veinticuatro

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Esperaba en la puerta de mi instituto.
Necesitaba hablar con aquel chico, se me estaba acabando el tiempo.

Me coloqué bien la goma de la mascarilla ya que estaba haciendo demasiada presión y me dolía.

La campana sonó y a los pocos segundos todos comenzaron a salir como una estampida de elefantes.
Afiné mi vista para encontrar a Deep, continuaba sin saber su nombre. Pero lo sabría en cuanto consiguiera hablar con él.

Pocos minutos después le vi aparecer entre aquel mar de estudiantes.
Alcé mi mano y la agité para hacerme notar cuando él miró en mi dirección. Algo extrañado miró hacia ambos lados creyendo que no le llamaba a él.
Se acercó a mí aún algo dudoso por creer que le buscaba.

—¡Hola! — saludé.

—Hola.

—La verdad es que nunca nos hemos presentado oficialmente. — me miraba con el ceño fruncido y comencé a sentirme algo incómoda y nerviosa — Amber.

—¿Qué?

—Mi nombre. Es Amber. ¿Y el tuyo?

—Jack. — respondió.

—Pues debo decirte que es un verdadero placer saber cuál es tu nombre, Jack.

Mordió su labio nervioso y miró al suelo.

—¿Quieres algo más aparte de saber mi nombre?

—Voy a ser directa, se me agota el tiempo. ¿Conoces a un chico llamado Gordon Deep?

Me miró con una sonrisa.

—¡Claro! ¡Gordon es mi primo!

Abrí mi boca y ojos por completo.

Mi asombro no podía llegar a una capacidad superior en aquel momento.

¡Yo llevaba razón! ¡Eran parientes!

—¿¿Y sabes dónde está??

Agarré sus dos brazos en un acto de desesperación.

Vi que se sorprendió un poco y le solté de inmediato.

—Está en un hospital de cuidados intensivos.

—¿¡Qué!?

¿¡Cómo que estaba en un hospital!? ¿¡Y de cuidados intensivos!?

—Está ingresado. Tiene una enfermedad, creo recordar que se llamaba tuberculosis. No la detectaron a tiempo y no han podido hacer nada por detenerla.

No podía ser cierto. ¿Tuberculosis?

—Dame la dirección del hospital Jack, ¡es urgente!

Sacó un cuaderno y un bolígrafo de su mochila, apuntó en una hoja la dirección y la arrancó para entregármela.

—¿Para qué la quieres?

Salí corriendo agitando la hoja en el aire.
Fui a la parada de taxis más cercana. Por suerte habían algunos libres.

Me metí en uno de ellos y le di al conductor la dirección.
Estuvo conduciendo durante más de media hora hasta que llegamos al hospital.

Entré y corrí hasta la recepción.

Me apoyé en ella e intenté realentizar mi acelerada respiración.
Alcé la vista y la recepcionista me miraba sin expresión alguna.

—¿Gordon Deep? ¿Habitación? - logré decir.

—¿Eres familiar?

—Soy su hermana.

—¿Me podría enseñar su carnet de identificación?

—Mire señora, he hecho un largo camino solo por verle.

Me miró por un largo tiempo, chasqueó la legua y miró en el ordenador.

Volvió a dirigir su vista a mí y habló.

—Habitación 513, cuarta planta.

—Gracias. — dije sinceramente.

Salí corriendo hacia el ascensor y  presioné el boton repetidas veces.
Al ver que no llegaba decidí subir por las escaleras.

Las subí corriendo.
Apenas sentía mis pies, eran bastante empinadas.
¿A quién se le ocurrió construir unas escaleras así en un hospital?

En cuanto llegué arriba tuve que tomarme un corto descanso para recuperarme.
Resoplé y seguí corriendo hasta su habitación.
La abrí de golpe y me encontré con un pálido Gordon sentado en su cama mientras jugaba a un video juego y con muchos cables conectados a su débil cuerpo.

Me miró totalmente sorprendido. Y al ver mi mascarilla se alarmó aún más.

—¿Amber?

Fui hasta él y le abracé fuertemente.

Estaba ahí, conmigo, junto a mí después de tanto tiempo.

—Te odio. — dije.

Mi mirada comenzaba a ser borrosa, iba a llorar.

—Yo también te odio. — me contestó de forma cariñosa.

Me separé de él y le miré por completo.

Su estropeado aspecto era un punto débil para mí y no pude controlarlo, las lágrimas corrían furiosas por mis mejillas.

—¿Por qué nunca nos lo dijiste? ¡Al menos podrías habernos avisado de que estabas aquí!

Acarició mi mejilla y sonrió con tristeza.

—Lo siento tanto. — dijo.

—¿Por qué?

—Por lo que te he hecho.

—Ya no podemos hacer nada, es demasiado tarde.

—De verdad, lamento tanto que estés dentro de esto.

Señaló todo a su alrededor.

—Aunque no lo creas, llevo la tuberculosis mejor de lo que esperaba.

—Pero sólo es el principio.

peligro | Harry Styles #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora