peligro | Harry Styles #2

dieciocho

—¿Quieres que hagamos algo mañana? — preguntó Louis.

Se había quedado en mi casa a cenar y nos encontrábamos en mi habitación viendo una película.

—No es bueno que esté contigo, lo siento.

—Has pasado todo la tarde conmigo. ¿Quieres que vaya mañana a recogerte al instituto?

—No. Louis, no quiero veros. — dije.

—¿¡Por qué eres así!? — gritó.

—¡¡Tengo mis razones!! ¡¡Olvídate de todo y no me busques!!

—Te estás comportando como una completa idiota. Sólo me preocupo por ti.

Se levantó de la cama y salió de la habitación. Oí un portazo y supe que Louis se había ido.

Comencé a llorar, sólo yo sabía el por qué.

Si supiera lo que estaba ocurriendo con mi vida en esos momentos sería más comprensivo.

[ ... ]

Me desperté a mitad de la noche con una tos horrorosa. Me costaba respirar y me ardían los ojos.

Mi frente estaba cubierta de un sudor frío.

Bajé corriendo a la cocina y bebí agua.

Conseguí cotrolar un poco la tos.

Me dirigí al cuarto de baño y me metí en la ducha.

Me senté en el suelo de esta y lloré de rabia mientras que el agua caliente caía sobre mí.

¿Por qué a mí? ¿Por qué me tenía que ocurrir a mí? ¿Por qué cuando todo comenzaba a ir bien?

El resto de la noche lo pasé despierta viendo series malas de televisión.

Ojalá que todo acabese pronto.

Ojalá.

[ ... ]

—Buenas tardes Cristina. — dije pasando al despacho de mi psicóloga.

Lo cierto era que había retomado nuestras sesiones ya que necesitaba hablar con alguien que supiera que era lo que sucedía conmigo.

—¡Hola Amber! ¿Cómo te encuentras cariño?

Me senté frente a ella y resoplé.

—No he podido dormir, me levanté de madrugada con una tos terrible y creo que tenía fiebre. Es más, creo que sigo teniendo.

Se levantó y se acercó a mí, colocó su mano sobre su frente y posteriormente sobre la mía.

—Tienes un poco, tranquila, te daré una pastilla.

—Te lo agradezco.

—Tienes que guardar mucho reposo, cuanto más mejor, ya lo sabes.

Continuamos hablando sobre mi problema durante una hora más.

Aún debía llamar a mis padres para pedirles que volviesen a casa.

No podía afrontar esto sola.

Caminaba a casa lentamente.

Miraba a todos los que me rodeaban.

Qué felices eran. Les envidiaba.

Vi a dos niños pequeños pasear junto a su abuelo.
Añoraba cuando yo paseaba así con mi hermano y mi abuelo.
Añoraba el hecho de ser pequeña, de no tener problemas ni preocupaciones. El simple hecho de disfrutar de la vida al completo.

Llegué a casa y cerré la puerta una vez que entré.
Me di la vuelta y me encontré de frente con Harry y Louis.

Pegué un grito y me llevé la mano al pecho.

—¿Qué hacéis aquí y cómo habéis entrado? — les pregunté.

—Eso no importa ahora. — dijo Harry — ¿Qué es lo que te sucede Amber?

—Nada, iros por favor.

No podían estar cerca mía.

—No nos vamos a ir.

—Os lo pido por favor, iros de mi casa, ya.

Los miré fijamente.

Moría de ganas de abrazar a Louis y besar a Harry.

—No nos vamos a ir. — habló Louis por primera vez.

—Si no os vais llamaré a la policía para que os saquen ellos mismos.

Se miraron entre si.

Harry apretó su mandíbula y pasó una mano por su pelo.

Louis resopló.

—Esto no se queda así Amber. Vamos a averiguar qué es lo que pasa contigo.

Louis fue el primero en salir.
Yo aún estaba junto a la puerta.
Harry se acercó a mí y acarició mi mejilla. Me sonrió dulcemente y me dio un suave apretón en la mano.

Pasó por mi lado y cerró la puerta.

Corrí al lavabo y saqué de un pequeño armario una de las muchas mascarillas que había comprado.

Tendría que llevar siempre una.