Lo prometo con el corazón

#114

¿Qué estás haciendo Jackson?

La luz natural entraba por la gran ventana de a metros de donde Michael se encontraba sentado a orillas de la cama.

Todavía podía sentir su corazón a mil en su pecho. Todavía estaba ahí, alojado en su pecho. Pero...ya demasiado que no lo sentía tan potente en él. Sólo Indivar ¿eh?

Levantó la vista a ella; plácidamente dormida, ante él, boca abajo, con sólo medio rostro iluminado hermosamente por la luz de la naturaleza. Su delicado hombro siendo sostenido por la almohada, mientras la tela caí a medias de su espalda.

Era una hermosa escena; ella era hermosa, el momento era...hermosamente doloroso.

¿Podía ser esto un inicio de...algo? Tal vez. Tal vez no.

Ella lo dijo; "No podría volver un nosotros, ya no"

¿Esto que era?

Apostaba que si se detenía a pensarlo, no le iba a agradar la respuesta, ¿mínimo lo quería pensar? ¡Por supuesto que no!

Así que lento volvió a su lugar justo alado de Indivar, y de igual manera se recostó a su lado; maravillado.

-eres tan maravillosamente hermosa- fue un susurró automático, mientras peinaba un ligero mechón que interrumpía un poco a tal paisaje. De igual manera, tan lento.

-que me duele tanto- soltó casi alarmado la acción. -¿cómo puedo permitirme el hacerte sufrir?- se dejó recostar en su espalda, llevando su vista el techo.

Y cubría su rostro en totalidad con las palmas de sus manos.

-¿Michael?- la soñolienta voz de la mujer se hizo audible a segundos.

-¡Indivar! ¿Te desperté?- alzó casi alarmado, pero cuidando su tono de voz.

-Uhm, no...sólo tengo un poco de calor- la mujer se llevó una mano a su rostro, masajeando de a tiempos el mismo.

-Oh, pues puedo quitar ésta sabana, yo tampoco tengo frío ya- soltó sentándose y moviendo la misma que era por mucho más gruesa. -Gracias- soltó aún entre medias dormida, se escuchaba demasiado dormida aún que Michael se vio en la necesidad de girar para encontrarse con lo que él esperaba, Indivar en su lugar se movía en un intento de estirarse, y/o relajar sus músculos...

Le causó tanta ternura, parecía un gatito, una bella, hermosa, perfecta y apetecible...gatita...

Indivar tenía encima una camiseta delgada, muy delgada que marga corta y hasta algo más corta que una normal, quizá corte a la cintura.

Tan delgada que se marcó su...perfecto pecho en la tela de color rojo. Podía divisar el pliegue del mismo, provocado porque la joven decidió estirar su espalda arqueándose hacía atrás, apegando su cadera a la cama, levantar su cintura, pero de nuevo a la cama sus hombros.

Michael volvió la mirada a sus manos moviendo la gruesa sábana.

¿Por qué evitó tal hermosa vista? Si hace minutos tenía su cuerpo, su hermoso y divino cuerpo, delante de él, por completo, tan perfectamente desnudo; que tenía que admitir que el tener a Lei, le vino de maravilla, de nuevo ese pensamiento, el creer a Dima perfecta, pero siempre pasará algo que la haga ver MUCHO mejor.

Había recuperado su glorioso cuerpo, eso no lo dudaba; ¿o acaso mejoró? Quizá para él cada día ella está más hermosa que nada...quizá la ama...

Pero ahora...

Volvió a girar al dejar de sentir que se dejó de mover, estaba recostada, pero mirándole...