Kefla, un viaje de lo mas raro.

2: Muchas preguntas, pocas respuestas.

El soldado de clase baja Mykr observaba a su superior Ludwig y no podía evitarse reírse disimuladamente mientras este se quedaba dormido reclinado a una pared al lado de la saiyajin. 

No era un secreto la rareza y el misterio provocado por la aparición de esta saiyajin y aunque se podía sentir la tensión en el ambiente Mykr siempre había admirado aunque en secreto a los saiyajin que rondaban la base durante la época en que Freezer mandaba con mano de hierro y como al pesar del aparente desprecio del tirano. 

Mientras reflexionaba ─El grupo de Vegeta se las había arreglado para sobrevivir tanto─ no era lo suficiente como para admirar individualmente a Vegeta, Nappa o Raditz, eran seres inferiores...

─¿Pero la tenacidad en general es algo que debe reconocerse o no? Supongo que si─  
Da un breve respiro.
─Algo vio Freezer en esos tres para dejarlos vivir por todo ese tiempo─

Mykr solo podía pensar en lo poco, tal ves mas de lo que otros sabían, sobre los saiyajin cuando la chica frente a el comenzó a moverse lentamente.

Solo unos pequeños espasmos pero lo suficiente para que el soldado fuera sacado de sus pensamientos, pegara un grito de horror y despertara a Ludwig de un salto el cual a la ves acciono su scouter para llamar a Ratzura.

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Varios minutos después. 

Ratzura le confirmo a la abultada audiencia que rodeaba la camilla que la saiyajin se encontraba bien y al parecer despertaría muy pronto.

El pánico se apoderaba de todos los soldados de baja clase salvo contadas excepciones. 
El temperamento de los saiyajines es muy conocido debido a Vegeta y una miembro de esta raza que triplicaba el poder del soldado mas fuerte de la base no era algo para ser tomado a la ligera.

Sin embargo la situación en la cual se encontraba lo poco que quedaba del antiguo imperio hacia que las respuestas a las preguntas fueran valoradas. 
Pronto la situación se volvió tan inestable hasta el punto que el riesgo tomado parecía valer la pena.

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Kefla poco a poco abrió los ojos, veía borrosamente, no podía distinguir las voces una de otras, sentía sus músculos muy rígidos, trato de levantar sus brazos para frotar sus ojos pero no podía moverlos, sabia que seguía con vida, trato de moverse de nuevo en vano...

No sentía su ki fluir de una manera natural ─algo esta mal─ se repetía mentalmente dando paso a la desesperación, finalmente con una expresión y una voz frágil que recordaba mas a la personalidad sumisa de Kale que la volatilidad de Caulifla.

Kefla pregunto ─¿Donde estoy?─

Por lo cual Ratzura haciendo oír su voz de mando expreso lo siguiente ─salgan todos de la sala salvo Nispero y Ludwig─ siempre se caracterizo por ser un científico muy sereno tanto en sus expresiones como en acciones, pero su voz imponía respeto y liderazgo.

Por lo que todos extrañados decidieron abandonar la sala pero en alerta por la enorme probabilidad de una masacre por parte de la saiyajin desconocida, aunque muchos eran los soldados alienigenas rezando a sus diferentes dioses de sus respectivos planetas aunque sean poco creyentes.

El temperamento de Freezer y el de los saiyajin era muy conocido por las diferentes especies.
Era mejor no confiarse.