One Shots TsukiKage

TsukiKage a la mexicana.

☆ Yunisu On
Bueno, esto va así, este one shot va a ir desde groserías mexicanas hasta formalidades propias de este bello estado de donde su servidora es originaria, Cancún, Quintana Roo; pero sobre todo, las expresiones utilizadas aquí, son las que mayormente se usan en las escuelas ❤ y si hay dudas en lo escrito dejenlo en el parrafo 😘.
Yunisu Off ☆

Miró el teléfono de su compañero de clases, jugando con este, Yamaguchi si que era raro, una funda con colores extravagantes, incluso tenía brillantina y algunos colgantes en la parte superior derecha. Se pregunto que clase de música tendría su pecoso amigo así que tomó el cable de sus audífonos para conectarlo al aparato y sorpresa, el teléfono tenía patrón.

-Oh vamos.

Rodó los ojos fastidiado así que puso el celular a contraluz sonriendo con malicia al ver que las huellas de su compañero estaban marcadas en la pantalla y logró desbloquearlo.

-Seguro tiene porno, por eso no quería que lo viera, pinche Tadashi pajero.

Chasqueo la lengua e ignorando la Galería decidió irse al reproductor de música siendo este el Play Música así que ingreso buscando entre las canciones de su compañero, le dio un poco de pereza buscar una por una así que lo dejó a la suerte, activando el sistema aleatorio. Abrió grandes los ojos cuando sonó la primera canción.

-¿Pero que madres es esto?

Dejó que el sonido prosiguiera, cada vez moviendo el rostro en gestos de total confusión, la música estaba un poco rara, movida pero extraña, no podía reconocerla.

-Bien, esto es raro.

Activo el protector de pantalla, donde la foto obviamente tomada a la lejanía de otra de sus compañeras se podía ver, Yachi Hitoka.

-Que gustitos tienes Yamaguchi.

El nombre era... Shabadaba. El rostro del rubio era una extraña combinación entre pena ajena y gracia. Cambio la canción levantandose de su lugar gracias a ser hora libre ya que el profesor de Inglés no pensaba aparecer en esos momentos por lo que simplemente salió del salón, pronto una canción que reconoció de su infancia comenzó a sonar.

-No recuerdo como se llama este güey.

La siguió escuchando, tenía un buen ritmo y pasó por el salón de también primero pero de otra letra observando la cabellera negra que se asomaba detrás de la inquieta pelirroja.

-Tobio Kageyama.

Murmuro quedándose observando al joven de ojos azul marino.

Hay tantas cosas que me gustan hoy de ti. Me enamora, que me hables con tu boca me enamora, que me eleves hasta el cielo me enamora. Que de mi sea tu alma soñadora. Esperanza de mis ojos, sin ti mi vida no tiene sentido. Sin ti mi vida es como un remolino de cenizas que se van~.

Su rostro sin duda comenzó a calentarse ante aquella estúpida canción y con sus ojos color miel impuestos sobre aquel chico.

-Pero que mier... maldita sea, no chingues.

Su corazón palpito con fuerza y apresuro el paso bajando rápidamente las escaleras que lo mantenían en el segundo nivel del edificio.