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Al abrir los ojos, ya estaba más iluminada la habitación, y con una amplia sonrisa todavía estirando sus músculos, giró en busca de su bella...¿mujer?

No estaba.

Por breves, temió lo que tenía en la mente, ¿habrá sido un sueño?

-¿Indivar?- preguntó bajo, casi como suplicando que ella estuviera en el baño o justamente fuera de la habitación. Pero no tenía respuesta, y no había seña de que estuviera en el baño, la puerta estaba abierta, y con la luz apagada.

-¿Indivar?- volvió a llamar, su corazón estaba comenzando a latir de más y más fuerte, ¿dónde estaba?

Se levantó de la cama y se vistió como pudo en lo que examinaba la habitación.

Al rodear la cama y con intención de ir a la puerta, sus nervios se disiparon, ya que al dirigir su mirada al lado de la cama donde se suponía que estuviera su amante, la sábana que compartían, estaba ligeramente en el suelo y un ligero borde en la orilla de la cama dejaba ver que existía peso en esa zona en minutos previos.

Y la ropa estaba perfectamente doblada en una lateral de la mesa de noche, Michael llegó a ella y al divisarla, el aroma, era de Indivar, y todo volvió a su mente, como en la noche anterior esa ropa ya estaba tirada en el suelo, o como recordaba el como la había desprendido del lindo cuerpo de su amante.

Entonces eso significaba que Indivar estaba abajo, pero ¿por qué no le había esperado a despertar? Así que se decido con ya más calma ir al piso de abajo, pero no sin antes ir a por Leire, por si Indivar bajó a preparar el desayuno y dejar dormir más a su niña, creo que ya vendría siendo hora de despertarla.

Pero al abrir la puerta, la cama ya estaba tendida y sin Leire en su cama.

Antes de cuestionarse donde podría estar su niña, voces desde el piso de abajo le llamaron la atención, intuyendo que podrían ser ellas, se encaminó hacía abajo.

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-Indivar, cariño ¿por qué no me esperas?- fue su pregunta al escuchar la voz de justamente ella, quizá dialogando con Leire, pero se detuvo en seco...

-Oh, Michael hola- fue la sonriente bella, mujer, Indivar estaba de pie, pero al girar estaba con un...bebé en brazos. Jackson no estaba comprendiendo la situación, pero al seguir caminando a ella, Debbie apareció desde atrás, cargando a Leire.

-¡Papi!- alzó la pequeña.

-Cariño, Hola- finalmente llegó a ellas, y entendió todo. Indivar estaba cargando a Prince, y había un porta bebé en el sofá más cercano, era Paris, Debbie estaba cargando a Leire.

-Debbie, ¿pasa algo?- preguntó Michael tomando a Indivar desde la cintura, -para nada, sólo que ya debía de entregarte a los niños, ¿lo recuerdas?- preguntó la mujer.

Michael si lo recordaba, pero por breves se le olvidó gracias a que Indivar volvía a sus brazos desde ayer en la tarde.

-Claro que lo recuerdo, sólo que no esperaba que fuera tan temprano-alzó, -¿temprano? Michael ¿sabes que horas son?- alzó entre risas Debbie.

-Eh...-trató de justificarse, -son casi las 2 de la tarde- esa fue Nina entrando a escena dejando vasos con agua en la mesa que estaba cerca.

-Oh, vaya que es tarde- alzó Michael, -¡oh! Indivar hay que ir ya- completó llamando totalmente su atención. -¿ya? uhm Okey- respondió ella rápido dejando a bebé Prince en su asiento especial.

-¿A donde vamos papi?-esa fue Leire, -tu mamá y yo...-comenzó a recitar Michael, atrayendo desde la cintura a la bella mujer.

-¿se van a casar por fin?- preguntó Debbie tratando de adivinar, y al provocar la atención de ambos, supo la respuesta inmediata, -¡bien! ¡felicidades entonces!- completó sonriente.

Lo prometo con el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora