Lo prometo con el corazón

#81

Todo parecía en calma, como si no hubiera pasado nada, Omer, pasaba más tiempo con sus padres, por una parte Michael se sentía mal y triste, quería al niño como a su hijo y todavía no se iba esa idea...la razón por la cual le iba a presentar a Omer a Indivar.

Por el momento había recibido visitas de amistades, desde su hermana, Taylor, hasta amistades artísticas...por hoy, pensaba que estaría solo hasta que en "automático" terminó en el campo de girasoles, ¿sería una señal?

-¿Michael?- alzó una dulce voz, femenina y dulce voz, al girarse en si, unos ojos de color le recibieron, era una joven, una joven mujer de delgado cuerpo, vestimenta elegante, peinado perfecto hasta sus hombros, de un color canela, junto a una atercioperlada piel.

-Oh, Hola, creí que estaba solo- dijo algo avergonzado, hace unos segundos podía apostar que hasta su andar era diferente por estar en otro mundo.

-No hay problema, espero no molestar- respondió la mujer con su dulce voz.

-me vendría bien compañía- lo decía en serio, pero notó como a lo lejos guardaespaldas le vigilaban, jamás los había visto por el recinto estaban "cuidando" entonces eso quiere decir que ella...es alguien ¿importante?

No le sonaba...pensaba...hasta que volvió a mirarle a los ojos...esos ojos de color, le brindaban seguridad, ¿donde...? 

-pero primero, ¿serías tan amable de decirme tu nombre? Estoy muy apenado- alzó con verdad en sus palabras.

-Presley, Lisa Marie Presley- dijo alzando su mano ante el cantante.

-¡Presley! ¡Eres tú! ¡Lisa!- alzó yendo a ella y abrazándole.

-Me reconociste- respondió con un ligero rubor en las mejillas.

-Uhm...Vaya, no, te equivocas... no te reconocí hasta que me mencionaste tu nombre, lo siento- lo apenado no se iba, -¡descuida! Tenía 8 años cuando nos dejamos de ver...- dijo sin dejar el sonrojo.

-Eras una niña, ¡te recuerdo! ¡Por Dios, era un joven yo en aquella época...! 17 creo haber tenido- respondió haciendo memoria, memorias algo dulces, donde su vida era su carrera...

-lo sé, además...en mi vida, mi madre trató de alejarme del ojo publico, ya sabes...desde que mi padre murió...-dijo jugando con sus dedos, aparentemente estaba nerviosa.

-Lo comprendo- dijo con una agradable sonrisa, esa acción, encendió algo en la joven, esa sonrisa era muy bella.

-¿podemos caminar?- alzó rompiendo el hielo, sentía que sus mejillas se sonrojaban al ver al mayor.

-¡Claro! Por aquí- dijo tomándola por la espalda baja, pero sólo para dar un empujón y guiando el camino. Al dar un par de pasos y hacer un par de comentarios respecto a las flores...

-También debo confesar que se me fue aceptada la invitación a tu hogar, por algo en especial, querían que nos ayudáramos mutuamente- alzó cada vez suavizado un poco la voz.

-comprendo, pero...¿ayudar?- preguntó inocente, por un momento Lisa se sintió "Ay no"

-Por lo reciente ocurrido, tu equipo y tus amigos no querían que te sintieras...peor- confesó con muchos nervios, por sus palabras, Michael se detuvo, obligando a la joven a detenerse un par de pasos delante de él, -¿sucede algo?- preguntó nerviosa.

Ella no podía adivinar que pasaba, el sombrero que traía Michael cubría sus ojos, aparte de haber agachado ligeramente la cabeza, -¿tú aceptaste en ayudar?- preguntó casi atónito.

-Por su puesto, la música nos puede ayudar- confesó, fue ahí cuando Michael sentía que su corazón se salía, de segundos Lisa sintió un cosquilleo en su mano derecha, al mirar, una pequeña mariposa se había detenido en sus nudillos.