Notice.|Mpreg.

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Los hermanos son una parte muy importante de nuestra vida, con quienes compartimos miles de aventuras y anécdotas, con quienes puedes pelearte, dejarse de hablar pero sin dudar que aún sobre el enfado ellos estarán ahí para ti. Tsukishima Kei lo sabía perfectamente, sus secretos estaban seguros en aquella cabeza que poseía una cabellera tan rubia como la de el.

-Gracias por venir Akiteru niisan.

Su cuello estaba envuelto en una bufanda de colores oscuros, era Diciembre y los pequeños copos de nieve bajaban lentamente a la tierra.

-¡Ah! ¡Kei! Es tan bueno verte, ¿cómo van las cosas en la universidad? ¿Y Tobio?

¿Su hermano no se cansaba de sonreír?

-Se quedó en casa, no debe salir con estos climas.

Sus puños se cerraron dentro de los bolsillos de su chaqueta.

-Oh, ¿está enfermo? Espero que se recupere hermanito; y bien, ¿que querías decirme?

Tobio no estaba enfermo, pero no era mentira aquello de que el no podía salir con un clima tan gélido como el de esa estación, su condición no era la mejor.

-Voy a ser papá.

Todo sonido fue ensordecido, de repente todo se quedó en un sepulcral silencio para Kei, los ojos marrones de su hermano mayor estaban ampliamente abiertos demostrando así su sorpresa. El humo que salió de la boca del mayor le confirmo que su hermano seguía respirando.

-¿Lo engañaste?

-¿Q-que?

El mayor tomó a su hermano menor del cuello de sus prendas para zarandearlo a pesar de su clara diferencia de alturas.

-¡¿Cómo pudiste hacer eso?! ¡Engañaste a ese chico! ¡¿Pero que tenías en la cabeza Kei?!

-¡Niisan! ¡No es como tu piensas! ¡Es Tobio quien está en espera!

Nuevamente el silencio reino.

-¿Pero que clase de broma es está?

-No es ninguna broma, Tobio es un doncel, pero... me había dicho que no podía tener hijos, que era estéril, se está haciendo estudios para descartar que no sea alguna reacción de su cuerpo o algún error, pero por ahora, el embarazo es cerca de un setenta y cinco por ciento seguro.

Fue soltado, era demasiada información dicha con aquella frialdad característica de su hermano menor.

-¿Cuanto?

-Bueno, según los médicos debe tener unos cuatro meses.

-¡¿Cuatro meses?! Y, y, ¿y ha jugado volleybal así?

-Si, apenas nos dimos cuenta de la probabilidad.

Cuatro meses exponiendo a su muy probable sobrino, al cansancio, a los golpes, salvadas que exponen gran parte del vientre contra el suelo.

-¡Tienes que decirle a mamá!

-¡No! ¡¿Que tal si se ilusiona y resulta que no es real?! Solo la llamaría para romperle sus ilusiones, te lo conté a ti porque no se que más hacer, no me siento listo para tener un hijo, ya casi terminaba la universidad y yo...

Las manos del mayor se posaron en los hombros del más alto.

-Kei, deja de temerle a lo desconocido, si no es real todo quedará en un mal sueño, pero si un pequeño o pequeña viene en camino espera a ese pequeño Tsukishima con los brazos abiertos, así nos lo enseñaron papá y mamá.

Sus ojos dorados se abrieron amplio ante las palabras de su hermano mayor a lo que bajo la mirada suspirando. Despidió a su hermano cuando abordó el tren de vuelta a Miyagi, la plática realmente le ayudo, caminaba a su departamento el cual compartía con su novio.

One Shots TsukiKageDonde viven las historias. Descúbrelo ahora