¿El regreso del demonio Collins?

Capitulo Trenta Y Ocho.

Cuatro meses han pasado y como quiera la vida ah vuelto a su normalidad. Pasaron las fiestas navideñas y como me dijeron, no permitieron a Byron venir a Chicago.

—Hija llegaras tarde a la escuela.—Tome mis cosas y baje a la cocina. O por cierto, nos volvimos a mudar. Ahora a una casa más grande que la de los abuelos, mamá ha vuelto a componer y ahora vende sus canciones, papá volvió al FBI pero ahora como director de la agencia de Chicago, más dinero menos trabajo. Ross esta a punto de caer, la última broma que le hice fue épica, toda la escuela se entero de que tenía una rara enfermedad contagiosa, incluso los profesores tuvieron que ponerlo en cuarentena en un salón de clases para evitar una epidemia. Ahora todos huyen de él.

—¿Vas a desayunar? —Pregunta mi padre.

—No, desayuno algo en la escuela. ¿Me llevas?

—Claro, vámonos.—Tomo una tostada y me siguió.

La escuela ha estado muy normal, nada interesante ah pasado y digamos que no me interesa mucho que algo así pase.

—¡Arianna cuidado!—Ross me aventó de un golpe en el brazo y el resivio el impacto. Un globo con porquería.

—¿Quién eres tú?

—Tu peor pesadilla linda.

—Creo que te estas confundiendo, aquí yo soy la reina.—¿Quien se cree este tipo?

—Que seas una Henderson no significa que te tenga miedo, además dejame decirte que al igual que tus padres, mi madre igual son dueños del titulo.

—¿Quién es tu madre?

—Tania Leving.

¡MIERDA!