Anillos.

3.5K 310 32
                                    

Observo con repudio aquel objeto dorado en tu mano derecha, eso que contiene el nombre de quien ahora posee tus apellidos. Quien te espera en casa, quien te conoce de pies a cabeza, quien observa tus lágrimas, quien cuida tus fiebres, quien saborea tu piel.

-¿Cómo se encuentra Yamaguchi?

Una sonrisa falsa se posa en mis labios, tu dorada mirada se posa sobre mí haciendo que aquel placer que no he logrado matar pase como una poderosa ráfaga en mi columna.

-Esta bien, en tratamiento para ver si logramos concebir un pequeño.

La mitad de tu rostro se oculta tras la bufanda que seguramente el te tejió, con mucho amor, mi corazón necesitará una nueva sutura.

-Espero que todo salga bien y puedan tener una familia pronto Tsukishima.

-Kageyama.

Quisiste sostener mi mano, pero esta se alejo por instinto, por miedo a ser quebrado nuevamente.

-Tengo que irme, fue genial volverte a ver.

Con fingida paz me levanté de tu lado, no quería, deseaba que me dijeras que me seguías amando con desmedida locura, que deseabas amarme hasta dejar a tu hijo en mi interior, pero sabía que aquello no pasaría, que eso ya era imposible.

-Lo mismo digo.

Alcé mi mano a modo de despedida, usando unos guantes para proteger mis extremidades del frío y pude notar, aquel bonito pedazo de metal plateado alrededor de mi dedo anular, lentamente me deshice de el, no valía la pena seguir conservando aquella cosa, ¿o si? Lo guarde en el bolsillo de mi suéter ya que no tendría el valor de simplemente lanzarlo lejos. Tenía ganas de pasar por unos bollos, con suerte podría saludar al profesor Takeda y a la pequeña Umi-chan. El cielo estaba despejado, hacía frío más allá del clima, intentaba disimular el dolor pero poco a poco este ganaba más terreno en mi pecho, gire la cabeza a la derecha encontrando el parque donde tantas veces nuestros labios se juntaron y nuestras manos se colaban dentro de la ropa del contrario, compartiendo alientos y palabras de amor.

-Que bello es el amor de preparatoria.

Con aquellas palabras dejé el lugar, pasé a la tienda saludando a la pequeña que siempre recibía con mucho entusiasmo a los ex jugadores del volleybal de la preparatoria Karasuno, al profesor que nuevamente se encontraba en estado, acaricie lentamente su hinchado vientre, me dio un sentimiento negativo aquello, yo deseaba poder tener a alguien dentro de mi ser, un pedacito de aquel a quien seguía amando con todo mi ser, un amor que jamás podría ser entregado y mucho menos recíproco. Me despedí para caminar por las oscuras calles hasta llegar a mi hogar.

-Llegas tarde, ¿donde estabas?

Alcé la vista topándome con sus bellos ojos oliva, le sonreí con cariño.

-No me dijiste que volvías hoy.

Se acercó a mi, tomando con posesividad mi cintura, uniendo nuestros labios en un fogoso encuentro, donde su lengua siempre era su arma mortal.

-Lo he pensado; tengamos un hijo.

Aquello paralizo mi corazón.

-Wakatoshi...

Asentí tomándolo por las mejillas y el por su parte me cargo haciéndome enredar mis piernas alrededor de su cintura. Quizás no era a quien amaba con todo mi fervor, pero era por quien me esforzaría en borrar a Tsukishima de mi corazón y mente.

A lo lejos, observando desde la otra calle a donde aquel joven de sedosos cabellos negros había ingresado, pudo probar un poco del dolor del chico de ojos azules al ver como este se entregaba al amor y deseo de la ex estrella de Shiratorizawa, alejándose lentamente, con pequeñas gotas salinas recorriendo sus mejillas.

Algo de Angst para sus corazones y también UshiKage 💕.

One Shots TsukiKageDonde viven las historias. Descúbrelo ahora