir de mis ojos sin parar, me dolía que no hubieran preguntado por mí, cuándo llevaba más de una semana sin aparecer por casa, pero lo que más me dolía era saber que tenía razón.
Se quedó callado con la respiración agitada y se escucharon mis pequeños sollozos y las lágrimas caían por mi mejillas.
—La reputación de mi empresa se ha ido a la mierda por tu culpa...Joder, una hija asesina—dijo calmandose un poco—¿que quieres?te tengo que pagar la puta fianza para salir de ahí¿no?Joder solo problemas.
Yo no sabía si estaba de broma, tenía mucho, mucho dinero, lo suficiente para pagar la fianza a su puta hija y no era capaz, no me lo podía creer.
—Manuel—le llamé por su nombre, me negaba a llamarle papá—no pagues mi puta fianza¿entendido?dejame aquí, prefiero quedarme aquí que volver a casa contigo, eres un puto borracho de mierda, nunca has merecido mi amor, espero que te des cuenta de la mierda de vida que tienes, que tu puta mujer se acuesta cada noche con mil hombres, eres lo peor que hay, me arrepiento de todo lo que te he dado, de las veces que te dije te amo, nadie te ama,ni te amará ¿entiendes?—comencé a llorar muy fuerte—Adiós, y no me vuelvas a hablar en tu puta vida.
—Hija....—escuché por el otro lado de la línea antes de colgar.
No me llamaba hija desde los 8 años...Coloqué el teléfono en su sitio y me tiré al suelo llorando desconsoladamente, el guardia simplemente se quedó quieto esperando a que me calmara, cosa que agradecí.
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CNCO «Encarcelados»||Terminada
Fanfic¿Y si todo cambia de repente?¿y si todo ahora está mal?¿y si das todo por gente que no merece la pena? Todo era oscuro, pero a veces las cosas pueden cambiar, incluso a mejor que antes. Killesfive,una de las bandas de asesinos más conocidas en el m...