Aniversario.

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Tsukishima Kei es un chico listo, calculador y sarcástico a más no poder, como si su cuerpo entero se conformaran con aquellas palabras. No fue fácil llevar a cabo un plan a largo plazo, pero era paciente y perseverante, logrando su objetivo.

Declararse al armador de su equipo de volleyball tres días antes del 15 de Agosto.

Todo había sido estudiado por el rubio de ojos miel, desde el tiempo en la que tardaría el rey en darle una respuesta hasta la fecha exacta en la que podría disfrutar de la soledad en su hogar debido a que el aniversario de sus padres sería en el mismo día en la que la su noviazgo cumpliría tres meses. Kageyama aceptó, con un lindo carmín acepto la propuesta del bloqueador cuando todos estaban descansando de la práctica vespertina, los labios del más alto se estamparon en los del pelinegro arrancando bullicio por parte de sus compañeros de equipo.

●•●•● Primer Mes •●•●•

Todo eran pequeños roces, besos tiernos, más por parte del bloqueador que del armador, no le molestaba en lo absoluto aquello a Kageyama le resultaba adorable aquellos pequeños detalles que su pareja tenía para con el. ¡Una vez incluso le preparo curry! Fue el primer mes de novios, Daichi les había dado permiso de irse temprano ya que la relación, según palabras del capitán; "debía mantenerse en buen estado para que el balance creado en el equipo no se viese afectado, así Hinata este rechinando los dientes por no poder golpear las colocaciones de Kageyama".

Kei no pudo evitar reírse por los celos que emanaba el de cabellos naranjas.

○●○●○ Segundo Mes ●○●○

Este mes la sorpresa fue para Tsukishima, pensaba que Tobio no se acordaría de aquello, era muy olvidadizo y no lo culpaba, el equipo tenía fuertes partidos por venir, enorme fue su sorpresa al ver que Kageyama no había olvidado su aniversario, una caja blanca se posó frente a el sobre la mesa y bajo sus audifonos para verlo directamente al rostro intentando enfocar los azules orbes de su pareja.

-¿Tobio?

A este punto las formalidades ya no tenían caso.

-E-espero que te guste.

Y sin más, hizo una reverencia y salió del aula del rubio como si estuviese en una competición con Hinata.

-¡Oye!

No lo alcanzaría, Tobio era realmente rápido. Soltó un suspiro, las risas muy mal disimuladas de sus compañeras hicieron que sus mejillas se sonrojaran con fuerza y alzando la tapa de aquella caja sus lentes casi se resbalan de su tabique.

-Estúpido rey...

Dentro de aquella pequeña caja se encontraba un pequeño pastel a base de crema y fresas, una cuchara desechable, una nota con un "feliz mesaniversario No. 2, Kei" ahora podía presumir que hacía muy feliz a quien alguna vez fuese el rey de la cancha.

●•●•●• Tercer Mes ●•●•●•

Todo había salido a la perfección, sus padres no estarían por todo el día en su hogar, Akiteru se iría a un partido de su equipo y después de eso a tomar una cerveza con los mismos.

-Cuarto limpio, sabanas lavadas, aromatizado, lubricante, películas, condones y curry.

Sus lentes ocultaron sus ojos al tener el reflejo del sol contra ellos al alzar su puño en son de victoria de su plan que le había costado tres meses de planeación. Ahora solo faltaba esperar a que Tobio terminara su entrenamiento con la mandarina del equipo y sería completamente suyo, se sonrojo levemente por aquellos pensamientos aclarando su garganta. La hora llegó y con unos minutos de atraso el timbre de su hogar sonó por lo que termino de arreglar un poco su cabello poniendo su mejor sonrisa.

-Mi rey, llegas un poco...

Sus lentes nuevamente resbalaron de forma dramática.

-¡Hola Tsukishima!

Todo el equipo estaba frente a su puerta.

-Es mi culpa, les dije que tus padres no estarían.

-Con permiso.

Daichi tenía un aura amenazante cosa que hizo tensar al rubio.

-¡Ay pero que bonita casa tienes Tsukishima!

Nishinoya entró dando brincos.

-Disculpe la intromisión.

Entró el vicecapitán del equipo.

-En verdad lamentamos interrumpir Tsukishima.

Azumane-san tenía un leve rubor en las mejillas, parece que el entendía el ambiente.

-¡Kageyema tendrá una bonita casa cuando se case con Tsukishima!

La mandarina gritona del equipo.

-Con permiso~.

Incluso Narita-san y Kinnoshita-san.

-Tsukki, no pude detenerlos.

Yamaguchi se disculpaba una y otra y otra vez.

-¡Pero que amable de tu parte invitarnos Tsukishima!

Una fuerte palmada por parte de su senpai Tanaka que fue rápidamente a la sala junto a Daichi y Sugawara.

-Si quieres escapar con Kageyama te recomiendo que lo hagas ahora que estos tipos están muy entretenidos viendo las fotos familiares.

-Ennoshita-san... si-siéntanse como en casa.

Los ojos miel de Tsukishima se iluminaron, una variante, ¡una variante con solución! Le entregó las llaves de su hogar, su número de teléfono y antes de que el pelinegro terminara de quitarse los zapatos lo tomó de la mano para llevarselo rápidamente de su hogar.

-¡¿Kei?!

-¡Vamos! ¡Nos han dado la oportunidad de estar solos!

Las mejillas del ojiazul se sonrojaron ante aquello, ¿Kei deseaba un tiempo de calidad a solas? Sonrió con nerviosismo, sus labios temblaban y cual adolescentes en fuga de sus padres se dejó guiar por las calles del lugar sosteniendo la correa de su mochila, después enfrentarían a sus senpais por dejarlos solos en la casa del más alto, por ahora solo debía preocuparse a donde lo llevaría su novio.

One Shots TsukiKageDonde viven las historias. Descúbrelo ahora