¿El regreso del demonio Collins?

Capitulo Treinta Y Dos.

Sara.

Gael esta como loco, ha llamado a toda la policía, FBI y hasta la interpol para localizar a mi niña. Hemos ido a la escuela y nadie la vio. Las cámaras de seguridad no los ubican ahí en ningún momento.

—Hemos llamado a todos su compañeros de clase y ninguno la ha visto desde el viernes en la noche.—Nos informa John Steven.—Visitamos a Scott Shmith para que nos diera informes de Byron, el novio. Pero dice que desde la muerte de su esposa no le ha visto.

La desesperación me esta ganando, mi cabeza está por explotar, mis fueras abandonan mi cuerpo a cada cinco minutos.

—Tiene que estar con el, Arianna esta aferrada con ese muchacho. No hay más.

—¿A donde podrían ir un par de adolescentes?—Todos se giraron a ver a los chicos, entre Ross, Osean, Owen, los gemelos y Liam tienen que tener una idea de donde podría estar mi hija.

—Yo jamás estuve de acuerdo con que saliera con el, pero esa niña es peor que el abuelo de terco.—Ataco Ross.

—¿Quizás volvió a New York con Kendall?—Sugirió Liam.

—No, ya lo hemos llamado. A todos en Kennedy y no saben nada de ella.—Dijo John.—Llame personalmente a mi hija Alexandra, no esta por aya. De hecho esta preocupada.

Una llamada interrumpió su atención en el caso, al responder se alejo de todos.

Gael está a punto de enloquecer, ha movido todas sus influencias en busca de esa limosina y de Arianna pero hay ocasiones en que ni eso ayuda.

—Han Hakeado el teléfono de Byron y esta hubicado en los muelles al sur, unidades van en camino.—Me quite los zapatos y corrí fuera al auto, subí en uno junto con Holly, la esposa de John, Gael salio a toda velocidad en su auto solo, va armado y no se que sea capas de hacer.

—¡Deten el auto ahora!—Apenas y logre abrir la puerta, regrese de nuevo el estómago pero esta vez seguido de un mareo espantoso.

—Se que no es momento pero, me huele a que Arianna tendrá un hermanito.

—No digas estupideces, tengo casi 40 años. No puedo estar embarazada. Ahora conduce.—Batallamos para quedar embarazada de Arianna, incluso fue embarazo riesgoso y los médicos me dijeron que era casi imposible quedar embarazada después del parto. Seguro que es mi mala alimentación.

Al llegar a los muelles hay oficiales corriendo en todas direcciones, seguí a Gael hasta un enorme barco y conozco muy bien el escudo del barco.

—¿Dime que no se verdad?—Samuel se quedo petrificado al verlo igual, ese emblema es su mayor terror en la vida y el mio igual.

—El murio, que no se te olvide eso.—Lo tome del brazo y lo jale hasta donde están los demás.

El barco está iniciado el movimiento, Gael ni los oficiales han subido y no creo que logren hacerlo. Poco a poco el barco de alejo del muelle, Gael se ha lanzado al agua para seguirlo pero es imposible que suba a el, la policía ha pedido a la guardia marina que detuviera el barco pero ya con permiso para zarpar es imposible detenerlo.

Arianna.

Se ha ido, por más que suplique, rogué y llore el no se quedó.

—Señorita tengo ordenes extrictas de llevarla a su casa antes de irme, suba.—Ni siquiera tube el valor de ir al muelle, me quedé en el arrecife mirando.

—¿Que hace la policía aquí?—El hombre se acerco a la orilla para ver junto conmigo, pareciera que toda la policía de Chicago está aquí. Corren por todos lados como locos.—¿Papa?