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Después de aquel pequeño percance con los paparazzis y su hija Leire, el resto de las vacaciones fueron, eso, vacaciones muy bien merecidas, aunque un día si se tuvo que entregar a los fans, a petición de Jackson.

Además de ser su idea, los fans quería verle, estar hasta si no era mucho pedir en la misma zona que Michael, idea del mismo, que fue bien recibida, y todo el mundo de gente que asistió ese día para su autógrafo y foto, guardó la compostura, sólo un par de lágrimas y poco más...

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-Marzo '99

De regreso a casa, despertando hermosamente en Neverland...

Indivar estiró su brazo en busca de silenciar la alarma, pero...no estaba sonando...

-¿Qué diablos?- se cuestionó a si misma preguntándose que estaba pasando...tomó como pudo el reloj de la mesa y mientras su mirada se enfocaba, un 9 con 20 minutos se estaba logrando divisar cada vez con más nitidez.

-¡Oh mierda!- alzó con suma sorpresa mientras se levantaba de la cama, vistiendo lo primero que veía...okey, ese era un pantalón de Michael...¡y esa su camiseta!

-¡Michael sabes que horas son es...!- se cayó a si misma al no ver a su esposo donde debería de estar...acostado alado suyo, se inclinó sobre su cama en busca de una respuesta, por las sábanas había indicios que si había estado ahí...¡vaya! Indivar lo sabía muy bien, por lo que había sucedido anoche era obvio que ambos querrían descansar.

Eso explica la ropa que ahora vestía de Michael, rápidamente se quitó los pantalones que le quedaban holgados por ser de corte masculino y logró colocarse algo de ella, mientras las tenues risitas en el aire le daban idea donde podría estar.

Caminó despacio a la habitación próxima, y como era de esperarse, Michael estaba ahí.

-Oh, Hola cariño, no quise despertarte, parecía que estabas en un sueño profundo- emuló suave desde el sofá cercano a la cuna donde apostaba que estaban los niños.

Indivar dio un vistazo dentro de la cama, donde los 3 hermosos bebés dormían plácidamente. Paris en un extremo, Leire en medio, mientras con sus bracitos abrazaba a sus dos hermanos en cada lado, Prince se encontraba con un oso de felpa en sus manitos, Indivar lo reconoció, era el chimpencé de Leire.

Sonrió de inmediato al ver tan bella escena, cuando se aseguró que los pequeños estaban bien, hermosos y dormidos...cambió su rumbo a Jackson, que al llegar a él, se dejó caer en su regazo casi apropósito, dejando al aire un peculiar suspiro, que llamó la atención de Michael.

-¿Qué sucede?- dijo envolviendo sus manos alrededor del cuerpo de su esposa, una mano por encima de las rodillas y otra por los delicados omóplatos de la mujer encima suya.

-Nada importante, sólo agradezco que si me dejaras dormir más porque EFECTIVAMENTE estaba en un sueño profundo, por absoluto cansancio...-dijo con un aire, bastante coqueto, mientras que con los dedos de su mano, levantaba más la camiseta negra que vestía dejando ver más piel de la que ya se mostraba de su pierna. 

-¿de verdad?- preguntó casi en automático, ya que fue un instinto el ver el movimiento que ella hizo.

-sí...lo que quiero ahora es dormir justo aquí...-concluyó Indivar mientras escondía su mirada en el hueco del cuello y hombro de Jackson, los primeros segundos fue con esa intensión, descansar...pero ese aroma que ella podría reconocer donde fuese le invadió los sentidos, y no peleó más con las ansías y simplemente subió sus labios para comenzar a depositar ligeros besos en el cuello de Jackson.

-amor...Indivar...-ese fue Michael al sentir como esos tiernos roces iban incrementando al grado que ella llevó su mano a el borde de su cabello para atrapar más su cuello.

-eso no es descansar...tú lo que quieres...-fue interrumpido por Indivar sentándose derecha en su lugar, presionando donde tenía su espalda baja, que...simplemente no ayudaba mucho a la situación.

-¿quieres que me detenga?- su mirada denotaba determinación...

Por poco y Michael exclama un "¡por supuesto que no!" para dar luz verde a otra serie de besos que llevaran a otra cosa, justo como la noche anterior.

-no, pero, ¿adivina qué?- cuestionó Michael mientras emulaba su voz con aires de estarla retando, pero algo fugazmente le llamó la atención en el pecho de Indivar.

-no me molesta, pero cubre aquí- dijo en susurró casi al borde de los labios de su esposa, mientras que con la yema de sus dedos alzaba ligeramente la tela para cubrir un pecho que estaba comenzando a ser expuesto.

Indivar bajó la mirada para ver la acción de Michael.

-¿Qué? ¿Acaso no te gustan?- preguntó retadora y algo burlona volviendo la mirada fogosa a su esposo.

-no, no es eso es sólo que...-trató de excusarse, pero siendo silenciado de inmediato por Indivar.

-estoy bromeando, sólo guarda silencio...-susurró tan seductoramente a orillas de sus labios, para concluir con un pasional beso, mientras se levantaba pero volviéndose a acomodar de una manera que sus piernas abrazaran a Michael de la cadera, mientras que con sus manos, desabrochaba cada botón hasta el último, dejando su torso descubierto.

-yo lo que te quería recordar...- dijo en breves segundos que se habían separado a tomar aire...Michael trataba de concentrase, pero le era casi imposible, siendo nuevamente silenciado por su bella esposa.

-¿sigues de necio? tú sólo relájate-emuló entre risitas divertidas de nuevo concluyendo su dialogo uniendo sus labios con los de su esposo que delataban que de verdad lo estaba disfrutando al máximo, Indivar rompió casi la cordura de Jackson al llevarle sus manos a su pecho para que le tocara nuevamente, a la vez subía de intensidad sus besos.

-tienes que acompañar a Jeffrey-fueron las simples palabras que Jackson logró emular en un corto periodo en el que Indivar se disponía acomodar mejor su cuerpo para que encajara perfectamente con la anatomía de su compañero.

-mierda- susurró en sus labios, deteniendo todo movimiento.

-¡es cierto! ¡mierda! ¡mierda!- alzó entre dientes, mientras se levantaba completamente de Michael y corría fuera de la habitación mientras se regañaba a si misma.

¡Lo había olvidado completamente! Por eso al ver la hora cuando justo había despertado, dio un salto desde la cama...¡se le estaba haciendo tarde!

Mientras que Jackson todavía en el sofá, dejó un suspiro como si algo le estuviera reteniendo el aliento y no le dejara respirar bien..

-Señor Jackson- esa era Nina, apareciendo desde la puerta.

-¿sí?- cuestionó mientras para nada sospechoso, levantaba su pierna para apoyarla sobre la rodilla de la otra, para apoyar discretamente su codo y sostener su cabeza en un intento de parecer relajado, pero quería ocultar a Nina lo que obviamente iba a pasar...y de que su cuerpo estaba TOTALMENTE de acuerdo y TOTALMENTE conforme a que la bella anatomía femenina de su esposa estuviera sobre él en un intento de profundizar cada roce.

-¿Necesita que prepare el desayuno para los niños?-cuestionó inocente la señora mayor.

-¡Por favor! ¡es usted un ángel!- trataba de lucir calmo.

-de acuerdo- emuló suave, para a continuación desaparecer por el marco de la puerta.

-Ah~ por Dios santo- suspiró mientras dejaba rápidamente la habitación de sus hijos para alistarse y despertarlos para el desayuno...



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Lo prometo con el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora