treinta y tres

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A partir de este capítulo todos serán narrados por Harry hasta el final de la historia.

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Fuimos al cementerio, era la hora de enterrar a Gordon y que así descansara en paz para siempre.

Caminaba junto a Niall y Zayn. Los tres íbamos en silencio, pocas veces se oía a alguien hablar. Andaba mirando hacia el suelo, pensando. ¿Dónde estaría Gordon? ¿Habría un cielo, o quizás un infierno? Siempre me había preguntado aquello. Nos inculcaban desde pequeños que debíamos creer en Dios y cumplir todos Los Mandamientos. Pero, ¿y los que no creían? ¿No irían al paraíso al morir? Es decir, si no cumplíamos algunas de sus normas iríamos al infierno, pero claro, él nos quería mucho aún así; aquello me causaba gracia aveces. Además, nosotros creíamos en Dios por el lugar en el que habíamos nacido, si hubiésemos nacido en otro lugar creeríamos en Alá, Buda e incluso en muchos Dioses; como si hubiésemos nacido en el centro de África y tuviésemos que creer en el Dios jujú de las profundidades o el de la tormenta.

Gordon no creía, ¿qué le estaría ocurriendo en aquellos momentos? ¿Dios le habría perdonado y le habría abierto las puertas del cielo?

—Harry, — levanté la vista y vi a la madre de Amber — ¿sabes dónde está mi hija?

Fruncí mi ceño y miré a mis amigos quienes me miraban también extrañados.

—Pensábamos que estaba con usted. — le dije — Pero no se preocupe, debe estar por ahí sola. Ya sabe, ella y Gordon se hicieron muy buenos amigos.

—Espero que aparezca pronto. — dijo preocupada.

Se fue con paso apurado mirando a todos lados en busca de Amber.

—Harry, ¿en serio no sabes dónde está? Eres su novio. — comentó Zayn.

—Ella quiere estar sola en estos momentos para poder pensar sin ser interrumpida, y le estoy dando el espacio que quiere.

—Tu verás amigo, pero aprovecha todos los momentos que puedas con ella, más aún ahora.

Pensé en sus palabras, llevaba razón. Debía estar todo el tiempo posible con ella.

La vería cuando enterraran el cuerpo de Gordon y sería cuando le diría todo lo que pensaba y sentía.

[ ... ]

Amber aún no aparecía y todos comenzaban a irse a sus casas. Estaba empezando a preocuparme bastante por ella, ¿dónde podía estar?

—Harry, ve a casa y descansa. Llevas sin dormir bien mucho tiempo. — me aconsejó Louis.

—Lo único que necesito es verla.

—Ella no está aquí, no sabemos dónde está. Pero ahora no vas a encontrarla, estará haciendo lo imposible para que así sea.

Me despedí de mis amigos y me fui a casa. Pero antes de todo aquello dejé un rosa blanca sobre la tumba de Gordon.

Me quité los zapatos y los dejé en la entrada. Desabroché mi camisa negra y dejé mi pecho y estómago al descubierto. Deshice el agarre de mi cinturón y lo solté sobre la mesa de la cocina.

Abrí la nevera y cogí un sandwich a medio comer. Me senté en el sillón y encendí la televisión mientras me comía mi cena.

Había sido un día muy intenso.

Mis ojos se iban cerrando poco a poco, estaba a punto de dormirme.

[ ... ]

Una melodía me despertó de golpe y dirigí mi vista a mi teléfono que sonaba sobre la mesa que había a mi lado. Estiré mi mano y lo agarré, leí el nombre de la persona que me llamaba. Louis.

¿Qué quieres ahora?

¡Tienes que venir al hospital Harry! ¡Amber ha sufrido un accidente!

Me incorporé de golpe y me senté.

¿¡Qué has dicho!?

¡¡Harry ven al hospita ya!!

Cortó la llamada y me quedé estático en el lugar procesando lo que me acababa de decir. De pronto me levanté corriendo y me monté en la moto.

Conduje a una gran velovidad esquivando a automóviles y personas. Solo quería llegar al hospital lo antes posible.

Aparqué enfrente y entré corriendo. En las escaleras estaba Liam esperándome que al verme corrió junto a mí guiándome hasta su habitación.

Al ingresar en ella vi a Amber tumbada en la cama y con los ojos cerrados.

Los demás estaban sentados a su alrededor. Sus padres tenían los ojos rojos, seguramente por haber estado llorando. Vi a Louis y Niall y ellos también los tenían.

—Ha intentado suicidarse. — dijo Niall al fin.

Sentí mi mundo derrumbarse en aquel instante. ¿Por qué haría Amber algo así?

—No puede ser cierto. — dije casi en un susurro.

—Lo es Harry, y está grave. Bastante a ser sinceros.

Me llevé las manos a la cara y me puse de cuclillas en el lugar en el que me encontraba. Escondí mi cabeza entre mis piernas y las abracé con mis brazos.

La mano de Liam se posó sobre mi hombro y lo apretó ligeramente.

Un sollozo se escapó de mi garganta.

¿Por qué?

Me puse de pie y me coloqué junto a ella. Acaricié su mano con suavidad. Ella era tan frágil, siempre lo había sido.

Tenía varias contuciones por su rostro. Al igual que en su cuello, pecho y brazos.

—Voy a estar contigo. Para siempre.

peligro | Harry Styles #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora