Capítulo 32.

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Le agarré del brazo con cuidado de no lastimarle y le guíe hasta la enfermería, di unos pequeños toques y al otro lado se escuchó "pasa".

Abrí la puerta y me encontré con una sala, no muy grande y con pocas cosas relativamente, había 2 enfermeras y dos camillas aparte de más cosas, en una de las camillas había un chico, muy delgadito y lloraba intensamente, las dos enfermeras estaban con él y una hizo una seña para que esperaramos y eso hicimos.

El chico lloraba y soltaba quejidos de dolor que me hacían estremecer, no sabía lo que le ocurría pues no veía con las enfermeras delante, por fin una de ellas se quitó de delante y vino hacia nosotros dejándome ver al pobre chico semidesnudo boca abajo en la camilla, le miré un poco espantada pues sus gritos eran desgarradores.

La enfermera que venía tenía pinta de ser un poco simpática y me atreví a preguntar por el pobre chaval sin que él me escuchará, me dijo que le habían violado y tenía un desgarre anal, sonaba doloroso.

—Bueno, siéntate aquí—le dijo a Zabdiel señalando la camilla, se dirigió hacia una mesa donde había materiales para curarle y mientras buscaba le preguntó—y bien¿cómo te has hecho todas esas heridas?—preguntó amable.

—No te import—interrumpí a zabdiel de un codazo en el brazo,ya que la chica estaba siendo muy amable y él estaba siendo un estúpido.

—Bueno ya sabes, lo típico, una pelea—dijo Zabdiel y le miré un poco orgullosa.

Ahí me puse a pensar y estaba casi segura de que Zabdiel lo había hecho símplemente por ganarse el respeto de todos y no por gusto, o eso quería imaginar.

La chica vino hacia la camilla con varias cosas, al parecer tenía que coserle la ceja a Zabdiel, le hizo tumbarse y como no tenían presupuesto lo tendría que hacer sin anestesia.

Zabdiel se tumbó con los ojos cerrados y la enfermera se colocó a un lado y yo miraba desde el otro, la enfermera comenzó a coser y vi como una mueca de dolor se formaba sobre el rostro de Zabdiel, este apretó fuertemente su puño y no pensé en nada y simplemente le agarré la mano, él me lo correspondió pero rápidamente me arrepentí, me pareció tierno que agarrara la mano pero él por el dolor apretaba tanto mi mano que me hacia un poco de daño.

Estuvimos unos 20 minutos hasta que por fin acabó y nos marchamos del lugar después de que le curara algunas heridas más.

Lo acompañé hasta su celda dónde estaba Alan y se sentó ya que quería descansar un poco, me fui de ahí dejándolo tranquilo pero ahora no sabía que hacer ni dónde ir, no me gustaba nada estar sola ,quedaba poco para la comida y no sabía que hacer, Erick nunca estaba conmigo en la celda, escuchaba gemidos y gritos entre las celdas, era muy preocupante y triste escuchar esas cosas sabiendo que podía pasarme en cualquier momento.

Entonces me dirigí a la habitación de Joel y Chris que estaba al lado de la mía, a ver si con suerte había algún chico, al menos ellos no me violarian, o eso esperaba.

Caminé hasta ahí y al asomarme estaban Chris, Joel, Erick y Richard, al darse cuenta de mi presencia se me quedaron mirando y me sonroje un poco bajando la mirada.

—¿Puedo quedarme aquí?...¿aunque sea en el suelo...?—pregunté con miedo.

Ellos se miraron y luego Richard asintió un poco, yo pasé y me senté en el suelo, apoyando la espalda en la pared, estaba un poco cerca de ellos pero no mucho, ellos estaban dos sentados en la litera de arriba y otros dos en la de abajo hablando de sus cosas pero parecieron cortarse un poco ante mi presencia.

—Cloe¿no tienes otro sitio dónde ir?—dijo un poco borde Joel.

—¿Molesto?—dije un poco indignada.

Parecía incomodarles aunque no hacía nada, al parecer hablaban de cosas que no debía enterarme y lo entiendo, pero ellos deberían entender mi situación.

—Bro déjala, ya mismo es la hora de comer—le calló Chris.

Me molestaba que me siguieran viendo como una carga, me puse a pensar que alomejor debería de haber aceptado que mi padre pagara la fianza y salir de ahí, me encontraba allí sin poder contarle mis problemas a nadie, los chicos no sabían por lo que estaba pasando.

Al rato vimos a las personas caminar por el pasillo sabiendo entonces que era la hora de comer, no tenía hambre, nada de hambre, era obligatorio comer pero nadie revisaba las celdas, pasaba de comer, no queria ir.

Los chicos se levantaron y fueron saliendo de la celda camino al comedor, viendo que no me levantaba con intención de irme, me preguntó Joel.

—Que pasa¿no comes?

Yo negué y él se quedó por unos segundos mirándome y luego se marchó con los chicos que le habían sacado ventaja, salí de esa celda que no era la mía y me metí en la mía, subí a mi litera y ahí me tumbe mirando a el techo, me venía bien ese silencio que ahora había sobre las celdas ya que todos o la gran mayoría de presos se encontraban en el comedor.

Narrador omnisciente.

Joel se había extrañado de que no quisiera comer pues ahí todos pasaban hambre, aún así lo dejó pasar y corrió un poco hasta alcanzar al resto de chicos, como todas las veces anteriores todos agarraron sus bandejas y se fueron a la mesa de siempre.

—¿Y Cloe?—añadió Alan.

—no quiso comer—dijo Joel sin levantar la mirada de su plato.

—Fuiste un puto borde, por eso no vino—dijo Chris acusando a Joel, él le miró y puso cara de indignado.

—¿Estás de coña?sabes bien que estábamos hablando de cosas importantes—dijo Joel defendiéndose.

—No era manera de tratarla—dijo Richard mirando a Joel.

—Joder,no me lo creo—dijo soltando una pequeña risa sarcástica—como que vosotros no habéis sido bordes ni malos con ella—dijo acusando a todos.

Todos callaron sabiendo que Joel tenía razón, en ese momento se levantó Alan de golpe con su bandeja en las manos, los chicos le miraron super extrañados ya que no había terminado de comer.

—¿Dónde vas?¿que mosca te ha picado?—dijo Richard extrañado.

—Valorarla, solo os digo eso, no estaría mal que penséis un poco en ella—dijo Alan antes de marcharse con la bandeja en su mano sentándose en otra mesa con un par de chicos más.

Los chicos observaron como se marchaba hacia la otra mesa y luego intercambiaron miradas entre ellos, ahora todos sentían algo en su pecho que nunca habían sentido, no se encontraban bien y a medida que fueron terminando se iban marchando de la mesa.


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CNCO «Encarcelados»||TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora