—¡Auch! ¡Me dolió!
Un golpe en seco de repente fue escuchado, el gran cuerpo del rubio había caído sobre el otro bloqueador central de Karasuno.
—Donde, ¿donde mierda estamos?
Ambos miraron a su alrededor, hace unos minutos se encontraron con Natsu, la hermana menor de Hinata y esta les enseño un collar desgastado el cual la pequeña aseguraba tenía poderes mágicos, ambos adolescentes obviamente no le creyeron y bueno, ahora no sabían donde se encontraban ni como rayos iban a volver.
—Se van a resfriar si siguen ahí tirados.
Una voz, una voz conocida pero distinta llegó a ellos haciendo a ambos cuervos alzar la mirada y toparse de lleno con una imagen que jamás creyeron ver en sus vidas. Ahí estaba, sosteniendo una bola de arroz en su mano dominante mientras le daba mordisco tras mordisco con una angelical sonrisa tan distinta al amargado rostro que llevaba tan solo cuatro años después.
—¡¿Ka-Ka-Ka-Kageyama?!
El pelirrojo fue el primero en levantarse para observar al chico de uniforme azul y efectivamente, era el mismo solo que en una talla más pequeña, Tobio era casi de su misma estatura, ¡casi de su misma estatura! Hinata quería llorar.
—¿Karasuno? ¿Eres de tercero y tu... en serio vas a la preparatoria?
Bien, no dejaba de ser malditamente sincero.
—Oye, ¿donde estamos?
Preguntó el rubio al fin hacia el pequeño de cabellos negros que se lamía los pequeños granos de arroz en los dedos.
—En la secundaria Kitagawa Daiichi, ya es tarde, debo volver a casa, vayan con cuidado Senpais.
Terminó su onigiri más no de correr cuando fue detenido por una mano que alcanzó a cubrir gran parte de su antebrazo y alzó sus expresivos orbea azules hacia quien le había detenido.
—Realmente no pasamos mucho por aquí y queríamos ver si... nos podías dar alojamiento en tu hogar.
—¡Pro-prometemos irnos mañana temprano!
Hinata juntó las manos y Tsukishima le miraba sorprendido de que le hubiese seguido aquella farsa, ¿tenían lo mismo en mente? Aquellos bonitos ojos con las mejillas hinchadas a causa de la bola de arroz realmente dejaron embelesados a ambos mayores preguntándose que había sido de aquel ángel y en que momento se convirtió en tal rey.
—Esta bien, síganme.
Afortunadamente Tobio no estaba lejos de la secundaria, al llegar al hogar del pelinegro se percataron que este era bien cuidado, sin muestras de que algún niño viviese ahí.
—Tobi-chan, llegaste a casa oh...
La mujer de cabellos lacios y rubios se asomó mientras se ponía las zapatillas para salir con un ajustado traje que a lo lejos parecía caro.
—Has traído amigos a casa Tobi-chan.
La mujer les sonreía con sus labios color cereza, de ojos azul profundo mientras su largo cabello naturalmente rubio y claro se meneaba con gracia.
Conclusión: Kageyama se parecía a su padre y su madre sin duda, era del continente americano. Luego de un incómodo momento madre e hijo donde la exuberante mujer acunaba al menor entre sus brazos frotándolo contra su busto hubo acabado se retiró de la casa informando a su hijo que no regresaría hasta mañana por las reuniones y que su padre nuevamente se había ido de viaje, por negocios. Tobio suspiro aliviado cuando su madre atravesó la puerta.
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One Shots TsukiKage
RandomPorque la OTP merece amor, merece escritos, ¡y yo quiero más TsukiKage en Wattpad!