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-'81

-¡Sin maquillaje!- dijo la chica frente a una mujer, mejor dicho a una joven mujer de no más de  20 años, -¿es un paisaje natural, no?-dijo la joven, mientras se levantaba y caminaba a la tierra. 

-¡Indivar! ¿qué se supone que haces?-exclamó un hombre mayor, al parecer era alguna figura de poder, la joven, apenas giró cuando sus pies tocaron la tierra, -¡te vas a ensuciar!-completó el hombre.

-¿Y?-le contestó Indivar,-es tierra, posee vida emergiendo de ella, si me ensucio será de la naturaleza-completó la joven. El hombre suspiró pesado, -si de por si nos hizo salir al exterior...-decía, al parecer estaba irritado.

-¿Por qué no podemos hacer una sesión normal?-dijo tomando la cámara,-porque no podríamos ver ésto-dijo Indivar corriendo a un árbol, dejando volar un reboso de colores chillantes, -¡INDIVAR! ¡TU CABELLO!-exclamaron varias personas, no era nada malo, la joven simplemente se alejaba haciendo que el viento moviera ferozmente su cabello largo.

Corría sin importarle los regaños de los demás,-¡Brenth mira el gran árbol!-gritó la joven al llegar a el, Brenth, su guardaespaldas personal, trabajaba con ella desde que tenía 12 años, eran como hermanos, se podían confiar la vida mutua.

-Sin maquillaje, en exterior, sin ropa de marca, sin una precisa iluminación, ensuciándose...-decía el mismo hombre en la cámara.

-¡Oye! Fue la idea que aportó Indivar y ustedes aceptaron-dijo Brenth encarando al hombre, por su lado, el guarda tenía todo a su favor, altura, complextura, por algo era uno. El otro tipo iba a responder algo apenado, pero, la chica de alado le habló,-¡toma eso!-exclamó, y al dirigir la mirada, Indivar había recargado su frente al gran árbol, mientras el rebozo le dejaba al descubierto su hombro, rápidamente el sujeto tomó la foto, era perfecta.

-¡la iluminación!- dijo algo irritado, -¡calla! es magnífica-dijo la mujer mirando la fotografía, Indivar se alejó del árbol dado saltitos, -¡esto es hermoso!-exclamó alzando los brazos dándoles la espalda y dejando que el sol le bañara todo el rostro, -¡eso!-volvió a exclamar la mujer, se volvió a tomar otra foto, era hermosa, los rayos pasaban acentuando la figura de Indivar por el rebozo.

-Sigo diciendo que se vería mejor en el estudio-dijo el hombre,-¡te dije que te callaras!-le volvió a regañar la mujer, -deberías de estar agradecido, ¡Indivar es una en un millón!, que no le importa ser fotografiada sin maquillaje, y en la naturaleza...en mi carrera he visto algo así...-decía con voz suave la mujer,-tan fresca, no teme en romper con las reglas puestas de la belleza, sus fotos y ella misma tendrán un gran impacto en todos...-completó,-eso es cierto...-dijo finalmente el hombre.

-Tampoco he visto a una mujer y más una de su edad que busque la naturaleza y tocando la tierra con los pies...en mi carrera...-completó el hombre mirando a Indivar, después vieron que la joven corrió al pequeño riachuelo que estaba, -¡eso es...!-trató de exclamar la mujer,-¡lo sé calla! ¡debo fotografiarlo!-dijo el hombre imitando los gestos de su compañera y se adelantó a donde la joven estaba, por su parte, la mujer y Brenth le siguieron...


[...]


-Te ayudo con esas maletas- dijo su guarda, bajando rápidamente del auto, Indivar por su parte, bajó lentamente, -gracias- dijo para después soltar una bocanada de aire. Subieron por las escaleras del edificio para posteriormente subir por el ascensor.

Al llegar a la recepción de su piso, la joven mujer le llamó, -Uh, Señorita Dima- dijo suave consiguiendo que se acercara. -Su sesión de fotos, se ha retrasado hasta mañana- dijo entregándole una pequeña nota, Indivar la leyó para después sonreirle -subiré a mi habitación para descansar en ese caso- dijo para después tomar un par de maletas ayudándole a Brenth, al pasar ambos dejaron las cosas, mientras Indivar dejaba su bolso de mano en la cama, y su acompañante un par de bolsas sobre el sofá y encendía el T.V

Lo prometo con el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora