¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Kuroo, ¿compraste lo que...?
Tobio se quedó a media sala mirando a su pareja sosteniendo un par de trajes femeninos con distintos estilos y no solo eso, había una gran variedad de juguetes sexuales en una caja que parecía ser reciente y entonces lo miro con un gesto sombrío.
-Tengo una excusa perfecta para lo que estás viendo pero... ya te dije que es una excusa...
Tobio fue a la cocina y directamente a tomar su teléfono para encerrarse en su habitación.
-¡Ah! ¡Tobio! ¡Abre por favor!
-Buenas tardes, lamento molestarlo a estas horas Kozume-san...
-¿¡Porqué le estás hablando a Kenma!?
Los golpes en la puerta prosiguieron, Tobio suspiro abriendo la puerta y esquivando el cuerpo de su pareja.
-Listo para hablar de esos trajes y extraños objetos de los cuales no voy a decir su nombre...
-Juguetes sexuales, dildos, bolas chinas.
-¡Tetsurou!
Fue hasta el menor para abrazarlo y alzarlo al estilo nupcial dejando pequeños besos en aquel puchero que tenía la costumbre de formar su adorable pareja a la vez que lidiaba con los intentos de este por morderlo.
-No los usaré, sé que estás por calificar a las liga nacional y no creo que quieras moverte con dificultad.
El sonrojo de Tobio fue evidente por lo que se limito a ocultar el rostro en su hombro derecho mientras Kuroo decidía que traje hacer que su amado usara ese día para poder jugar mucho mucho más con su adorable adicto a la leche.
AkaaKage
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Akaashi Keiji se consideraba a sí mismo una persona racional y paciente, nada impulsivo a la hora de que alguien le buscase un enfrentamiento innecesario. Fue una desagradable sorpresa ver que en ciertas cosas el no era de esa forma, muchos menos si se trataba de su pareja, debido a la enorme distancia entre Miyagi y Tokio era rara la ocasión en la que podían verse por lo que cuando podía viajar en tren sin el molesto capitán de su equipo tras el no deseaba compartir en lo absoluto a Tobio, no es que se lo dijera a Kageyama pero se encargaba de la pequeña carnada de Karasuno para que dejara de acaparar todo el tiempo del ojiazul al menos en lo que el se encontraba ahí.
-¿Quieres otro batido?
Tobio negó complacido, aquel batido le había sabido a gloria y tomado de la mano del armador de Fukurodani fueron hasta una fuente popular para lanzar monedas a cambio de un deseo.
-Pidamos un deseo.
La ventaja de los gastos en esos viajes era ver la faceta infantil de su novio por lo que asintió y lanzó una moneda para después pedir su deseo esperando a Tobio que hizo lo mismo segundos después.
-¿Que pediste Akaashi-san?
-Tobio, puedes llamarme por mi nombre...
-Keiji-san.
Suspiro, un avance es un avance.
-Pues, ah, ya se ha cumplido.
-¿Qué?
Un beso en los labios sorprendió al armador menor y desvió la mirada avergonzado.
-¿Y tú?
-Poder ir a vivir a Tokio con Keiji-san cuando acabe la escuela.
Ambos se miraron y Akaashi cedió al deseo de abrazar a su novio jurándole amor eterno en medio de la pequeña plaza.
☆ Yunisu On ☆
Estos son más cortos pero espero que te hayan gustado.
