Lo prometo con el corazón

#93

Lisa entró rápidamente a casa detrás de Michael, ya que lo sintió pasar delante de ella casi corriendo, entró por sentir, para ella, un mal presentimiento...

Suponía que Jackson corrió detrás de Indivar y la niña, casi como rogando a que simplemente no se fuera...

Pero volvió esa palabra...

-¡papi!- alzó la niñas extendiendo su brazo al percibir que Michael iba tras ellas, Lisa tragó saliva algo más fuerte al ver la escena, la escena de Indivar tomando la mano izquierda de la niña, la pequeña en medio y Michael del lado derecho.

Era digna de una foto familiar...familiar...y los siguió de lejos.

El cantante se adelantó al estar cerca de la puerta evitando que los guardas la sostuvieran, él quería hacerlo, ya que Brenth y otro personal de Indivar ya habían salido, pero...la joven se detuvo...

-No quise ser grosera, pero...estoy defendiendo a mi hija-soltó en un suave susurro, Michael le prestó total atención.

-Lo sé-respondió, -también pido perdón-completó, Jackson al recibir el cuestionamiento de la joven, alargó un suspiro...

-no quise que me malinterpretaras, cuando dije que ya te ibas era para defender a Leire y defenderte a ti...no quiero que Lisa tome mal la noticia, debo contarle todo...-decía con un nivel de voz bajo.

-Déjalo ¿quieres?- añadió rápidamente, no quería escuchar "L.I.S.A" en sus labios, no estaba lista, no quería...-está bien, comprendo- tuvo que mentir, estaba en una especie de trance, que ella misma se había puesto para evitar el analizar las palabras dichas por Jackson sobre su esposa.

-Hablaremos luego-concluyó, quería acabar con la conversación, deseaba irse, correr lejos..pero a la vez no.

Su corazón estaba golpeando su pecho, pero no se sentía estable para mantenerse frente a Michael, creía suponer que para mantener su estado mental intacto, debía salir rápido de ahí.

Pero, -Indivar...- el ligero apretón en su codo izquierdo le hicieron regresar casi suplicante.

¡Maldita sea Dima! Parecieras que le necesitas, que quieres escucharlo, que deseas verle a los ojos, a ese brillo en sus ojos, y suplicar por un beso...

-yo amo a Leire, es...es mi sangre...es mía, yo...la quiero a salvo, si es necesario de los fotógrafos, de la prensa...y hasta de mi mismo...-su mirada reflejaba tristeza, -estar conmigo es entrar en un mundo donde tu vida pasa a ser de los demás, tú tienes un poco más de privacidad, pero...-dirigió su mirada a la niña que también le miraba atenta.

-no quiero que le pase nada malo, si eso conlleva alejarla de mi...yo...estoy de acuerdo- soltó con un ardor en la garganta, le dolía, vaya que le dolía el soltar esas palabras, pero era real...

Amaba tanto a esa niña que...podría sacrificar su vida con ella, para que esté cómoda, segura, sin que una camioneta de paparazzis se estacionara frente de tu casa a esperar que salgas...

Indivar no pudo sostener la mirada.

-despídete de...papi, Leire- dijo algo dudosa, y hasta algo bajo, esa mujer, Lisa, estaba al borde de las escaleras, observando atenta la escena, temía...temía usar ese término con su hija ¿qué pasaría?

Aunque creía que no mucho, varias veces en estos minutos, Leire llamaba a Michael por lo que es...su padre...

Una parte de ella se quedaba atenta a la distancia que guardaba esa mujer de mirada fría y azul.

-Adiós papi- dijo la niña en lo que caminaba a él y le abrazaba, Michael obviamente se había puesto a su altura y le tendió un abrazo, de nuevo ese sentimiento en Indivar al ver ese...abrazo tan real...