Capitulo Ventitres

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Desperté en una cama que no es la mía. No recuerdo no a que horas me quede dormida o de como llegue aquí.

—Sabes que la están buscando Liam ¿No? Es un delito tenerla aquí.—Puedo escuchar la voz de su padre molesto.

—Estába mal papá, demasiado mal.

—Liam, tiene reporte de desaparición. Gael está como loco buscando, ha movilizado a toda las unidades de policía, al Fbi y hasta la Interpol buscando a su hija.—Maldicion, olvide eso. Me levante de la cama y ambos se dieron cuenta de que estoy despierta ya que me he golpeado con la mesa de noche al tratar de ponerme mis sandalias.

—¿Estas bien?

—Si ¿Puedes llevarme a casa?

—Claro.—Me ayudo a ponerme la otra sandalia y salimos.

—Buenos días Señor Steven.

—Buenos días señorita Henderson.—Esta molesto.—Su padre esta buscándola.

—Papá.

—Mi hijo es un buen muchacho, solo quiero lo mejor para el.—Se perfectamente porque lo dice, sabe que mi padre al enterarse que estuve con él todo el tiempo lo puede meter preso.

—Nada le va a pasar, se lo prometo.—Subimos a su camioneta. Al llegar a la casa de los abuelos esta rodeada de Federales.—Dejame aquí.—Me quise bajar en una esquina pero no me dejo.

—Ni loco, no me iré hasta no ver que entras por esa puerta.—Al llegar los guardias lo dejaron entrar hasta los jardines, los oficiales hablaban por radio diciendo claves, bajaron a Liam a la fuerza para esposarlo.

—¡Dejenlo tranquilo, el no hizo nada!—Una oficial me tomó de los brazos para alejarme de él, lo tiraron al piso esposado y no lo dejan moverse.—¡Dejenlo ya!—De la casa salio mi abuela para abrazarme pero la quite, solo quiero que suelten a Liam.—Papá, dile que suelten a Liam. ¡Ahora!

—No lo harán Arianna, llevense a este idiota de mi vista.—Dos oficiales lo levantaron y lo subieron a una patrulla.

—Yo me escape, el no hizo nada ademas que no dejarme sola, dejalo ya.—No puedo más, mis fuerzas estan abandonando mi cuerpo.

—Eres menor de edad Arianna, te mantuvo sabrá donde por 18 horas, eso se llama secuestro.

—Y lo tuyo se llama idiotez.—Sus ojos casi salen de sus cuencas al oírme.—Lo único que ahora deceso más que nada es que salga su divorcio para no volverlos a ver nunca más.—Ver a mamá sin hacer nada contra él me da coraje, no quiero verlo en mi vida.

...

Son las 8 de la noche y no puedo salir, tengo la casa rodeada y a un policía fuera de mi puerta.

—Es mi nieta y es mi casa así que muevace de una vez o vera quien es Emma Sommer.—Pude escuchar detrás de la puerta a la abuela, esta furiosa.—Compermiso.—Entro. Realmente no quiero hablar con nadie.—Cariño, tienes visitas.—Detras de ella viene Liam. Me levante de golpe de la cama para abrazarlo.

—Estoy bien, solo estuve detenido una hora, no fue nada grave.—No puedo creer que papá lo haya enviado ahí. Eso jamás se lo voy a perdonar.—Tu abuela es una abogada excelente.

—Bien, los dejo solos, estaré en la cocina si se les ofrece algo.—Se fue. Salimos por la ventana de mi habitación para ponernos en el tejado de la casa, las estrellas están hermosas esta noche.

Sara.

—¿Y ella como esta?—Pregunte.

—Murió.—Ay no.—No soporto la noticia de que Scott la dejaría. Grito frente de ella que te amaba a ti.

—¿Y los chicos? ¿Donde están?

—Ni idea, solo se que no lo quieren ver y lo más seguro es que tomen un avión a México después del funeral.

—Arianna tiene que saber esto.

—Arianna no sabrá nada, será mejor que crea que el se fue sin despedirse y así se olvide de él.—Esta loco.

—No estoy de acuerdo Gael, es el primer amor de Arianna. No puedes romperle el corazón así.

—¿Entiendes de quien es hijo? ¿De quién lleva los apellidos?

—Entiendo eso, pero al menos que se despida.—Logre convencerlo mientras limpiaba todas las heridas en su cara, agarrarse a golpes con Scott no fue de un agente del FBI. Fue de un hombre furioso y lleno de rencor.—El chico no tiene malas intención con ella, ya te has dado cuenta.

—Lo sé, pero al momento de que me dijo que eran novios me vino a la cabeza que Scott es capaz de todo, incluso de hacer que su hijo enamore a mi hija para que juegue con ella. No lo iba a permitir.

—¿Entiendes que arruinaste su cumpleaños número 17?

—Y por eso me odia.

—Yo te odio, no tenias que arrestar a ese pobre muchacho, que solo cuido de ella para que no fuera a hacer una tontería.—Esta tan herido que no se que es sangre o piel molida.—¿Recuersas cuando me escape aquella noche? Terminamos en el mirador.

—Dos días antes de la graduación, estaba lloviendo ese día.

—Andrés jamás te trató mal, aún sabiendo que todo al inicio era un juego.

—Sara, para mi jamás fue un juego, estaba enamorado de ti desde el primer video que vi tuyo.—¿Que?—Desde esa primera bomba de pintura en el loquer de esa rubia. Me dije a mi mismo que esa mujer tendría que ser mi esposa si o si. Cuando llegaste a Collins ya tenía planeado todo, pensaba arruinarte cada cita que tuvieras con otros chicos hasta que me hicieras caso a mi. Jamás conté conque me hicieras caso a la primera.—Odio que se ponga así.—Jamas te engañe Sara, en mi mente esa idea estúpida es basura, no necesito más mujer que la que tengo en casa, la que me da huevos revueltos con gusanos solo porque olvide comprar la leche de regreso a casa, no necesito una mujer joven ya que la que tengo es hermosa con esos años que tiene, creo que es la mujer más sexy del mundo y cada que la veo desnuda me asombro más de lo perfecta que es para mi.

—¿Con todo y mis estrías?

—Esas estrías fueron parte de mi eterna felicidad, por ellas llego una pequeña rubia que se robo mi corazón, corazón que esta ocupado solo por dos mujeres, mi amada esposa Sara y mi hija Arianna.

—¿Y Karen?

—Solo era una testigo protegida, deje el caso el día que fui a New York, ya es problema de otro oficial.—Entonces, creo que comenti un error.—Te amo Sara, te amo desde aquel primer día que te robe ese beso en los pasillos de la escuela.

—También te amo Gael.—Lo bese.—Te amo mi simio.

¿El regreso del demonio Collins? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora