Capitulo Once.

1.4K 111 2
                                    

Me quede dormida mirando los videos viejos de mis padres, miren que no eran la perita en dulce que me hicieron creer.

Pase el video de mi madre cantando Hush Hush a mi portátil y de ahí a mi móvil.

—Arianna hora de irnos a la escuela.—Es mi madre.—Arianna se hace tarde, baja ahora.—No tengo más remedio que hacerlo, no le pedí al tío Theodore que pasar a por mi y así evitar a mis padres.

—Ya bajo.—Meti la cámara a mi mochila y salí. Esta mamá al pie de las escaleras mirando hacia abajo.—¿Que?—Igual mire y esta papa con la misma ropa de ayer, se ve desaliñado, cosa que en el es muy raro. Trae con sigo un oso enorme.

—Buenos días princesa.—Este es papá, el que cree que su hija aún tiene cinco años y que cree que con un regalo se me olvidara lo sucedido.—Te traigo regalos de tus amigos de New York.—!Alex! Baje corriendo para tomar la caja que me extiende, al abrirla lo primero que veo seguro me lo mando Kendall.—Esos amigos tuyos son extraños Arianna, tube que sacar a tu amiga Steven de un lio gordo en un centro comercial.

—¿Que hizo?

—Al parecer alguien le puso una prenda en su bolsa, la acusaban de robo.—No he hablado con Alex desde que llegue, debo llamarla cuanto antes.—En otros temas hoy no iras a la escuela. Este día será solo de los dos.—¿A cuantas les gustaría que su padre dijera esto? Pues a mi no.—Hay alguien que quiere verte.—Papa abrió la puerta principal y entró un hermoso pastor alemán.

—¡Gorgo!—No puedo creer que este aquí, esto sin duda me ha alegrado el día.—¿Como se lo has quitado a Kendall? Ese primero dejaba su puesto de capitán antes que regalarlo.

—No creerías que dejaría venir solo a gorgo ¿O si?—Y muero.

—¡Kendall!—Corrí a el para abrazarlo, ese rubio no se que hace aquí pero es bueno.—¿Como?¿Cuando?¿Que haces aquí?—Me cubrio la boca antes de poder seguir preguntando.

—¿Como? En avión. ¿Cuando? Vengo del aeropuerto. ¿Que hago aqui? Vengo a desquitar todo ese Bullyng que no te he podido hacer desde que te mudaste.—Libero mi boca esperando más preguntas las cuales si hice.

—¿Alex viene contigo? ¿Que paso en el centro comercial? ¿Como están todos? ¿Cuanto tiempo te quedaras?

—¡Arianna!—Me grita mamá.—Respira cariño, ya tendrás tiempo de preguntar todo lo que quieras pero por hoy si vas a ir a la escuela que tu padre y yo hablaremos.

—Bien, ya nos vamos.—Papá le lanzó las llaves a Kendall. No sabía que el conducia.

Al llegar a la escuela lo arrastre conmigo hasta mi casillero, no pienso separarme de él así que entrará conmigo a clases.

—Hasta que te encuentro.—Byron llegó a mi con su típica cara de no soporto a la humanidad.—Me estoy metiendo en muchos líos por esto rubia.—Se detuvo al notar la presencia de Kendall.

—¿Se te perdió algo idiota?—Porque siempre es un amargado.

—No ¿y a ti?—Kendall no es de lo que se deja de nadie, si no fuera por el y por Alex yo hubiera sufrido mucho en New York y sabe que el no tiene buenas intenciones conmigo y menos después de la bromita del otro día.

—No, estoy precisamente con la persona que necesito.—Su mirada se paso a mi.—Necesito hablar contigo, en privado.

—Lo que sea que quieras hablar puede ser frente a Kendall.

—Bien pero si dice que fui yo quien te dio esto le parto la cara.—Kendall solo se rio. De su mochila saco el diario de mi madre.—Esto te pertenece. Mi padre o padrastro no tenía derecho a quitarte algo tan importante.—Me quedé helada, se esta poniendo en riesgo por devolvermelo.

—No diremos nada. —Lo metí en mi casillero antes de que alguien lo vea.—Muchas gracias.

—Por nada y antes de irme. No creas que me quedare cruzado de brazos por lo de la competencia. Cuando menos lo esperes rubia vendrá mi venganza.

—Si, si, si. Lo que tu digas, pero no te sorprenda que cuando termine el año el legado siga perteneciendo a los Henderson.—Me mira extraño.—Mi padre tiene el título oficial, nadie puede quitale ese título hasta no vencer a una Henderson y creo que por ser hija única ese deber me corresponde. Así que suerte Byron.

—Claro, aún no me conoces.—Paso de nosotros y ahora Kendall me mira mal.

—¿Comoetencia?

—El título del demonio Collins, mis padres lo iniciaron y yo lo continuaré, ese título se queda con nosotros.—Cerre mi loquero para dirigirme a mi salón.

—¿Donde quedó la Ariana que tenía miedo de entrar a la cafetería?—Me grita mientras me sigue.

—¡Murió!

...

La hora del descanso llego y mi madre me ha llamado un sin fin de veces y no pienso responder.

—¿No los piensas perdonar? Por cierto gran idea eso de ponerle pica pica en la ropa, pero sin duda pegar a su padre a la boquilla de una trompeta fue lo más épico. Tu mamá no tenía limites.—Le he mostrado todos los videos de la cámara, se ha reído tanto como yo.

—Tengo que pensar en algo para juntarlos de nuevo.

—Arianna no.

—Ellos se aman Kendall.

—Eso solo les corresponde a ellos.

—Lo sé, pero no estaría mal que les ayude un poco ¿No?—Me mira mal.

—Tienes que hacer que pasen tiempo juntos.—Llego Osean.—Mis padres el año pasado peleaban mucho, pero basto un fin de semana en las montañas para que todo se arreglara.
¿Por cierto quien eres?

—¿Otro admirador más Arianna? Empiezo a ponerme celoso.—Ignoro su pregunta.

—Es mi primo, Osean Pirsons, Osean el es Kendall, un amigo de New York.

—Estas muy lejos de tu casa Kendall.—Y ahora llego Ross y Owen.

—Ok ya estoy celoso. ¿Quienes son?

—Son lo familia, Osean y Ross son hermanos, son hijos de mi tío Theodore y Owen de Noah.—Los saludo.

—Empiezo a creer que tu única amiga es Steven.—Me enojo de hombros.—ella te extraña mucho.

—Y yo a ella.—Kendall siempre ha sido muy específico con sus amigos y su lugar, no habla mucho con los nerd o las personas poco interesantes como el las llama.

—Cambiando de tema. ¿Que piensas hacer con tus padres?

—Si no puedo ir a las montañas traeré las montañas a Chicago.

—Sin duda me han cambiado a Arianna.—Y a mi a Kendall.—Me gusta.—Comprobado, me han cambiado a Kendall.

¿El regreso del demonio Collins? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora