One Shots TsukiKage

MiyaKage

One shot para: Moonish03

-Kageyama.

El nombrado no respondió debido a la bola de arroz que se estaba comiendo en esos momentos pero le dirigió una mirada a su compañero de cabellos rojizo anaranjados.

-¿Cómo es que tienes dos novios?

Siguió masticando su comida, bebió un sorbo de leche y suspiro.

-Sinceramente no lo sé con exactitud, pero si tener a Atsumu-san es complicado Osamu-san es lo contrario, como una clase de compensación y algo así.

-Hmmm...

El bloqueador central no quedó del todo satisfecho con esas respuesta pero no hizo por indagar más en la vida personal del armador. Una vez los entrenamientos terminaron cada quien fue a su debido hogar aunque Kageyama pasó por un encargo antes de ir a la suya.

-Estoy en casa.

-Ah, bienvenido Tobio.

El primero con toparse fue Osamu que llevaba algunas prendas recién lavadad para tenderlas.

-¿No es muy tarde para eso?

-Se secaran en la madrugada y el sol terminara aquello, ¿cómo te fue en el entrenamiento?

-Todo normal, traje algo para la cena.

-Tobio ya te he dicho que dejes las comidas callejeras, terminarás enfermo un día y no podrás jugar.

Aquello asusto al azabache pero sin duda el mochi lucía muy bien, ya convencería al de cabello cenizo que lo dejara comerse uno o dos de esos. Los brazos de Osamu rodearon su cintura y su nariz olisqueo el cabello del armador.

-Necesitas darte un baño.

-¿Apesto?

Una de las manos del Miya mayor tomaron la muñeca de Tobio para girarlo y sostener con su mano libre su cintura para rozar sus labios a los del menor, este por su parte se sorprendió por sus acciones pero no negó el contacto en lo absoluto.

-¡OSAMU! ¡BASTARDO! ¡FEO Y GORDO!

Atsumu aparecía de las escaleras cubierto con pedazos de cinta, algunas cuerdas también que colgaban de sus brazos y piernas.

-Tsk, se desato más rápido de lo que pensé.

-Osamu-san ya hablamos acerca de amarrar a Atsumu-san.

Kageyama se deshizo del agarre del gemelo de cabello cenizo y suspiro recibiendo el anhelante abrazo del otro gemelo.

-¡Tobio-kun! ¿¡Porqué aún sigues con esa copia barata!?

-Barata tu ropa.

Indignado y molesto por la rapidez de su hermano al desatarse fue a terminar de tender la ropa mientras Atsumu le enseñaba la lengua de una forma madura para lidiar con el problema. Atsumu era muy distinto al mayor de los gemelos, este no pedía permiso en nada tomandole por sorpresa al ingresar sus manos a su ropa acariciando su piel arrastrandole a un desenfrenado encuentro de bocas que mayormente era detenido por el otro Miya, obviamente no perdió la oportunidad de abalanzarse sobre el menor para llenarlo de besos a pesar de aún tener todo ese resto de objetos en su cuerpo.

-Ba-basta Atsumu-san...

-¡Te extrañe mucho Tobio! ¿¡Porqué tardaste tanto!?

Pegado a el como si se tratara de uno de esos insectos chupa sangre lo siguió hasta la habitación que compartían los tres y al fin se separo lanzándose a la cama mientras observaba a su lindo novio acomodar sus cosas en su armario.

-Salí a tomar algo con Hinata.

-Oh, el pequeñín...

Los pies del rubio se movían de adelante hacia atrás, Tobio había comenzado a quitarse la ropa y esa la parte favorita de Miya Atsumu en todo el maldito día.

-Sí, aunque ya ha crecido un poco y basta de fotografías Atsumu-san.

Le lanzó una toalla directo al celular con el que le tomaba fotos y se metió al baño para poder ducharse a gusto sin los ojos nada discretos del rubio observandole mientras calculaba el momento exacto para saltarle encima. Los tres se reunieron para cenar, las chispas saltaban entre los gemelos al estar juntos y con Tobio en medio, esa era la desventaja de estar con los gemelos, competían por su atención, su amor, cada parte de el era una disputa segura entre ellos. Tobio se levantó una vez terminó de comer y fue a la sala tomando asiento en el tatami llamando a ambos gemelos, ambos se sentaron y Osamu fue guiado a su regazo mientras este se quedaba atónito, en su hombro fue a dar la mejilla del Miya menor para poder tenerlos a ambos en su rango de caricias.

-Ahora por favor solo permanezcan así.

-Si Tobio~.

Ambos se encontraban a gusto de esa forma, Atsumu rodeaba su cintura mientras que Osamu se abrazaba a sus piernas complacido de estar en esa manera y al fin los gemelos pudieron convivir en paz al menos el resto de la noche. Nuevamemte Tobio ha salido de casa con dirección a sus entrenamientos y la escuela, es interceptado por Hinata en su bicicleta terminando el camino a pie mientras lleva su bicicleta con las manos hasta la escuela.

-Kageyama, ay algo que me da curiosidad desde que empezaste esa extraña relación con los Miya.

-¿Ah sí? ¿Que es?

Hinata sonreía nervioso por su cuestionamiento moviendo su cabeza de un lado a otro y rascando su nuca.

-Estoy perdiendo la paciencia.

-¿Se turnan?

Apenas y pudo hacer que su lengua no tropezara para hablar.

-¿Turnan? ¿Para que?

-Ah vamos, ¡no hagas esto más difícil!

Hinata ya estaba haciéndole competencia al cabello de Tendou.

-Estás loco, vámonos que no quiero llegar tarde.

Hinata maldijo la poca paciencia de su compañero y su curiosidad pero lo siguió, le preguntaría una vez que terminaran la práctica. Pensada y efectuado tal cosa ambos compañeros se dirigían nuevamente a sus casas.

-¡Kageyama!

Gritó antes de que el contrario se perdiera en las calles que lo llevaban a su hogar compartido.

-¿Qué?

-S-se turnan, para... bueno, ¿íntimar?

Los labios de Tobio se fruncieron y entendió el contexto de la pregunta.

-¡Oh! Ya entendí, tenemos días asignados para que no terminen matándose mutuamente y eso, está en un calendario, Hinata eres un metido.

-¡Oh cállate! Bueno, me voy.

Se monto en su bicicleta una vez su duda fue respondida.

-¡Hinata!

Volteó a ver a su compañero sosteniendo el manubrio de su bicicleta.

-¡A veces les gusta hacerlo al mismo tiempo!

El rostro de Hinata se encendió furiosamente y Kageyama comenzó a reír dirigiéndose a su hogar donde ambos gemelos lo recibieron, cada uno a su manera.