Capitulo Ventisiete.

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No es justo el trato, yo muero lentamente mientras las copias ven y comen todo lo que se encuentran en la nevera.

—Quiero helado.—Estaba por tomarlo pero Liam me impidió hacerlo.

—Come fruta, es mejor.

—Liam acabo de correr kilómetros, baje como un millón de calorías, necesito calorías.

—Arianna dar tres vueltas a la piscina no son kilómetros y no bajaste un millón de calorías, al contrario subiste.—Lo mire confundida.—¿Crees que no me di cuenta que le has sacado las gomas de la bolsa a Luis?

—¿Que?—Ups. Se me da el robar dulces.

—Ayudame a quitar a ese hombre de la nevera y te doy helado.—Por más que intento no puedo, este hombre para estar fuera de forma es una roca.—Louis tu igual.

—Hecho. Preciona debajo de su costilla izquierda.—Lo hice y se movió.—Es cosquilludo.—Luis sacó el helado y triunfo el mal.

—Eso era información confidencial traidor. Ahora me torturara de por vida.

—Vamos vela, es una pulga. ¿Que daño puede hacer?

—No preguntes.—Respondieron Luis y Liam al unísono. Louis es el que menos le conoce de todos, a Luis le tocó conocerme de la mala y jamás se burla de mi estatura o lo paga.

Se levantó del banco para pararse frente a mi, le llego al pecho. Coloco una mano sobre mi cabeza.

—Cuidado con la puerta.

—¿Que puerta?—Pase mi brazo izquierdo por mi cabeza para retirar su mano de golpe, luego seguí con un golpe en su pecho, luego su cabeza contra la puerta del refrigerador.

—Esa puerta.

—¡Cuidado atrás!—Me agacha y creo que esa era la idea, me tomo de la cintura para ponerme de cabeza y llevarme al patio, estoy amarrada y no se como.—Jamas confíes en lo que te dice un agresor, y mi moretón lo pagaras.—Me dejo caer en la alberca, en pocos segundos ya estaba afuera gracias a Liam.

—Tardaste siglos.

—Arianna fueron segundos.

—Da igual, iré a mi habitación.—Solo Alex sabe lo que sufrí en primer año de preparatoria, cada que entro al agua y no hay nadie conmigo me pone mal, esa desesperación por querer salir y no poder vuelve loca a cualquiera.

—Arianna espera, no sabía que no andabas.—Louis intentó descuidarse, no le di mucha importancia porque no la tiene, es más bien vergüenza que jamás dejaré de sentir.

Tomé la ducha más larga del siglo y me metí a la cama.

Mensaje residido de Byron.

¿Iras al baile padre he hija?

Respuesta a Byron.

No, no es algo que me emociono mucho.

Mensaje de Byron.

Yo iré. ¿Mismo lugar?

Ir a ese baile significa hablar con papá y pedirle ir, se que el abuelo me acompañaría pero el no es mi padre y no seria correcto. También la idea de que valla con papá sería igual no verle ya que lo tendre ensima todo el tiempo.

Mensaje de Byron.

Porfavor di que si, te necesito. 

Respuesta a Byron.

A las 8. Te quiero.

Toda la noche no pude dormir, se que este fin de semana será algo bueno pero también algo malo.

—¿Creen que mi padre quiera ir conmigo al baile de la escuela?—Pregunte en el desayuno.

—Harás que le de un infarto de la emoción.—Respondio la abuela.

—Solo sabrás esa respuesta tomando el teléfono y llamando Ari.—Contesto el abuelo mientras me tendia su teléfono movil.

—Lo haré después de la escuela, ya llegaron las malas copias por mi.

—¿Malas copias?—Ay abuelo.

—Los gemelos Steven.—El abuelo ya olvida cosas, cosas importantes como de que hoy es el aniversario de novios.—Los mismos que sacaste de prisión por ir en un carrito de mínimo golf robado en central park.

—Oh, las malas copias.—Tome una de las manzanas de la canasta sobre la mesa y salí, ya esta Luis esperando con mi puerta abierta.

—Bueno días.—Algo le pasa. ¿Ningun insulto? ¿Ninguna mala broma? ¿No mato ningun chiste?—Amanecí de malas, sube al auto.—Uy.

—¿Anda en sus días o que?

—Está de malas porque le he quitado esto.—Me mostró una bolsa de gomas.—Perdon por lo de ayer, en verdad no sabía que no andabas.—Regrese su mano con todo y dulces.

—No es tu culpa que yo no nade, no te disculpes.

—Si no te disculpes con mis dulces.—Luis se los quito furioso de las manos.

—Aún así tu ya dejas los dulces, tus niveles de azúcar ya están demasiado altos.—Se los volvió a quitar y me los dio.—Toma antes de que se los coma de un solo bocado.—Los tome y metí a mi mochila, tiene la hermosa costumbre de no buscar dentro de la bolsa de una mujer.

—Te quieres ir de nuevo al fondo de una piscina ¿Verdad?—Louis le propiciono un golpe en la cabeza que sonó hasta china.

Mensaje residido de Byron.

Te vez hermosa, bonito día.

Mire a todos lados y no lo veo, odio este juego.

Al llegar a la escuela el primero en irse fue Luis tras de su novia. Llegamos antes del timbre así que nos quedamos un poco afuera.

—¿Desde cuando tienes chófer particular? —Ross de nuevo con sus celos.—Sabes ya tengo mi auto, yo puedo traerte a la escuela perfectamente.

—Si, digamos que desde que te vi conducir no vuelvo a subirme en un auto contigo al volánte.—Ni Owen o Osean pudieron contener la risa, Louis ni de diga.

—Todas mis mañanas son como subirme a la montaña rusa de la película de destino final. Sabía desicion Arianna.

—Owen te iras a pie.—Ross se fue.

Mensaje residido de Byron.

¿Para cuando te consigues una amiga?

OK no entiendo, ¿Para que necesito una amiga?

—¿Lista?—Louis tomo mi mochila y me acompaño hasta la entrada.—Liam vendrá por ti, dijo que irían a buscar tu regalo de cumpleaños o algo así.—Lo mire divertida.—Y eso no debí decirlo. Finge sorpresa cuando te lo diga o mis pelotas lo van a sentir.—Dejo un beso en mi mejilla y se fue.

—Lou.—Se giro.—Mi Mochila.—De los cinco Steven el es el que tiene la sonrisa más linda, Liam los ojos, London un abdomen espectacular y Luis lo golosino, siempre tiene dulces con el.

Mensaje de Byron.

Insisto necesitas amigas.

Respuesta a Byron.

Un, dos, tres por el de chamarra roja.

Es lindo volver a ver esos ojos chocolates.

¿El regreso del demonio Collins? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora