One Shots TsukiKage

¿Lo sabías?

—Ay algo que quiero enseñarte.

Tobio desvió la mirada hacia su compañero que le ayudaba con algunos estudios, especifícamente inglés, incluso lo había invitado a una cafetería, ¿sabría Tsukishima que odiaba el café y por eso lo estaba torturando? Era un maldito.

—¿Que es?

A pesar de todos sus pensamientos no iba a negar que sentía una profunda curiosidad por saber de que se trataba, de pronto se encontró con la pantalla del celular contrario justo frente a su cara y tuvo que alejarse para poder enfocar mejor la imagen frente. La aplicación se llamaba Pixiv, al parecer originaria de su país, según la breve explicación de Tsukishima subía para que los artistas digitales pudieran enseñar al mundo su talento en el dibujo digital.

—Pues hacen dibujos muy buenos, ¿eso que tiene de malo? ¿Me va a ayudar en mi estudio?

Tsukishima tuvo que aguantarse las ganas de darse un face palm una por sus anteojos y otra por no verse exasperado.

—Somos tú y yo, rey idiota.

Entonces Kageyama pensó que necesitaba prestados los anteojos de Tsukishima, ¡pero era verdad! Ahí estaban él y el salero rubio, tomados de las manos, en un beso, incluso las manos de ambos se encontraban en zonas bastante privadas cabe recalcar, para resumir las cosas aquellos artistas los consideraban gays que gustaban del sexo anal y otras variantes; Kageyama casi se cae de su asiento, incluso la "pareja" tenía nombre, TsukiKage, le dolía, más que cuando una de sus colocaciones era detenida con un bloqueo.

—¿Porque me enseñaste esto? Ahora ya olvide completamente lo que aprendí en inglés.

Sorbió con rudeza su leche por la pajilla.

—Quería ver tu reacción, pensé que un volleysexual como tú no tendría idea de que pasaba en esas imágenes.

—Incluso algunas tenían censura en la portada, ¡oye! No solo pienso en volley, ¿ok? Es solo que me importa más que tener una relación que me quite el tiempo para prácticar, jugar, entrenar y lo demás, aparte las chicas solo quieren atención, atención, salir de compras y demás, no me interesan.

—¿Y los chicos?

Bien, Kageyama nunca se había cuestionado ese hecho, ¿te gustan las mujeres o los hombres? Si le dieran a escoger, los hombres eran mejores en muchos aspectos al menos que a Tobio le interesaban, pero estar con uno de manera romántica, ¿como sería?

—No lo sé, jamás me había preguntado tal cosa, es como si quisiera hablarte de Kuroo-san y tu "estrecha" relación con este.

Las mejillas de Kei sucumbieron a la vergüenza, bien, el rey estaba tocando puntos sensibles en su sistema y debía evitar que continuara haciéndolo, de lo contrario explotaría de vergüenza ahí mismo.

—Esta bien, detengase su majestad.

Kageyama alejó sus labios de la pajilla para mirar de la misma manera a Tsukishima que la de una oportunidad para colocarle el balón a Hinata.

—La verdad es que no soy bueno en eso de los sentimientos, pero a ti te gustaba el city boy, ¿verdad? Le dijiste y te rechazo de una manera nerviosa, quizás...

Tsukishima se levantó de súbito, la broma no le estaba saliendo como planeaba, de sus manos se le iba el control de aquella situación.

—Si un hombre me gustase en verdad dudo por mucho que fueses tú, no convivimos y si lo hacemos es para agredirnos, nuestra relación no tendría un gramo de sentido y lo más lógico es que yo estuviese con Hinata que es con quien tengo una mejor relación basada en una antigua rivalidad reconociendo el amor entre nosotros, ¿suena lógico cierto? Ah espera, tu también llevas observandome desde la secundaria, ¿cierto? Pero aún así solo me atacas, eres un tsundere, ¿así se les llama no?