#96

41 4 0
                                    

Neverland

De nuevo la niña se asombraba de tales maravillas que se plasmaban ante sus ojos, tantos colores, tantas sensaciones, tantos olores, tantos objetos.

-Sigo sin poder imaginar que ésta es casa del cuento Neverland- dijo siguiendo sonriente a su padre de la mano.

-nuestra casa cariño- dijo retirándole el antifaz, no fue del todo necesario usarlo, sí hubo reporteros que le seguían y le tomaron un par de fotos, pero de suerte los había dejado más a la altura de la puerta. Además de haber sido de gran ayuda los vidrios oscuros del auto.

-¿También de mami?-ese brillo era tan...Indivar...Michael no lo dudó, provocando que le enamorara aún más, pero las palabras de su hija le volvieron a la tierra, "de mami", él le había dicho a la joven que Neverland seguía siendo su casa, pero...¿ella pensaría así?

No lo creía

Ella no quería toparse de nuevo con...Lisa...y no la culpaba, hasta él se sentía mal...

-Sí, Leire, es de mami igual, y se lo puedes decir todas las veces que quieras, Neverland es su casa- respondió deteniendo el paso momentáneamente y mirándola a los ojos, Indivar pudo decir que Leire tenía sus ojos, y su mirada, pero el brillo de inocencia y pureza venía de ella, de la joven Indivar, y sus largas pestañas igual, también su nariz, la forma en que sus pómulos se contraían al sonrojarse, formando por igual una sonrisa.

Leire era perfecta, tan linda, lo había heredado de su madre por supuesto...

Al pasar a casa y dejar la maleta de la niña en la sala, le hablaba suavemente preguntándole cosas, ¿cómo le iba en la escuela? ¿Qué le enseñaban? Y la niña, le respondía como podía, al parecer el ser habladora y curiosa, está sumamente presente en ella por combinación de ambos...

-¡Michael! ¡Volviste yo...!- la vocesita que sonaba alto se detuvo en seco, -Omer- habló el cantante observando como el jovencito estaba de pie a unos cuantos metros.

En la mirada del niño se notaba algo de sorpresa y curiosidad, -¿qui...quién es?- dijo con al parecer la adrenalina corriendo por sus venas, -ella es Leire, es...mi hija-dijo postrando el camino a la niña para que saludara, ella algo nerviosa movió la mano.

Omer en un suspiró camino a la pequeña y se colocó a su altura, -no hay duda- sólo dijo, -¿qué cosa?- preguntó Michael, -tiene tu mirada, y...de...¡Indivar!- ahora soltó con asombro.

-¿Por qué el asombro?-preguntó, el niño se levantó.

-por segundos creí que era tuya y de...Lisa...pero esa idea quedó totalmente descartada por el simple hecho de esto- dijo y volvió a la niña, -ese brillo es de Indivar, se nota a kilómetros- concluyó dando un toque con la yema de sus dedos la punta de la nariz de Leire, causando risas.

Michael rio fugazmente, "de él y de Lisa", algo le desagradó en esa oración, no repudio, si no...simplemente NO...

Hace quizá meses deseaba tener hijos con...la joven Presley, pero...ahora...ya no...

-Pasará el día con nosotros, Indivar estará ocupada hasta en la noche- suspiró, -¡en ese caso, vamos! Que ya casi dan las 2 de la tarde- dijo mirándoles en intervalos.

Lo prometo con el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora