El final de la duda, el inicio de una historia escrita por dos.

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-Así que Italia, ¿no? ¿Al menos sabes hablar el idioma?

-No, no mucho en realidad pero podría hablarles en Inglés.

-¡Y pensar que antes no querías aprenderlo! -Las risas que acompañaron al rubio lograron sonrojar a su compañero de cabellos negros-.

-¡Cá-cállate! ¡Sabes lo mucho que me costaba en preparatoria!

-Pero, estoy seguro de que te falta mucho y volverás de vez en cuando, ¿no? Recuerda visitar un poco a tus padres y a Miwa-san, Kageyama. -Dio un sorbo a su bebida y se apoyo en la palma de sus manos-.

-Cuando estábamos en preparatoria eras muy molesto pero pareces haberte ablandado un poco.

-¿Qué? ¿Te gustaba más como era antes?

-Sí.

La tos que prosiguió alerto al de cabellos negros palmeando la espalda del más alto, quizás solo había interpretado de más aquella frase por parte del jugador profesional y se había emocionado muy dentro de el.

-No seas tan directo con tu sentir, me tomaste por sorpresa idiota.

Los labios de Kageyama se fruncieron ligeramente haciendo su clásico puchero cuando algo le molestaba ligeramente o no estaba de acuerdo.

-Entonces debería decirlo formalmente, ahora que viajaré a Europa y quizás no te vea en bastante tiempo quiero decirte que me gustas lo suficiente como para pedirte que no me olvides, también quiero tu contacto en redes sociales y...

-Espera, espera, ¿haz dicho que te gusto? ¿Te gusto como amigo?

-Más que amigo.

-¿Mejor amigo? Lo siento pero ese puesto ya está ocupado por Yamaguchi.

La mirada irritada del poseedor de ojos azules lo hizo reír abiertamente, ¡había olvidado lo bien que se sentía hacerlo rabiar!

-No.

-Lo siento, lo siento, es que no pude evitarlo al verte con esa cara y ni siquiera tienes un sonrojo, ¿acaso ya te haz vuelto un descarado Rey? -Acercó su mano hasta la mejilla del menor por meses hundiendo su dedo ligeramente en la piel de su rostro-.

-No hagas eso... -apartó la mano del rubio de un golpe- si me ibas a rechazar bastaba con un no.

-Si ibas a declararte debiste pensar mejor tus palabras pero acepto, aunque es algo egoísta pedirlo justo cuando estás por irte por no se cuanto tiempo al extranjero, ¿no lo crees? -En su rostro se podía leer un poco el dolor de tener que dejarle ir sin poder disfrutar de aquello que comenzaba a formarse y las dudas atacaban sin piedad su mente-.

¿Cómo podrían hacer crecer una relación que apenas comenzaba y que iba a mantenerse a la distancia?

¿Serían capaces de soportar la lejanía?

Aunque no se eliminaron del todo sus dudas, la presión contra sus labios fue suficiente para distraer su mente y las manos del armador sostuvieron con extraña suavidad su rostro mientras aquel beso lo envolvía como si de una manta se tratase. Aquellos dedos tan capaces de colocar el balón desde casi cualquier posición se enredaban en sus mechones dorados de cabello, su cuerpo era presionado con el de su recién nombrado novio y sus manos no dudaron en sostener su cintura con las palmas extendidas en aquella parte de su cuerpo; se separaron un poco con los párpados entrecerrados para poder admirarse, como el carmín pintaba las mejillas de ambos rostros y compartían una sonrisa.

Aunque el tiempo estaba en su contra fueron capaces de tener algunas citas, Kei le hablaba de sus vivencias en la universidad y también aprovechaba para burlarse de su pareja pues no lograba entenderlo del todo ya que al dedicarse enteramente al deporte había decidido no estudiar la universidad por lo que confundir al azabache era relativamente fácil. Tobio por su parte le hablaba de temas mucho más complejos que se trataban en el mundo del voleibol profesional, sus horarios, entrenamientos, cuidado personal y visitas al médico, parecían de mundos distintos pero se amoldaban bastante bien. Cuando desearon llegar a más fue que se decidió quien era mucho más experimentado dejando a Tsukishima a cargo debido a ello, aunque ya era mayor no es como que la experiencia sexual de Kageyama sea extensa y haciendo una lista, Kei era su primer novio oficial es más su primer beso fue robado por lo que no fue capaz de darlo voluntariamente.

Tembloroso por llegar al orgasmo se aferró a Tsukishima, los besos de este lograban reponerlo de cierta forma pero sentir su parte baja ser estimulada con sus dedos era tan incómodo.

-M-Me duele Kei... -su voz temblorosa y aquellos dedos divinos capaces de hacer colocaciones divinas desde casi cualquier ángulo se aferraban a los dorados cabellos de su pareja- ha-hazme terminar.

-En serio, no presiones mis puntos débiles mi rey. -Sus labios presionaron la piel blanca de su amante, sus dientes tomaron el lugar de su boca marcando ese fuerte cuello desarrollado con el pasar de los años y el ejercicio pero que ahora no era más que marcado por un estudiante universitario-.

Sus caderas presionaron sus muslos, Tobio arqueo la espalda y frunció sus dedos tirando de los cabellos en su mano, Kei dio un gemido de forma grave al sentir el dolor de su cuero cabelludo mezclarse hasta perderse en el placer que sentía en aquel momento y llevado por esa sensación golpeó el interior del armador cada vez más aprisa desesperado por conseguir la ansiada y dulce liberación mientras podía observar como el rostro de Kageyama se volvía una pintura de diferentes expresiones que jamás pensó en presenciar de viva imagen. Tomó las manos que sujetaban las sábanas pasándolas a sus hombros con una mirada que dejaba poco a la imaginación del poseedor de ojos azules.

-Aférrate a mi Tobio, puedes rasguñarme todo lo que desees... -por debajo de su pierna derecha posicionó su mano levantando esta embistiendo con más fiereza-.

Podía sentir la longitud de Kei, tocaba una zona en su interior que lo dejaba viendo estrellas casi literalmente, ¿podría abandonar esa sensación que se expandía lentamente por su cuerpo y a la cual una persona podía volverse fácilmente adicto para viajar al extranjero? Anunció su pronta eyaculación, fue silenciado con un beso y terminó en medio de ambos manchando el abdomen de los dos, Tsukishima se retiraba con lentitud después de unos segundos quitándose el preservativo que contenía la prueba de su culminación.

 

[ . . . ]

-Así que siempre si decidiste irte. -Estaba en el aeropuerto junto a su novio-.

-Vendré para Navidad.

-Solo unos días, ¿estás dispuesto a pagar por esos meses de abstinencia?

-Siempre podemos hacer videollamadas... no será igual pero podríamos intentarlo. -Sus labios formaron un pequeño mohín con el color rosa atravesando sus mejillas tiernamente-.

-Oh, no esperaba esa respuesta. -Su sonrisa se ensanchó y beso los labios que se fruncían al frente-.

Una emotiva despedida de los que seguían siendo sus amigos, la hermana de su novio y el fue lo que dejó Kageyama Tobio al ingresar por ese pasillo abordando el avión. Observaba con dolor pero orgullo como la persona que amaba se alejaba, cruzaba el mar y se convertía en alguien grande, famoso, que presumía ante los ojos de Europa su enorme capacidad y el estaría presumiendo que ese era su novio.

Kageyama cuando perdió de vista el aeropuerto se encogió en su asiento, aún temía que algo cambiara en su ausencia y pedía a lo que sea por que el amor de Tsukishima Kei que sentía por su persona no cambiara en lo absoluto.

¡Para su suerte esto no fue así! La nieve lo acompañó desde Roma hasta Miyagi, la calidez de los brazos rodeando su cuerpo fue tranquilizadora y sus ojos conectaron con los de la persona que le esperaba ansiosa para las llamadas, mensajes y ahora para presenciar su regreso, compartiendo unas fechas tan especiales como lo eran la Navidad, el fin de año y el Año Nuevo por supuesto. Un beso bajo el muérdago con su pareja y los abrazos de sus conocidos junto a su hermana, quizás antes no se dio cuenta pero ahora era más que feliz sin necesitar depender plenamente del voleibol.

"-Está bien, ¿no abuelo?"











Nota:
¡Woaaaa! Al fin pude terminar esto, estuve saltando a distintos fandoms y no encontraba la manera de cerrar esto, ¡realmente me divertí escribiendo diversos temas de mi OTP! Pero creo que hasta aquí ha llegado este libro, muchas, muchas gracias a todas las hermosas personas que dedicaron un poco de su tiempo a leerme, ¡quizás cuando llegue la otra mitad de la temporada retome mi amor por estes nenes! Por el momento es un adiós temporal, ¡nos leemos después! ♡

One Shots TsukiKageDonde viven las historias. Descúbrelo ahora