Capitulo Ventiocho.

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Salió de dirección para llegar a mi y besarme.

—Lamento lo que dije, lamento como te trate y lamento haberte lastimado. Eres lo más importante que tengo ahora en mi vida y no quiero perderte por una estupidez mía. Realmente estoy enamorado de ti Rubia.—Volvio a besarme.

—Y yo de ti, sabes podrás decirme que me quieres a kilómetros de distancia pero aun así yo seguiré aquí, esperándote.

—¡Ay que lindos! Pero va a detención ambos.—Un prefecto, pero relamente no me importa, siempre y cuando estemos juntos.

—Yo ya no estudio aquí, viene a ver a mi despreciable tutor.—¿Que?—Así que ya no puede castigarse por besar a mi novia.

—A usted no, pero a ella si.—¡Mierda!—A detención señorita.

—Lo lamento, no medí mis palabras.— Deje un beso en sus labios y camine a detención.—Te quiero.

—También te quiero.

Todo detención me la pase mensajeando con el, hablando de donde se esta quedando ahora que el y Ben huyeron de la casa de Scott.
No quizo decírmelo pero solo me aseguro que esta bien, que tiene una semana sin ver a Ben y a Scott bueno, no quiere que ni se lo mencionemos.

Mensaje de Byron.

¿Ya encontraste el diario?

Respuesta a Byron.

No, y eso me preocupa.

Mensaje de Byron.

¿Quieres que esta tarde vallamos a la oficina de correos para ver que paso?

Respuesta a Byron.

Mañana quizás, hoy acompañarte a Liam al Mall. Lo siento.

Mensaje de Byron.

Sigo insistiendo que no te vendría mal una amiga o quizás unas diez y que no tengas tiempo para otros chicos que no sea yo.

Respuesta a Byron.

¿Acaso huelo celos?

Vamos Byron creo que ya te he demostrado que te quiero a ti. Aun no hablo con mis padres por lo sucedido ese día en casa de mi abuela.

Mensaje de Byron.

Cierto, aún te debo ese regalo de cumpleaños.

¿Que talla de calcetines eres?

No pude contenerme y solte una carcajada, tanto que despertó a mi compañera de a lado.

—Rubia sin neuronas deja dormir.—Y es Mónica.—Dile al ratón que aún me debe 20 billetes de la apuesta.—La mire mal. —Le aposté que si volvía aún estarías esperándolo, el dijo que no era así, que lo odiabas. Y gane. Quiero los 20 billetes.

—¿Como sabes que lo estaría esperando?

—Eres más transparente que  los cristales. Se te nota a kilómetros. Además no estaba segura, solo lo dije para que volverá y no se lanzará del primer puente que encontrará.

—Gracias.—Me mira extraño.—Por hacer que volviera y por cuidarlo tanto.

—No te confundas rubia, lo hago por el no por ti.

—Eso lo tengo claro. Pero aún así gracias.

—No me darás las gracias cuando te lo robe, ten claro esto, el me interésa y bastante. No esperes de mi juegos sucios ni bajos. Si te lo he de quitar será por las buenas.

¿El regreso del demonio Collins? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora