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Entraron a casa...

Michael suspiró de asombro de sorpresa al ver el interior, adaptado especialmente para un par de niñas de 3 años...

-¿Michael ya comiste?- dijo emprendiendo su camino a la cocina.

-uhm, no, pero el apetito de me ha quitado- confesó, siguiéndola, todavía con su hija en brazos, -¿Y tú, ya comiste? ¿Y Leire?- preguntó ahora.

-sí, yo hace un par de horas, pero no sé si Leire tiene hambre- alzó girando sobre sus tobillos y yendo a parar frente a padre e hija.

-¿Tienes hambre?-, usó ese idioma.

-- respondió de igual forma la niña y pidió los brazos de su madre, al llevarse a unos pasos, Michael estaba sorprendido, -¿Leire domina los dos idiomas? Inglés y español- habló.

Indivar le miró mientras sentaba a su hija en una silla, una silla normal con un ligero asiento más grande debajo para que alcanzara la mesa.

-uhm, eso es lo que deseo, yo le hablo en español, en la escuela o Sue, Brenth y Janet es en inglés...-dijo bajo tomando cosas de la nevera.

-Bien, Indivar dormiré a Rachel, y Brenth no tarda en subir, que descanses- alzó Sue irrumpiendo ligeramente.

-Claro que descanses igual- le respondió de regreso Dima.

-Jackson- fue lo último que dijo Sue antes de adentrarse a por el largo pasillo fuera de la vista del hombre dueño del apellido.

Michael asintió de pie en el mismo lugar a donde terminó de hablar con Indivar, donde tenía en brazos a Leire.

-siéntate, por favor...- le dijo con una suave sonrisa, casi delatadora mientras seguía moviendo cosas.

-gracias, pero...¿no necesitas ayuda?- preguntó dando un par de pasos mientras seguía acercándose a la cocina, -no, gracias- dijo llegando a su hija y postrándole un pequeño plato de dibujos animados con una ligera cena/desayuno.

-Prepararé té, ¿gustas?- habló.

-por favor- dijo tímido y tomó la silla como pidiendo permiso para hacerlo, y la joven sólo respondió asintiendo, al sentarse, miró a Leire, tan tierna ensuciándose mientras comía, sonrió a tal vista, recorrió su vista por la superficie de la mesa hasta llegar al babero en la otra esquina.

Indivar giró dejando la tetera al fuego y girando a la mesa, ahí,  Leire estaba con su babero puesto y su boca perfectamente limpia con una mano guía sobre su pequeña manita en el cubierto de plástico.

-...así...-dijo arrastrando las letras en lo que la niña llevaba la comida a su boca, -¡bien!- alzó con una tierna sonrisa al ver que su hija lo hacía perfecto, su madre no dudó en sonreír...de nuevo...casi delatadoramente, y tomó asiento frente a Michael.

-Dijiste hace sólo unos segundos que "...en la escuela" ¿Tú...la estás pagando?- alzó, dejando a su hija comer sola, la joven asintió mientras se llevaba un mechón de cabello detrás de su oreja, -déjame pagar la escuela yo...- soltó de inmediato.

-Michael...-dijo casi sorprendida.

-Es lo menos que puedo hacer, tú...te la quedarás en casa...yo, quiero ayudar en los gastos, comida, ropa, higiene personal, juguetes...-decía

-Michael...-le quería llamar pero fue interrumpida.

-escucha, hasta los gastos que has hecho todo éste tiempo te devolveré todo...-se notaba decidido, que si ella respondía con un "no gracias" o algo similar , se vería muy egoísta de su parte, o hasta grosera.

Lo prometo con el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora