tres

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—¿Quieres ser mi novia? — volvió a preguntar Louis.

Había estado preguntándomelo desde que habíamos llegado a mi casa.

—No, ¿cuántas veces voy a tener que decírtelo?

—A tus padres les caigo bien, eso es un primer paso.

—Olvídalo.

Me tumbé en la cama y le miré.

—Quiero salir. — dijo.

—Y yo.

Hubo un corto momento de silencio.
—-Aunque pensándolo mejor, también podríamos quedarnos aquí. — comenzó a echarse sobre mí. Mi corazón se detuvo por unos segundos debido a la acción que estaba haciendo y en la cual yo era la víctima — Y hacer otras cosas. — dijo sexualmente a centímetros de mi boca.

Y cuando pensé que me iba a besar mi madre abrió la puerta.

Miró a Louis con los ojos abiertos al verlo en aquella posición y este rápidamente se alejó de mí.

—Siento interrumpir lo que quiera que estuviéseis haciendo, — nos miró a ambos — pero Amber han venido tus amigas.

Genial, ahora tendría que estar con ellas. Ironía.

La pelirroja y la rubia que al parecer eran mis amigas entraron en mi habitación, y al ver a mi amigo sonrieron embobadas.

—Amber, ¿no nos presentarás a tu amigo? — preguntó coqueta Rachel.

Suspiré resignada.

—Louis, ellas son Rachel y Emma. Chicas, él es Louis.

Se acercaron a él y cada una besó su mejilla.

—Eres muy guapo. — dijo ahora Emma.

—Gracias. — agradeció Louis revolviendo su pelo en señal de nerviosismo.

—¿Te gustaría quedar algún día con nosotras? — volvió a preguntar.

¿¡Qué!? Podía ser que mi relación con Louis no fuese como antes, como yo había imginado que era. Pero aún así no permitiría que Louis, mi Tommo, se viese engatusado por esas arpías. Jamás.

—Lo siento chicas, pero él y yo somos novios, y si no os importa iros de mi casa, sabéis que no puedo soportaros. — dije fríamente.

Me miraron con maldad y se fueron.

Ellas sabían que no me caían bien, siempre se lo decía. Nunca había tenido mucha relación con ninguna chica, yo no lo recordaba así. Por lo que me resultaba muy difícil relacionarme con ellas.

—Con que soy tu novio, ¿no? — dijo Louis alzando y bajando sus cejas.

—Solo te he ayudado.

—¿Ayudarme?

—¡No permitiría que estuvieses con esas chicas! ¡Son odiosas!

—Pero te gusto.

—No.

—Sí.

—No

—¡Amber me amas!

—¡Que no! ¡Vamos a la calle! — me crucé de brazos indignada.

Louis rió y nos fuimos de mi casa.

Extrañaba que me llamase muñeca, era algo tan típico en él que al no hacerlo me resultaba extraño.

Pero, ¿y si era verdad que mi antigua vida con ellos jamás había existido?

Había algunos hechos que apuntaban a que todo era realidad. Pero el comportamiento de mis amigos era tan extraño que me hacía dudarlo.

Aún no había conseguido ver a Gordon, y tampoco a la persona más importante en mi vida, Niall.

¿Qué sería de él? ¿Habría cambiado tanto como Liam?

—¿Quieres ir al parque?

Louis me sacó de mis pensamientos.

—Vamos.

Continuamos caminando hacia nuestro destino.

Una vez que llegamos vi a Harry y Liam juntos.
Ambos chicos tenían una moto cada uno.

Louis me vio mirándoles.

—No te recomiendo que hables con ellos. — dijo.

—¿Por qué? — pregunté confundida.

—Son los chicos malos del instituto. Mírales. Visten con chaquetas de cuero y con pantalones ajustados, y tienen motos. — explicó.

—Tú también tienes una moto. — le reproché.

—¡Pero a mí me gusta ver Bob Esponja y a ellos American Horror Story!

—¡Yo también veo esa serie! ¿Me estás llamando chica mala?

—El día que te compres una moto, sí.

Reí y negué con la cabeza.

—Vamos a saludarles. — dije.

—Está bien. — se rindió.

Fuimos hasta ellos y cuando nos vieron sonrieron.

Harry se acercó a mí y me abrazó.

Su perfume. Su embriagador perfume inundó mis fosas nasales haciendo que perdiese totalmente mi cordura por un corto periodo de tiempo.

En sus brazos me sentía protegida, sentía protección.

Aún sentía algo por Harry, por muy insignificante que fuera. Incluso después de lo que ocurrió.

—Hola Amber.

Sonrió.

—Hola.

Dibujé una amplia sonrisa en mi rostro.

Miré a Liam e hice un gesto con mi cabeza en forma de saludo.

Gesto que él imitó.

—Amber, tenemos que irnos.

Miré a Louis y negué disimuladamente con la cabeza.

—Tu novio tiene prisa. — comentó Liam.

—No es mi novio. — me defendí.

—Eso no es lo que has dicho antes. - dijo Louis.

Harry me miró con el ceño fruncido.

—¿Es tu novio? — preguntó.

—¡No! ¡Louis deja de decir esas cosas!

—Pero me amas.

Harry rascó su nuca y me miró.

—Creo que vamos a irnos, me ha gustado verte Amber.

Asentí y le abracé de nuevo.

—¿Os veré pronto? — les pregunté.

No quería perder el contacto con ninguno de ellos.

—Antes de lo que crees. — respondió guiñándome el ojo.

Se puso su casco al igual que Liam y ambos desaparecieron de aquel parque, dejándome a solas con mi mejor amigo.

peligro | Harry Styles #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora