Capítulo Final.

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Otra vez volvía a sonar la estúpida alarma pero al intentar ponerme derecha unas manos me sostenían de la cadera, miré a mi espalda y Erick todavía estaba dormido, me sonroje al recordar lo que hicimos la noche anterior y simplemente me di la vuelta quedando abrazada contra su pecho.

Me gustaba sentir su respiración y aunque tenía ganas de ducharme me decidí quedar junto a él hasta que fuera la hora del desayuno.

(....)

Toda la mañana había transcurrido de lo más normal, me levanté para desayunar junto con Erick y todo el resto de la mañana estuve metida en la biblioteca leyendo algo que pareciera interesante.

—Cloe—escuché que decía Zabdiel.

Levanté la mirada de la comida para prestarle atención indicándole que hablara.

—Ems..¿esta tarde vamos al patio?—preguntó y por alguna extraña razón lo notaba nervioso.

Miré a los chicos y luego asentí, sin más conversación terminamos de comer y como siempre recogimos la mesa.

Me dirigía a la celda un poco cansada por consecuencia de no haber dormido bien del todo esa noche, aunque el cansancio mereció la pena.

Me tumbe tranquila mirando hacia el pasillo y me fijé en la gente, la mayoría no hacía nada, simplemente se tumbaba como yo, otra gente andaba con miedo, otras personas parecían creerse los reyes de la prisión y caminaban con superioridad.

De repente vi cómo Zabdiel y Richard hablaban en una esquina y cómo luego se separaban, parecían tramar algo pero decidí no darle mayor importancia.

Los minutos pasaban largos, yo todavía recordaba las palabras de Erick el día anterior y rondaban por mi cabeza.

(....)

Por fín comencé a ver a la gente caminando hacia el patio y supe que había llegado la hora, pero justo cuando me estaba poniendo de pie vi aparecer por la puerta a Zabdiel.

—¿Vamos?

—¿Porqué tantas ganas de ir?

—no se—miró hacia arriba y se notaba nervioso—vamos, los chicos están esperando—dijo evitandome y dándose la vuelta.

No sabía porque ese tema parecía incomodarle pero le seguí sin rechistar.
Caminamos juntos hacia el patio y allí me llevó junto al resto de chicos, incluido Alan.

Los chicos parecían nerviosos, los miraba continuamente hasta que noté cómo Alan se adentraba dentro de la prisión a lo que decidí no darle importancia.

El resto, incluida yo, jugábamos a fútbol, nadie le quitaba la pelota a Zabdiel por miedo y me hacía gracia porque no conseguía meter ninguna en la portería, Joel pareció retirarse del juego y se sentó alejado y al rato estaba tumbado mirando hacia el cielo en una esquina.

Parecía haber una complicidad ya que Richard compartía miradas con Joel.

—Cloe—llamó mi atención Christopher.

Yo le miré indicando que podía hablar, ambos estábamos en la defensa mientras el balón se jugaba en la otra parte del campo.
Se acercó a mí, al parecer era algo que no podía ser escuchado por nadie.

—Por favor, confía en nosotros, no te alejes de mí y haz lo que te indiquemos—me dijo con ojos suplicantes.

—¿A qué te refieres?—pregunté realmente confundida.

De repente los del equipo contrario anotaron un gol por estar hablando.

—Solo hazme caso—finalizó Christopher dando por terminada la conversación y seguimos jugando, quería ganar ese partido.

CNCO «Encarcelados»||TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora