Capítulo 10.

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Me dirigí al baño y me derrumbe al ver mi rostro morado,con un poco de sangre y lágrimas cayendo libremente por mis mejillas, yo misma me daba pena.

Años y meses atrás había aprendido a ser fuerte y parecía que no había servido de nada, pues estaba ahí, temiendo de 5 chicos, encerrada sin saber mi futuro y llorando desconsoladamente.

Me lavé la cara con agua y me la seque con cuidado para no hacerme daño y ahora lo que quería era dormir y despejarme de todo un poco, así que me dirigí a la cama acostándome boca arriba pensando si mi familia me estará echando en falta o al menos estarán buscándome,pensando en esas cosas me quedé dormida.

(....)

Por fín pude dormir un poco en lo que quedaba de noche pero el sueño no me duró mucho al ser despertada por golpes en mi puerta y en las puertas de al lado, suponía que iban a traer mi desayuno o algo así, oí como abrían las demás puertas pero la mía nunca se abrió,seguramente estaba castigada por lo de anoche.

Pasaron las horas desde el desayuno, se escuchaba a gente pasar de lado a lado y algunas que otras conversaciones pero no conseguía entender nada, durante ese tiempo había escuchado dos veces gritos de chicas,diciendo que parara o que no quería,sinceramente me esperaba lo peor.

Me dolía la barriga de hambre pero suponía que ya mismo era la comida y con suerte no me castigarian más, fui al baño y volví a ver mi cara, estaba bastante mejor, no tenía sangre pero tenía el moflete hinchado y un poco morado y debajo de mi ojo se podia ver que estaba de un color rojizo.

Al terminar de mirarme observé a mi alrededor, tenía una ducha, era pequeña y no tenía nada para lavarme pero aún así, darme con agua me ayudaría a despejarme y limpiarme.

Fui quitando mis prendas poco a poco,me observé en el espejo,estaba un poco más delgada, mi metabolismo hacía que engordara y adelgazara muy rápido, era un don o una habilidad que tenía.

Giré la manecilla hasta que salió el agua caliente y al meterme bajo el chorro, noté que era el mejor momento que tenía desde que llegué allí, lavaba mi cuerpo simplemente con las manos, me hice una coleta pues no quería lavarme el pelo, me daba miedo que no estuviera permitido ducharse y se dieran cuenta así que me daba algo de prisa.

Mientras seguía con lo mío una puerta se escuchó abrirse muy cerca, seguro que era la que tenía al lado.

Mientras escuchaba la escena yo me iba saliendo de la ducha, me seque con una pequeña toalla que había para las manos, a la chica de al lado la escuché gritar, llorar y negarse a gritos, no tenía ni idea de lo que estaban haciéndole pero no tenía pinta de ser la primera, pues ya había oído antes gritos, y tampoco tenía pinta de ser la última.

Yo ya me había secado y vestido, dejé mi pelo en la coleta que me había hecho antes y salí al cuarto, sentándome en la cama escuchando lo que pasaba al otro lado de la pared.

CNCO «Encarcelados»||TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora